Incendios forestales en los Andes: ¿qué los está generando y cómo se pueden evitar?
jueves 19 de septiembre, 2024
- Piero Rengifo, especialista de Conservamos por Naturaleza, señala que los incendios forestales en la región andina están vinculados a actividades humanas como la expansión agrícola mediante quemas no controladas, y las creencias locales que las promueven. Además, las condiciones climáticas adversas y la topografía montañosa agravan la situación.
Perú atraviesa una crisis de incendios forestales de gran magnitud. A la fecha, se han registrado un total de 234 incendios forestales en el país, con 34 incendios activos en ese momento.
Los incendios han impactado a 22 regiones del país, y Cusco, Huancavelica, Huánuco, Amazonas y Madre de Dios son las más afectadas. Los siniestros han dejado un saldo de 16 fallecidos y más de 1800 damnificados, y al menos 3300 hectáreas se han perdido, tanto de ecosistemas naturales como tierras agrícolas. ¿Qué está causando esta crisis sin precedentes?
Factor humano
De acuerdo con el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), las causas de los incendios forestales en Perú varían según la región. Por ejemplo, en la Amazonía están principalmente asociados a la expansión de la agricultura comercial y la agricultura migratoria, mientras que en la región andina e interandina las causas suelen ser la quema de pastos, el sobrepastoreo y la a quema de vegetación para el manejo de chacras en terrenos de difícil acceso.
Según Piero Rengifo, especialista de Conservamos por Naturaleza, en el caso de la región andina los incendios forestales de este año están asociados a actividades humanas, como el cambio de uso de suelos provocado por las quemas.
“La gente quema vegetación o pastos para expandir la frontera agrícola. Otro motivo de las quemas es la ganadería, que es otro fuerte impulsor de la deforestación, aunque en Perú no tenemos mucho ganado”, explica el ingeniero forestal.
Rengifo agrega que otro factor de las quemas son las creencias locales, como la idea de que fomentan la lluvia o vuelven los suelos más fértiles, pese a que existen técnicas seguras para lograr ello.
“No hay un manejo adecuado del fuego. No hay cortafuegos ni se hacen limpiezas previas en los linderos antes de prender fuego. Simplemente prenden y, si el fuego se extiende al terreno vecino, no hacen nada”, lamenta.
Condiciones climáticas adversas
Un factor que ha contribuido a la actual crisis de incendios forestales son las condiciones climáticas adversas, como temperaturas altas, los vientos y la sequía.
“Este año ha llovido poco. Entonces, cuando se prende fuego hay combustible, es decir, el suelo, la materia orgánica y la vegetación están secos. Esto genera condiciones propicias para que los incendios se propaguen”, explica Rengifo.
Asimismo, las plantaciones de especies como el pino y el eucalipto, que contienen resinas, hacen más fácil que los incendios se expandan.
“Estas plantas se prenden mucho más rápido que los ecosistemas nativos porque tienen más celulosa en el tronco, en comparación con el pajonal que retiene humedad. Por ejemplo, en los campos de pino se crea una alfombra de hojas caídas que genera las condiciones para que el fuego avance”, afirma.
Por otro lado, resalta que en las zonas montañosas el factor topográfico también contribuye a que los incendios se salgan de control pues, mientras mayor sea la inclinación del terreno, el viento hace que el fuego se expanda más rápido.
Prevención y respuesta
Para Rengifo, para trabajar en la prevención de desastres como los incendios, un tema clave es la sensibilización de la población, para que las personas comprendan los peligros de iniciar quemas no controladas.
“También espero que haya sanciones drásticas por eso. Estamos hablando de que la gente incumple la legislación que prohíbe quemar, pero las autoridades no están fiscalizando”, advierte.
Por otro lado, Rengifo señala que los gobiernos regionales no cuentan actualmente con una capacidad de respuesta rápida frente a los incendios.
“Pocos gobiernos regionales cuentan con un plan de quemas, una estrategia de incendios forestales o un plan de contingencia para saber qué se necesita y cómo actuar ante una emergencia”, afirma.
En ese sentido, el especialista resalta la necesidad de articular las diferentes instancias de respuesta dentro de los gobiernos regionales y el gobierno nacional.
“Actualmente, no hay una dirección que atienda esto. Indeci es un ente aparte y no trabaja en coordinación con otras instituciones del Estado”, precisa.
Asimismo, enfatiza la importancia de mejorar el equipamiento y las capacidades de los bomberos.
“Nuestros bomberos no tienen el equipo necesario para trabajar en estos incendios. Muchos son voluntarios y no han sido capacitados en incendios forestales, que requieren un tipo de entrenamiento especial”, afirma.
Restauración de ecosistemas, un largo camino
¿Cuánto tiempo podría tardar la restauración de los ecosistemas dañados a su estado original? Para Rengifo, estamos hablando de 30 o 40 años si es que hay intervención y cuidado.
“La restauración ecológica es clave, pero requiere un presupuesto muy elevado. No hay disponibilidad de semillas ni técnicas adecuadas para recuperar áreas en un corto plazo”, explica el experto.
Otro desafío es la falta de mano de obra. “Conseguir personas que te apoyen en el tema de restauración es bastante caro. Creo que el Estado debería invertir en nuevas tecnologías que disminuyan los costos de la restauración, como el uso de drones”, concluye.
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