Las turberas son una clase de humedal que tienen la facultad de almacenar grandes cantidades carbono; incluso, la capacidad de sumidero de este elemento es 100 veces mayor que la de los bosques tropicales. Esto los convierte en una gran arma para enfrentar el cambio climático, cuya fuente de crecimiento es la emisión de gases de efecto invernadero.
Este tipo de ecosistema abunda en nuestro escenario. Perú es el segundo país en el mundo con mayor extensión de turberas, luego de Indonesia, según información del Ministerio del Ambiente.
Para poder investigar a mayor profundidad y proteger a las turberas del mundo, el Perú junto a la República Democrática del Congo e Indonesia han conformado la Iniciativa Global Peatland. Dicho proyecto internacional fue presentado en la Conferencia de las Partes en Bonn, Alemania (COP23).
Durante la presentación de las turberas en la COP23, Elsa Galarza, nuestra ministra del Ambiente, destacó el complejo de humedales del río Pastaza (región de Loreto). “Se estima que el carbono capturado es alrededor de 300 mil millones de toneladas métricas. Ya hemos iniciado, desde el Minam, el proceso para gestionar de manera sostenible este humedal, a través del trabajo conjunto de las autoridades regionales y locales”, señaló.
Según la ministra Galarza, el llamado “Abanico del Pastaza”, que cuenta con un área de 3.8 millones de hectáreas, es considerado el humedal más grande del Perú. La titular del Ambiente señaló también que la Iniciativa Global Peatland ayudará a contabilizar el potencial total de las turberas a lo largo de todo el humedal, lo que permitirá diagramar una estrategia de trabajo eficaz para su conservación y aprovechamiento sostenible.
Dato:
El Fondo Nacional para Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Profonanpe) está accionando “Construyendo Resiliencia en los Humedales de la Provincia Datem del Marañon”, el primer proyecto a nivel mundial financiado por el Fondo Verde por el Clima.
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