- “Una vez cerrada la brecha de titulación, vamos a tener que entrar en ese segundo piso: el trabajo postitulación, que tiene que ver con emprendimientos y con remediación de los sitios contaminados por actividades petroleras”, indica Jorge Peréz, presidente de Orpio.
La principal demanda de los pueblos indígenas en la actualidad es la titulación de sus territorios ancestrales, pero ¿qué sigue para una comunidad una vez titulada? Además de brindar la seguridad jurídica de sus territorios, el Estado y las organizaciones indígenas también tienen como objetivo el bienestar de los pueblos amazónicos y la conservación de los recursos, y para ello se trazan retos postitulación que tienen que ver con iniciativas y proyectos de desarrollo socioeconómico para las comunidades.
Para el Apu Jorge Peréz Rubio, presidente de la Organización Regional de Pueblos Indígenas del Oriente (Orpio), “la titulación de las comunidades es una primera fase, pero luego nosotros pedimos que el Estado nos ayude a monitorear el territorio, que nos ayude a protegerlo mediante el uso de tecnologías”.
Peréz Rubio, también señaló que se debe promover “el emprendimiento relacionado con la economía verde o de bajo impacto al ambiente”, acotando que si esto no se prioriza podría ocurrir que las mismas comunidades hiciesen uso excesivo de los recursos, afectando no solo a su propia subsistencia, sino también afectando la lucha contra el cambio climático en un contexto en el que es importante mantener los bosques en pie.
“Hay un reto muy importante del Estado y de la cooperación internacional, que es el de desarrollar emprendimientos locales que ayuden a las comunidades a satisfacer sus necesidades sin trastocar abruptamente el territorio y sus recursos”, dijo Rubio en conversación con Actualidad Ambiental.
Al respecto, Sergio Donayre, director regional de Agricultura de Loreto, coincide con lo manifestado por el presidente de Orpio, precisando que desde la Dirección Regional de Agricultura de Loreto (Dral) están trabajando proyectos productivos dirigidos a las comunidades tituladas, desde dos frentes, uno a corto plazo y otro a largo plazo.
En palabras de Donayre: “Los de corto plazo están enfocados al tema de la seguridad alimentaria, estamos desarrollando proyectos con el objetivo de disminuir los índices de anemia y desnutrición infantil, que son muy elevados en estas comunidades nativas. De la misma forma tenemos los proyectos a largo plazo, los cuales están enfocados a un contexto de agroexportación”.
En Loreto, la brecha de titulación equivale al 39.3 % de comunidades reconocidas. Es decir, 468 comunidades aún esperan por el reconocimiento legal de sus territorios, mientras se trabaja para disminuir estos números se debe ir planificando trabajos postitulación.
“Es un reto, que una vez cerrada la brecha de titulación, vamos a tener que entrar en ese segundo piso: el trabajo postitulación tiene que ver con emprendimientos y con remediación de los sitios contaminados por actividades petroleras. Pero a la vez a la luz de las nuevas necesidades y los nuevos retos que tiene la persona en el mundo, que también los tiene el individuo indígena, se tiene que concretar una línea verde de economía que nos permita insertarnos en la economía y el mercado, pero de una manera sostenible”, finaliza Jorge Pérez.
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