El lago Chinchaycocha está situado en la Pampa de Junín o Meseta de Bombón, en la región Junín. Por su extensión (abarca 53 mil hectáreas) es el segundo lago más grande del Perú y por su altitud (4 100 m.s.n.m.) es considerado el más alto del mundo. Pese a estas características que motivarían a su conservación, este espejo de agua está muriendo debido a relaves mineros que contaminan sus aguas con plomo, zinc y cobre.

Según el reportaje de Panorama, el lago recibe desde hace cuarenta años residuos de actividades formales. “Estos (las mineras) han hecho riqueza en el Perú a costa del daño ambiental, a costa de la salud de los pobladores que se ubican en el circuito del lago Chinchaycocha. Han hecho dinero dañando el medio ambiente”, expresó Luis Alberto Solorzano, alcalde provincial de Junín.

“Junín tuvo la rana gigante y ya no existe. Desapareció hace 20 años, teníamos 157 variedades de aves de las que quedan solo 40 especies nomás. Ha habido un ecocidio lamentable”, añadió Solorzano.

Ante el hecho, Juan Narciso del Ministerio del Ambiente (Minam), señaló que “las empresas que son responsables de hacer estas actividades, en los próximo dos años tienen que desarrollar las actividades que permitan eliminar el contaminante que llega al río San Juan y al lago Chinchaycocha”.

“Se han desarrollado 35 procesos sancionadores, de los cuales 29 ya están culminados.
Se han sancionado a 4 mineras, pero siguen contaminando y pueden ser suspendidas”, agregó Narciso.

El alcalde de Junín hizo una llamado a las autoridades como el Minam y la Fiscalía de la Nación para que detengan la contaminación en esta zona que en años anteriores fue un importante foco turístico y ahora solo es un abastecedor de agua para la hidroeléctrica del Mantaro y para el valle del mismo nombre, el cual también recibe el líquido elemento para cosechas y ganado que estarían siendo contaminados.