- Reportaje de Salud con Lupa resalta el actual del estado de este espejo de agua que necesita una urgente protección.
La laguna Conococha, ubicada a 4050 metros sobre el nivel del mar en la provincia de Recuay (Áncash), es reconocida por ser el origen del río Santa, el más emblemático de la región que recorre todo el Callejón de Huaylas, hasta llegar al mar.
Este espejo de agua es indispensable para diversos usos, como la agricultura, agua potable y hasta para la hidroeléctrica Cañón del Pato; sin embargo, en los últimos años se ha incrementado la contaminación en este cuerpo de agua y se ha reducido su nivel. Según un reportaje del portal Salud con Lupa, la laguna está afectada por desagües y el estiércol del ganado de la zona, por lo cual se necesita que las autoridades tomen medidas urgentes para proteger esta fuente de agua.
De acuerdo al informe, esta laguna ha entrado a un proceso de eutrofización (aumento excesivo de nutrientes, especialmente de nitrógeno y fósforo) a causa de los desechos tanto de las personas como de los animales. Esto ha provocado el crecimiento descontrolado de algas que cubren la superficie de la laguna y que evitan que la luz solar llegue a las capas inferiores, lo que reduce la calidad del agua y la biodiversidad. Sin oxígeno en el agua, las especies mueren y las algas tóxicas podrían causar enfermedades.
“La laguna tiene una contaminación alta. Uno, por la reducción del espejo del agua, otro por los residuos sólidos como también por la alta carga de nutrientes. Cuando uno visita la zona, hay plásticos, cartones, todo lo que la población va generando”, explicó Yanet Gonzales, ingeniera ambiental del Gobierno Regional de Áncash.
¿Qué pasa con las lagunas cubiertas con algas verdes?
Ante el estado de la laguna, líderes de la comunidad de Cátac, alcaldes y funcionarios del Callejón de Huaylas, del valle de Tablachaca, la junta de regantes y responsables del proyecto Chinecas y Chavimochic se han reunido periódicamente desde 2021 para trabajar por la recuperación de los bofedales de Conococha, ubicados alrededor de la laguna en un área de 3666.46 hectáreas dentro de la subcuenca de la quebrada Shacsha, al extremo sur de la cuenca del río Santa.
“No esperemos sufrir un déficit hídrico severo para recién comenzar a interesarnos por el agua. Recuperar los ecosistemas degradados en la cabecera de la cuenca demora un periodo mínimo de 10 años, estamos a tiempo”, dijo en ese momento la exalcaldesa Olga Ramírez.
En julio de 2024, el Congreso de la República aprobó la ley para la protección, conservación y uso sostenible de los humedales en Perú. Una norma que eleva el rango de protección de los humedales al ser de mayor jerarquía que el decreto supremo del Ministerio del Ambiente que, en 2021, estableció disposiciones generales para la gestión multisectorial y descentralizada de los humedales.
Francisco Rivasplata, especialista del Programa de Política y Gobernanza Ambiental de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), explicó que “la nueva legislación identifica mejor a las autoridades competentes para la gestión integral y articulada de los humedales, sobre todo con enfoque multisectorial frente a las necesidades que el humedal pueda tener”.
Ecosistema frágil
Actualmente, el Gobierno Regional de Áncash, el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) y Administración Técnica Forestal y de Fauna Silvestre de Áncash (ATFFS Áncash) buscan que la laguna Conococha sea declarada un ecosistema frágil como parte de las medidas para acelerar su protección.
En ese camino, la Gerencia Regional de Recursos Naturales y Gestión Ambiental de Áncash trabaja en la actualización de un inventario de especies de flora y fauna. Para ello, la ingeniera ambiental Yanet Gonzales visitó durante dos jornadas la laguna en febrero de este año. Su registro fue de 28 aves, 1 mamífero y dos especies de cactáceas. “Pero es insuficiente. Debemos volver para hacer un trabajo de campo más completo”, señaló.
Según el reportaje, el futuro de este cuerpo de agua es responsabilidad compartida de varias entidades del Estado. Los municipios que están en el área y el gobierno regional de Áncash tienen en sus manos la gestión y conservación. Además, los ministerios del Ambiente y Desarrollo Agrario pueden tener programas específicos para la mejora del ecosistema, y la participación de las comunidades que viven alrededor de la laguna será crucial para cualquier esfuerzo de conservación.
“Si no se toman acciones pronto, lamentablemente, Conococha dejará de ser un hermoso espejo de agua y podría extinguirse. Yo conocí desde niña este humedal y es muy notorio su cambio”, apunta la investigadora Estefany Delgado.
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