- Satélite enviado la espacio por la NASA reemplazará al Landsat 7 y se unirá al Landsat 8 para registrar imágenes del planeta.
- Desde hace 50 años, estos registros sirven en la toma de decisiones respecto a recursos como el agua y los bosques.
El pasado lunes, la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) lanzó al espacio el Landsat 9, un moderno satélite que ayudará a monitorear la Tierra como lo han hecho sus predecesores durante 50 años, a través de imágenes gratuitas de diversos ecosistemas.
Según informó la NASA, el Programa Landsat, que trabaja en conjunto con el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, en inglés), es el proyecto más antiguo para la adquisición de imágenes satelitales de la Tierra. A partir de los datos registrados, se puede –por ejemplo– detectar la huella de las actividades humanas y medir los efectos del cambio climático.
El Landsat 9 reemplazará a Landsat 7 y se unirá al Landsat 8 en la tarea de recopilar datos de todo el planeta cada ocho días. Estos datos servirán para la toma de decisiones respecto a la administración de recursos como los cultivos, el agua y los bosques.
Para conocer más sobre la importancia de estos satélites y sus beneficios para la protección de nuestra biodiversidad, Actualidad Ambiental conversó con Sidney Novoa, director de Tecnologías para la Conservación de ACCA, quien nos explicó además cómo el registro de estas imágenes están ayudando en la lucha contra los delitos ambientales.
¿Por qué el lanzamiento del Landsat 9 se considera un hecho histórico o importante para la humanidad?
El lanzamiento de un satélite de observación terrestre siempre es una buena noticia, en especial si este llega a su órbita sin ningún inconveniente. Son muchos los ejemplos por los cuales es considerado un hecho importante para la humanidad. Por mencionar algunas de sus aplicaciones, a través de los satélites de observación terrestre podemos conocer la extensión de las enormes áreas agrícolas y de cómo una enfermedad o un evento climático extremo puede tener un impacto sobre estas áreas. También nos sirven para conocer el estado de preservación de nuestros ecosistemas naturales, de los cuales dependen muchas poblaciones locales. Gracias a los satélites de observación terrestre se han mejorado las decisiones respecto a la planificación y ordenamiento territorial en todo el mundo.
¿Cómo ayuda el satélite en el monitoreo de espacios biodiversos como los bosques, nevados y otros?
Los satélites sirven efectivamente para el monitoreo de todos estos ambientes indicados. Ellos pasan regularmente cada cierto tiempo sobre un mismo punto. Landsat 8, que está actualmente en órbita pasa cada 15 o 16 días; al tener Landsat 9 en el espacio, podremos reducir a cada 8 días la ventana de tiempo para tener información sobre un mismo punto del espacio. Y si a ellos sumamos los satélites Sentinel de la agencia Europea (ESA), esta ventana de tiempo se reducirá mucho más, a tres o cuatro días. Con esa frecuencia se hará un monitoreo más efectivo de lo que puede estar sucediendo, por ejemplo, con los bosques tropicales de la Amazonía, con lo cual los sistemas actuales de monitoreo, como el que realiza el Programa Nacional de Conservación de Bosques del Ministerio del Ambiente (Minam) o incluso los de la sociedad civil, como la iniciativa MAAP de Conservación Amazónica, serán repotenciados.
Lo mismo sucede con el monitoreo de glaciares y ecosistemas altoandinos, donde si bien sus dinámicas son mucho más lentas, también se aplica el análisis de información satelital para ver la expansión y contracción de estas nieves de montaña. Respecto a los usos, por supuesto, tienen aplicaciones más amplias vinculadas a la gestión territorial, planificación urbana, gestión de riesgos y desastres, e incluso están muy vinculados al estudio de las epidemias como las que estamos viviendo actualmente.
En el caso de la Amazonía: ¿cómo han ayudado las imágenes satelitales en la lucha contra los delitos ambientales?
Landsat es un programa que viene generando información desde hace 40 años. Durante todo ese tiempo ha generado información sobre la cobertura terrestre y de sus cambios. Con esta información histórica, podemos concluir sobre el estado de conservación de un área que puede estar siendo amenazada por alguna actividad. Por esa razón sabemos, por ejemplo, que la minería ilegal que detectamos con el satélite en la región Madre de Dios, no amenaza áreas degradadas, sino lo hace directamente al bosque primario. Desde el espacio podemos ver diferentes patrones que están asociados a los delitos ambientales, una línea recta que atraviesa un manto verde de la región amazónica podría tratarse de una carretera ilegal, para lo cual, además de las imágenes de satélite, hace falta información oficial que ayude a determinar la legalidad de los hallazgos.
¿Qué tanto usa el Estado este tipo de herramientas para la protección de nuestra biodiversidad?
El Estado peruano tomado diversas decisiones en criterios técnicos que se desprenden de la interpretación de imágenes de satélite. Gracias a los satélites se pudieron establecer algunos criterios para la priorización de áreas de conservación que luego fueron establecidas como áreas protegidas. Son la base de la gestión y planificación territorial, y son utilizados, entre otras cosas, para la producción de alertas tempranas de deforestación, que es un sistema de alerta sobre pérdida de bosque que es utilizado por comunidades locales y pueblos indígenas
¿Antes del satélite cómo se monitoreaban estas áreas? ¿Se siguen usando, por ejemplo, los sobrevuelos? ¿En algunos casos es mejor usar los sobrevuelos?
Antes de los satélites no se monitoreaban las áreas, al menos no en la escala en la que se hace actualmente. Algunos datos provenían de registros de personas que visitaban las áreas presencialmente, pero con todas las limitaciones y costos que eso conlleva. Los sobrevuelos son usados cada vez menos para estas actividades debido a sus elevados costos.
¿Acceder a la información de estos satélites en sencillo y gratis?
La gran revolución del mundo de observación terrestre fue brindar la información de manera gratuita. Una imagen de Landsat en sus misiones pasadas (Landsat 4 y 5) tuvo costos elevados, lo cual restringía mucho a los científicos quienes podían acceder a estos recursos. Ya en la década de 1990, cuando las imágenes empezaron a ser gratuitas, se elevaron exponencialmente el número de usuarios y aplicaciones. Actualmente se mantiene este mismo espíritu (de ser gratuitas) y solo basta catastrarse en algunos de los portales espaciales que brindan esta información de libre acceso.
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