- Los jóvenes de América Latina y el Caribe tendrán espacios de participación en la COP3 de Escazú, en Santiago Chile.
- En este artículo conoce por qué es importante que los Estados consideren a las juventudes como un sector clave en las decisiones de asuntos ambientales.
Escribe: Diana Suárez / Programa de Política y Gobernanza Ambiental de la SPDA
Cambio climático, contaminación de los océanos, pérdida de reservas de agua, desastres naturales, son algunos de los temas emergentes que se exponen diariamente en los medios y plataformas de información. Estas noticias están acompañadas de cifras desalentadoras, que son el resultado de las acciones del ser humano, de las industrias y de los Estados por décadas.
Estos problemas generan un entorno inseguro e incierto en los más jóvenes, pues afecta directamente sus medios de vida y el modo en el que se desarrollan. Pero, al mismo tiempo, cada vez crece también la generación de jóvenes e, incluso, de infantes que asume una postura activa frente a los daños ocasionados al planeta y que exige participar en los procesos de toma de decisiones sobre asuntos que pueden repercutir en su derecho humano a vivir en un ambiente sano y equilibrado, exigiendo, por tanto, una justicia intergeneracional.
Si bien el Derecho Ambiental Internacional y diversos tratados internacionales sobre derechos humanos y ambiente han incorporado principios como el de desarrollo sostenible y equidad intergeneracional, lo cierto es que, históricamente, los niños, adolescentes y jóvenes no han sido considerados por los Estados en las decisiones políticas de más alto rango y, peor aún, cuando se trata de temas sobre el desarrollo de la economía, las industrias y los ecosistemas.
Hoy en día tenemos tratados internacionales como el Acuerdo de Escazú que, al tener como uno de sus componentes centrales la participación ciudadana en materia ambiental, brinda espacios para que estos actores de la sociedad puedan informarse, involucrarse y alzar sus voces.
El Acuerdo de Escazú y la equidad intergeneracional
El Acuerdo de Escazú es el primer tratado en América Latina y el Caribe que versa sobre derechos humanos y ambiente. Entró en vigor en el 2021 y tiene como objetivo garantizar los derechos de acceso a la información, participación pública y justicia en temas ambientales; así como el fortalecimiento de capacidades y la cooperación, con el fin de contribuir a la protección del derecho de cada persona, de las generaciones presentes y futuras a vivir en un ambiente sano y al desarrollo sostenible.
El tercer artículo del Acuerdo de Escazú desarrolla los principios que dirigen a las Partes para su aplicación. Uno de ellos es la equidad intergeneracional. Conforme se precisa en la “Guía de implementación del Acuerdo de Escazú”, este principio refleja la idea fundamental de justicia y equidad intergeneracional bajo el supuesto de que se comparte el planeta con generaciones pasadas como futuras.
De esta manera, cada una de estas generaciones tiene el deber de proteger y mantener el ambiente de tal forma que las generaciones que están por venir también tengan, por lo menos, las mismas condiciones en su entorno. Por ello, este principio está enlazado con el de desarrollo sostenible, al cual se han adherido países de todo el mundo.
Ahora bien, por la naturaleza misma del acuerdo, su construcción, desarrollo e implementación demandan procesos participativos de consulta al público con un enfoque intercultural e intergeneracional. Esto ha exigido que el grupo al que pertenecen los jóvenes, junto con los adolescentes e infantes, tengan la oportunidad de un espacio estratégico en el que puedan informarse, asociarse, involucrarse y aportar con sus experiencias, preocupaciones y propuestas sobre la mejor manera de conducir los asuntos ambientales para que un entorno saludable esté garantizado en el futuro.
Participación de niños, adolescentes y jóvenes en la COP3 de Escazú
Los días 22, 23 y 24 de abril se celebrará la Tercera Conferencia de las Partes del Acuerdo de Escazú (COP3)en Santiago de Chile. Se espera que, en esta conferencia, el Comité de Apoyo y Cumplimiento pueda evaluar su implementación en los Estados parte, y que se pueda aprobar el borrador del “Plan de acción regional sobre personas defensoras de derechos humanos en asuntos ambientales”.
La Secretaría del Acuerdo de Escazú, a cargo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), ha reservado espacios para la participación de la sociedad en general, por lo que se espera que el enfoque intergeneracional e intercultural del instrumento esté reflejado en el público asistente.
Por su parte, en el marco de la COP3, la Secretaría ha diseñado espacios paralelos llamados “Pre COP Escazú”, con un segmento especial de infancias, adolescencias y juventudes, el cual viene implementando distintos mecanismos de participación: una consulta virtual al plan de acción, llevada a cabo el 2 de abril; una actividad lúdica titulada “Desde las niñeces, adolescencias y juventudes presentes por la justicia ambiental”, que se realizará el 20 de abril; y, al mismo tiempo, una jornada de “Infancias, adolescencias y juventudes por el Acuerdo de Escazú”, que será el 21 de abril. Para ello, diversas organizaciones, como UNICEF, vienen contribuyendo al mejor desarrollo de estos eventos paralelos, liderando espacios y consolidando aportes de estos grupos para que sean llevados a la COP3, en manifestación de la democracia ambiental.
Sobre los Champions de Escazú
Desde la Iniciativa de Acceso (TAI, por sus siglas en inglés) y con el coliderazgo de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA) y la organización Ambiente y Sociedad, el año pasado se desarrolló la segunda edición de la iniciativa Champions de Escazú, con el objetivo de convocar a representantes líderes de juventudes de América Latina y el Caribe para que, en su calidad de Champions de Escazú, contribuyan con la promoción del Acuerdo en sus respectivos países, a través de la ejecución de diversas iniciativas, según sea el caso del país de origen de cada Champion.
Luego de un arduo proceso de mentorías y formulación de iniciativas, de un total de 70 postulantes y de 33 preseleccionados, se eligieron a 7 Champions de Escazú de Perú, Bolivia, Brasil, Honduras, Colombia y México.
En ese contexto, la SPDA viene promoviendo la participación de las y los 7 Champions en la COP3 de Escazú, así como en sus eventos preparatorios y paralelos, con la finalidad de que, por un lado, lleven a su países mensajes fuertes sobre la necesidad de priorizar, ratificar e implementar el Acuerdo y, por otro lado, puedan elevar sus voces y preocupaciones en este importante espacio, promoviendo la justicia intergeneracional y la consolidación de la democracia ambiental.
Los jóvenes como agentes de cambio
En definitiva, los jóvenes son agentes del ahora y es necesario que sean escuchados, visibilizados y tomados en cuenta en las decisiones políticas de más alto nivel. Y más aún en un escenario mundial donde las pérdidas de ecosistemas y amenazas al ambiente avanzan a un ritmo acelerado con consecuencias irreversibles.
Su rol protagónico no se agota en ser solamente actores receptores de información, sino que su participación activa será esencial para cerrar la brecha intergeneracional. Esto les permitirá ser actores claves en los debates de políticas públicas, que están directamente relacionados con la formación de institucionalidad que brinda soporte de los derechos humanos. Por tanto, el involucramiento que tengan en la próxima COP3 podrá sentar las bases para que este modelo de participación con equidad intergeneracional pueda ser replicado en todos los países de la región.
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