Escribe Pablo Peña / Programa Forestal y Programa de Conservación de la SPDA
Twitter: @pablopenaa
Conservar los bosques, lagunas y animales únicos de nuestros mejores espacios naturales no es tarea fácil. Este es el rol le compete al Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (SERNANP). Esta institución ha avanzado mucho en los últimos años para lograr proteger efectivamente las áreas naturales protegidas que tiene a su cargo. Un ejemplo es el mayor presupuesto con el que cuenta, S/. 3.62 por hectárea que, aun siendo insuficiente, comparado con el que tenía INRENA entre 1999 – 2008 en promedio por hectárea de tan solo S/. 0.50, es bastante mejor. El reciente libro de SPDA Fiscalización Ambiental: Recomendaciones para un Fortalecimiento Integral explora cómo SERNANP ejerce su competencia de fiscalización ambiental y propone ajustes para hacerla más efectiva.
[Acceder al estudio completo aquí]
Con más de 1,000 funcionarios, SERNANP tiene a su cargo 64 áreas naturales protegidas de administración nacional y 12 zonas reservadas. Al frente de la línea están alrededor de 500 guardaparques; un verdadero batallón de la conservación peruano que, a pesar que muchas veces no cuentan con las condiciones ideales, deben asegurar la conservación de 19.5 millones de hectáreas del Perú, o más del 15% de nuestro territorio nacional. Sólo esto, sin contar las millones de hectáreas en zonas de amortiguamiento, equivale a 39 mil hectáreas por cada guardaparque, obviamente una cifra imposible por lo cual SERNANP prioriza las zonas a las cuales vigila con más celo.
A veces, personas incumplen las normas de SERNANP y este tiene la facultad y deber de emitir sanciones adecuadas. Sancionar es siempre un arma de última instancia pero necesaria; el objetivo es detener amenazas antes que ocurran daños y disuadir a quienes tengan la intención de dañar el área para que desistan. El reciente estudio publicado por SPDA muestra que, de 76 áreas naturales protegidas de administración nacional y zonas reservadas, SERNANP sólo ha registrado infracciones en 16 de ellas, entre el período 2011-2014.
En total, SERNANP registra 155 sanciones, de las cuales un poco más de la mitad son multas y el resto amonestaciones. Las multas van desde montos muy pequeños, como 1.81% de la UIT en el 2011 (alrededor de S/. 65), por ingreso sin autorización, hasta muy grandes de 2,000% de la UIT en el 2012 (S/. 73,000) por destrucción de ecosistemas. De todas las infracciones, la más común ha sido ingresar a un área natural protegida sin autorización, con 104 ocurrencias sancionadas (entre amonestaciones y multas). En total, todas las multas ascenderían a cerca de S/. 400,000 en cuatro años. En relación con la extensión de territorio que tiene que proteger y comparado con las sanciones ambientales de otras instancias como OEFA, este monto es bastante pequeño.
A pesar de las multas impuestas, la meta de asegurar la conservación de todas nuestras áreas naturales protegidas aún no está asegurada. Es importante que SERNANP continúe sancionando actividades ilegales pero además que consolide su rol de fiscalizador ambiental, ejerciendo supervisión efectiva y previa a las actividades que se realicen en las áreas naturales protegidas a su cargo y sus zonas de amortiguamiento. Para esto, es clave que el Estado asigne todas las herramientas que necesita SERNANP, como mayores recursos financieros. Después de todo, ¿cuánto estamos dispuestos a invertir para que nuestros mejores espacios naturales, como el Manu o Paracas, estén ahí para nuestro futuro y el de nuestros hijos?
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