Loreto y la protección de la biodiversidad amazónica
viernes 22 de mayo, 2015
Escribe Nathaly Chumbe / SPDA Loreto
La diversidad biológica o biodiversidad es la variedad de seres vivos que se encuentran en la tierra y patrones naturales que la conforman, y constituyen una gran riqueza de vida para el planeta. En el caso de la Amazonía peruana, existen varios ecosistemas que no solo son ricos en recursos, sino que también son muy importantes y beneficiosos porque proveen servicios ambientales esenciales para la vida como el agua, alimentos, captura de carbono entre otros.
Sin embargo, pese a su importancia, las acciones humanas han contribuido a la pérdida de esta diversidad biológica en determinadas zonas, lo que conlleva a que se pierdan poblaciones y especies que garantizan el equilibrio del bosque.
LA AGROBIODIVERSIDAD COMO ALTERNATIVA
La agrobiodiversidad constituye una parte importante de la diversidad biológica, porque refleja las dinámicas y complejas relaciones entre las sociedades, las plantas nativas cultivadas y los ambientes en que conviven, repercutiendo sobre las políticas de conservación de los ecosistemas cultivados, de promoción de la seguridad alimentaria y nutricional de la población y del desarrollo local sustentable.
Un ejemplo de los beneficios que se obtienen gracias a la producción de alimentos, el sustento de los medios de vida y la conservación del hábitat de los ecosistemas en la selva peruana, es el trabajo que se realiza en Sapuena y Flor de Castaña, dos comunidades que se encuentran ubicadas en la margen izquierda y derecha respectivamente del río Ucayali, ambos pertenecen al distrito de Saquena, provincia de Requena (Loreto). Se localizan al sureste de la ciudad de Iquitos, a una distancia aproximada de 140 km.
En Sapuena y Flor de Castaña, como en la mayoría de comunidades ribereñas, la actividad agrícola se ha tornado muy importante y se han adaptado a las diferentes épocas del año (creciente y vaciante de los ríos). Los pobladores conservan y recrean constantemente un saber local, transmitido de generación en generación, que no solo abarca la observación minuciosa, sino también el aprendizaje experimental, y se encuentra arraigado en sus usos y costumbres. De este modo es que seleccionan sus semilla cuando se cultiva una chacra, durante la cosecha, mientras se come una fruta o se preparan los alimentos.
Es a partir de estos saberes que también organizan y adaptan la siembra de los distintos cultivos de acuerdo a los diversos tipos de suelo (playas, barrizales, restingas y terrazas), tomando en cuenta las características de cada uno de los sembríos que son muestra de la riqueza de la agrobiodiversidad loretana. Se siembran productos nativos como el aguaje, camu camu, cocona, sacha culantro, diversas especies de ajíes y yuca. Además de la siembra de arroz, frijol, chiclayo, sandía, plátano, maíz y entre otras que son utilizadas en la dieta diaria de las familias y como ingreso económico al ser vendidas en las ciudades.
Mediante la diversidad biológica, la agricultura proporciona una amplia gama de beneficios claves para la seguridad alimentaria y la nutrición de pobladores de la región entre ellos niños.
La creación de una conciencia acerca de la diversidad biológica en la región requiere de una amplia información del potencial que representa para la sociedad loretana. El conocimiento sobre ella nos permite manejar de manera sustentable muchos de sus elementos, y aprovechar y conservar otros de modo que todos nos beneficiemos y al mismo tiempo se garantice su adecuada gestión.
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