- El informe analiza puntos importantes como el uso de combustibles fósiles, la producción de metano y de CO2, la ganadería y dieta con bajo impacto para el planeta.
El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) presentó su tercer informe sobre la crisis climática que padece el mundo junto a una serie de soluciones. Siguiendo la línea de los documentos antecesores, este último trabajo enfatiza en la reducción del uso de combustibles fósiles para evitar el incremento de 1.5 grados Celsius de cara al 2050.
“Es ahora o nunca” es la premisa del informe, una advertencia a fin de evitar que las emisiones de gases globales de efecto invernadero no alcancen su máximo. Para ello se recuerda lo sucedido en 2015, cuando se firmó el Acuerdo de París a fin de llegar al 2100 con un escenario lejano a un incremento que fuera irreversible.
«Nos encontramos en una encrucijada. Las decisiones que tomemos ahora pueden asegurar un futuro habitable. Tenemos las herramientas y los conocimientos necesarios para limitar el calentamiento”, precisa el presidente del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), Hoesung Lee.
Basado en más de 18 mil publicaciones científicas, el informe se centra los problemas climáticos principales y la mitigación de estos, empezando por el uso de combustibles fósiles, la producción de metano y de CO2, la ganadería y dieta con bajo impacto para el planeta y la transición a ciudades más verdes.
Respecto al uso de combustibles fósiles, el mensaje es claro: reducirlo. Para ello se deben tomar acciones drásticas, como decirle adiós al carbón, el petróleo y el gas para el 2050. De continuar con las emisiones actuales de estas industrias, el objetivo de 1.5 de grados Celsius será imposible de alcanzar.
Cabe señalar que este campo ha sufrido un retroceso debido al apoyo de muchos gobiernos a las industrias petroleras a fin de frenar la subida de precios en la gasolina por la guerra en Ucrania. El informe indica que el frenar las subvenciones reduciría las emisiones en un 10% de aquí al 2030. ¿La solución? Continuar con las labores de transición a energías renovables.
«A pesar de que persisten desafíos operativos, tecnológicos, económicos, regulatorios y sociales, han surgido una variedad de soluciones sistémicas para acomodar grandes cuotas de energías renovables en el sistema energético», señala el informe.
António Guterres, secretario general de Naciones Unidas, coincide con este punto, y hace énfasis en la importancia “de dejar de quemar nuestro planeta y comenzar a invertir en la abundante energía renovable que nos rodea».
Sobre la producción de metano, se precisa que este tiene un poder de calentamiento mucho mayor a otros gases contaminantes (hasta 21 veces más potente que el CO2 en un periodo de 100 años), por lo que es importante reducir un tercio de sus emisiones que no solo provienen de combustibles fósiles, sino de las secreciones de ganado bovino y ovino, así como de vertederos y fuentes naturales de este gas.
Se espera que las reducciones en metano oscilen entre 43% de aquí al 2030 y mejor con una disminución de 84% al 2050. Cabe señalar que entre el 2010 y 2019 hubo niveles muy altos de emisiones, los cuales han bajado, en mayor medida, por la pandemia.
«La reducción de emisiones para abordar la crisis climática debería estar al nivel de lo observado durante la pandemia, pero año tras año, algo que mejoraría nuestra calidad de vida sin necesidad de una crisis sanitaria a nivel mundial», indicó Diana Urge-Vorsatz, científica y miembro del panel del IPCC.
Respecto al tema de lograr bajas emisiones de CO2, el informe precisa que “la eliminación de dióxido de carbono (RDC) es necesaria para lograr un nivel cero de emisiones de CO2 y de gases de efecto invernadero, tanto a nivel mundial como nacional”.
Sobre la agricultura, si bien esta puede generar grandes reducciones de emisiones y eliminar carbono, no puede compensar el retraso en otros sectores, como el caso de las industrias fósiles. Mientras que la industria ganadera (contaminante y con grandes niveles de deforestación), se plantean acciones individuales como “dietas saludables y sostenibles” basadas en plantas.
En esta línea situamos las conocidas estrategias del lado de la demanda, que incluyen dietas basadas en plantas, los vehículos eléctricos o la movilidad sin coches. Estas son acciones individuales que los expertos estiman podrían reducir las emisiones de CO2 entre un 40% y un 70% para 2050.
“Los cambios rápidos y profundos en la demanda facilitan que todos los sectores puedan reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a corto y medio plazo», indica el informe.
Hay que tener en cuenta que los hogares con ingresos del 10% más alto contribuyen hasta el 45% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero, siendo las industrias las principales de contaminación del mundo.
Comments are closed here.