- Diversas organizaciones participaron en el evento virtual “Lima merece los Merese”, donde se conocieron los avances respecto a este instrumento de conservación.
Con el fin de reflexionar sobre la implementación de los mecanismos de retribución por servicios ecosistémicos (Merese) en el país, conocer el rol los diversos actores en este tema y resaltar los retos pendientes, Aquafondo realizó el conversatorio virtual “Lima merece los Merese”, un evento que reunió a representantes del sector público y privado, sociedad civil y academia.
Como se recuerda, los Merese son –tal como lo señala el Ministerio del Ambiente (Minam)– instrumentos e incentivos para generar, canalizar, transferir e invertir recursos económicos, financieros y no financieros, a través de un acuerdo voluntario entre los contribuyentes y retribuyentes al servicio ecosistémico. Con los Merese se garantiza la conservación, recuperación y uso sostenible de las fuentes de los servicios ecosistémicos, como por ejemplo el agua potable.
“Lima necesita agua y mejorar el acceso al servicio de abastecimiento de agua potable, y para ello es preciso que las empresas que brindan este servicio inviertan en conservar y restaurar las fuentes de agua que son su materia prima, con el propósito de darle confiabilidad al servicio de abastecimiento de agua potable”, señaló Mariella Sánchez, directora ejecutiva de Aquafondo.
“Una forma de vincular a las empresas con su cuenca y de contribuir con la manutención de los servicios ecosistémicos hídricos es, precisamente, a través de la implementación de los Merese, que está diseñado para que la EPS, en este caso Sedapal, retribuya a la provisión de un servicio ecosistémico, principalmente hídrico, considerando que constituye un incentivo a la acción colectiva de la población aguas arribas, y requiere la coordinación de varios actores para evitar resultados no deseados por la sociedad”, agregó la especialista en su presentación.
[Ver además ► Fuentes de agua amenazadas: bofedales son depredados ante vacíos legales]
Proyectos para Lima
En el evento, Silvana Vargas, de la Dirección Académica de Responsabilidad Social (DARS) de la PUCP, resaltó las acciones que se están realizando desde Sedapal para la ejecución de proyectos relacionados a los Merese, como por ejemplo el Proyecto Ecosistémico Milloc, que tiene como fin recuperar y conservar uno de los ecosistemas que proveen de agua a la capital peruana: los humedales de Carampoma, en la provincia de Huarochirí.
Alonzo Zapata, jefe del Equipo de Gestión Ambiental y Servicios Ecosistémicos de Sedapal, informó sobre los proyectos relacionados a la protección de los ecosistemas que están ligados a las cuencas de los ríos Chillón, Rímac, Lurín y Alto Mantaro, que proveen agua a más de diez millones de personas.
Zapata resaltó el trabajo que se realiza con las cerca de 80 comunidades campesinas, con las que se trabaja y coordina de manera frecuente para establecer plataformas de buena gobernanza. Asimismo, explicó que estos proyectos son posibles gracias al 1% de lo recaudado en la tarifa mensual del agua.
Entre los proyectos, el funcionario de Sepadal mencionó a Milloc como el primer proyecto Merese, que tiene una inversión de 3.2 millones de soles, y que hoy se encuentra en etapa de convocatoria para ejecución de obra. La ejecución en sí, se realizaría para fines del cuarto trimestre de este año, pero dependerá de la emergencia sanitaria decretada por el Gobierno debido a la pandemia generada por el COVID-19.
El proyecto tiene como fin mejorar la cobertura vegetal en la microcuenca de Milloc, generar buenas prácticas de manejo ganadero, diseñar estrategias de conservación en los ecosistemas y regeneración de bofedales, fortalecer las capacidades para la gestión sostenible e implementar un sistema de monitoreo y evaluación de los impactos del uso del suelo sobre los servicios ecosistémicos hídricos.
Zapata también mencionó los Proyectos de San Juan de Iris (inversión de S/ 7 millones), relacionado a la recuperación de bofedales y pajonales; así como los proyectos Huamantanga (S/ 10 millones) y Laraos (S/ 2.3 millones), relacionados al fortalecimiento de las actividades económicas de las poblaciones y la conservación de la infraestructura ancestral.
El funcionario también anunció que existen otros siete nuevos proyectos a cargo de organizaciones civiles y la Universidad Tecnológica del Perú (UTEC), que se impulsan desde el Proyecto Infraestructura Natural para la Seguridad Hídrica (INSH), con una inversión de S/ 13.7 millones. En este caso, Zapata reconoció el buen relacionamiento que existe entre las ONG con las comunidades debido al trabajo de campo que se realiza.
En el panel participaron además Iván Lucich, presidente ejecutivo de SUNASS; Francisco Dumler, presidente de Sedapal; Luis Marino, director general de Economía y Financiamiento Ambiental del Minam; Nicole Bermex, profesora principal de Geografía y Medio ambiente de la PUCP; Ingmar Obermann, director de Agua y Saneamiento de la Cooperación Alemana (GIZ); Carolina García, gerente regional de Sostenibilidad de Backus; e Isabel Calle, directora ejecutiva de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA).
Retos y oportunidades
En el conversatorio, Isabel Calle, directora ejecutiva de la SPDA planteó cuatro retos y oportunidades respecto a los Merese, en base al trabajo que realiza la organización que representa a través del Proyecto Infraestructura Natural para la Seguridad Hídrica (INSH).
Según la especialista, uno de los principales retos es la protección de nuestra infraestructura natural, por ejemplo las fuentes de agua como los humedales y bofedales que son depredados en las alturas de Lima. En ese sentido resaltó el reportaje de Ojo Público que denuncia la afectación de los bofedales de Santiago de Carampoma.
Para proteger estos ecosistemas, Isabel Calle destacó que es importante evidenciar el problema, por ejemplo a través de informes periodísticos; implementar estrategias de protección; y, finalmente, desarrollar mecanismos de protección legal para enfrentar las actividades que depredan los ecosistemas.
El segundo reto, según Calle Valladares, es reconocer que los proyectos de inversión pública no necesariamente responden a la naturaleza de la infraestructura natural, que es muy distinta a la infraestructura gris. “Es necesario repensar y evaluar cómo es que necesitamos hacer unos cambios que permitan que tengamos inversiones ágiles, efectivas y que respondan a esta problemática de depredación de los ecosistemas”, explicó la especialista de la SPDA.
El tercer reto está vinculado a las modalidades de ejecución. En ese sentido, resaltó que en el tema de transferencia de fondos se está yendo por buen camino al optar por Profonanpe como un actor importante, debido a su reconocida experiencia con las áreas naturales protegidas.
“Creo que implementar y lograr una transferencia de fondos a Profonanpe va a ser un éxito no solamente para Sedapal y otros actores involucrados, sino para la propia población que será beneficiada”, afirmó.
Finalmente, como cuarto reto, destacó que en el caso de los Merese debemos ver más allá de la propia infraestructura natural, en este caso a las comunidades que se encargan de mantener estos ecosistemas y enfrentar a quienes intentar depredarlos.
“Se requiere que, al momento de desarrollar las diferentes modalidades, seamos conscientes de la necesidad de priorizar beneficios no solamente hídricos, sino también beneficios para las comunidades que están desarrollando este trabajo de protección, de conservación”, manifestó la especialista de la SPDA.
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