- Luego de ser galardonada con el premio Goldman, considerado el “Nobel Verde”, Liz Chicaje nos cuenta sobre su incansable trabajo a favor de los pueblos indígenas y la biodiversidad.
Por Angela Rodriguez / arodriguez@spda.org.pe
Un martes 8 de diciembre del año pasado recibió la noticia: había sido seleccionada como finalista para el Premio Medioambiental Goldman, recuerda emocionada Liz Chicaje Churay, lideresa indígena y defensora ambiental loretana, descendiente del clan “newat”.
Liz Chicaje, que en ese momento se encontraba en su comunidad Boras de Pucaurquillo -ubicada a unas 12 horas de viaje de la ciudad Iquitos- tomó la noticia con alegría, pero consciente de la nueva responsabilidad que implicaba tener la oportunidad de visibilizar las necesidades de las comunidades y buscar apoyo para estas.
“Teníamos que hacer un documental antes de la premiación y como siempre mi visión ha sido trabajar para las dos cuencas (Putumayo y Ampiyacu), decidí esta vez darle más visibilidad a la cuenca del Putumayo y trabajar el documental en El Remanso, que queda por el bajo Putumayo”, explica en conversación con Actualidad Ambiental.
Pero, de todo esto, ¿cuál era el beneficio para las comunidades?, se preguntaba la lideresa. “Al final una trabaja para las comunidades. Entonces, antes de hacer un documental o de cualquier trabajo en el que se pide que las comunidades participen, siempre tengo que preguntar eso”, comenta.
La organización del premio Goldman le explicó que, a partir del reconocimiento, las comunidades a las que representa podrían acceder a financiamiento para nuevos proyectos y, con esta promesa de nuevas oportunidades, ella aceptó.
¿Qué motiva a una lideresa y defensora ambiental?
A Chicaje la motiva el bienestar de las comunidades y su desarrollo. “He visto como a veces hay tanta necesidad en las familias”, señala y agrega que, si bien su lucha se ha basado en enfrentarse a las actividades ilegales que amenazaban sus territorio, bosques y recursos, siempre ha buscado que esto se alinee con una mejor calidad de vida para las personas como ella, que crecieron y viven del bosque.
“Nosotros también queremos que nuestros hijos tengan una educación, que estudien en una universidad o un instituto, pero eso es muy difícil. Entonces, lo que yo pienso, mis anhelos son buscar los beneficios para las comunidades, para que las familias estén mejor”, explica Chicaje, quien es madre de cinco hijos y, según señala, hace un enorme esfuerzo para costear la estadía en Iquitos de dos de ellos, que se encuentran estudiando en un instituto en esta ciudad.
“Mi primera lucha fue en mi mismo territorio, fue luchar contra el trabajo ilegal de la madera. Empecé con esta iniciativa porque veía que demasiada madera salía de mi cuenca, y me preocupaba ver que las familias que trabajaban entregando la madera no tenían nada de beneficio”, explica.
Frente a esta situación la defensora ambiental se preguntaba: ¿qué hacer para que esto deje de ocurrir? Entonces encontró la respuesta cuando asumió la presidencia de la Federación Nacional de Comunidades Nativas (Fecona) en 2015, desde el cual encabezó una lucha contra la tala ilegal en la cuenca del Ampiyacu.
Pero la misión que ella sentía tener no terminaba ahí. A la par de enfrentar la deforestación en su territorio, impulsó, de la mano de organizaciones aliadas, proyectos productivos. “¿De qué sirve que yo les diga que no trabajen eso (la madera de forma ilegal), pero no les dé otra alternativa de trabajo? Entonces, buscamos pequeños fondos para promover el trabajo, sobre todo lo relacionado a la artesanía o al aprovechamiento de la yuca”, agrega.
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Lucha contra la tala ilegal y por la creación de un parque nacional
El premio Goldman no es el primer reconocimiento que recibe Liz Chicaje. Ya en el 2018 había recibido el premio Franco-Alemán de Derechos Humanos y Estado de Derecho, también por su participación como una de las impulsoras de la creación del Parque Nacional Yaguas, iniciativa que apoyó pese a las amenazas que recibía.
“Tuvimos amenazas de quienes trabajaban en esa época la minería ilegal en el Putumayo. Don Benjamín y yo hemos recibido hemos recibido amenazas, felizmente no pasó nada”, recuerda y agrega que a Benjamín Rodríguez, otro defensor ambiental loretano, la gente lo defendía siempre, por lo que su fallecimiento el año pasado a causa de la pandemia del COVID-19 los afectó bastante.
“El que ya no esté nos afectó mucho, pero hay que decir que también dejó algo. Como él mismo dijo, nos dejó creando el parque nacional para el bienestar de las comunidades y eso nos da alegría y orgullo”, manifiesta con orgullo.
Hoy, el Parque Nacional Yaguas tiene tres años y, según explica Liz Chicaje, su existencia ha cambiado mucho la situación de la zona. Hoy las comunidades han notado cómo los recursos naturales abundan y hay más orden en la organización para el aprovechamiento de estos.
“Estas áreas nos ayudan mucho y si hay quienes están dudando en sus zonas de crear más áreas, no duden porque estarían perdiendo la oportunidad de fortalecer más su territorio y comunidades. Además, estas áreas nos permiten que nuestros productos se pueden vender con un valor agregado”, resalta.
“Mi meta es que la igualdad sea en conjunto”
Tras haber sido presidenta de la federación a la que pertenece su comunidad y de haber impulsado la creación de un parque nacional, la ganadora del premio Goldman ahora promueve el desarrollo económico de las comunidades de su cuenca, de la mano de otras mujeres de su comunidad, con quienes encamina un emprendimiento basado en la revalorización de sus saberes gastronómicos.
Estas mujeres procesan tapioca, fariña, almidón, ají negro y huasabe, organizadas en una miniempresa de la que Liz Chicaje es gerenta. Pero, al igual que muchos emprendimientos, han sido afectadas por la emergencia sanitaria. “Ahora, con la pandemia no tenemos pedidos. Esperamos recuperar este negocio porque nos estaba yendo bien”, se lamenta y agrega que el COVID-19 golpeó fuertemente a su comunidad, y causó la muerte de cinco personas.
Pese a esto, la lideresa sigue motivada a continuar con la iniciativa que impulsa actualmente y a seguir luchando por mejores condiciones de vida para sus comunidades. Además, adelanta que pronto también promoverá la capacitación de nuevos líderes, de los más jóvenes, porque no quiere que la juventud pierda esa visión de defender los derechos de sus pueblos y territorios.
“La juventud ahora debe saber que es importante asumir responsabilidades, pero con metas específicas, con una mirada hacia adelante para defender nuestros bosques y la Amazonía que tenemos, la riqueza del mundo que tenemos. Por eso, hago un llamado a la juventud para que tomen conciencia y sepan que sus líderes estamos acá para darles la ayuda y el soporte necesario”, concluye.
Datos:
- El Premio Medioambiental Goldman fue creado en 1989 por los líderes y filántropos Richard y Rhoda Goldman cívicos de San Francisco. Los ganadores son seleccionados por un jurado internacional a partir de nominaciones secretas remitidas por una red mundial de organizaciones e individuos ecologistas. Para obtener información adicional sobre el Premio y los ganadores anteriores, visite goldmanprize.org
- El Parque Nacional Yaguas se ubica en los distritos de Putumayo, provincia de Maynas, y en los distritos de Pebas, San Pablo y Ramón Castilla en la provincia de Mariscal Ramón Castilla, en Loreto.
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