Foto: Serfor

• El mamífero se había refugiado en la copa de un árbol de eucalipto, tras intentar ocultarse de un grupo de comuneros ayacuchanos atemorizados por su presencia.

Un oso andino (Tremarctos ornatus) fue rescatado y posteriormente liberado en los bosques húmedos del distrito de Uchuraccay, en la provincia de Huanta, Ayacucho. Las acciones estuvieron a cargo de la el Gobierno Regional de Ayacucho, la Policía Nacional del Perú y el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor).

El Cuerpo General de Bomberos Voluntarios de Ayacucho, la municipalidad distrital y Wildlife Conservation Society (WCS) también participaron en este proceso que culminó con la liberación del mamífero que fue encontrado en un árbol en el centro poblado de Huaynacancha.

Según el reporte de la Dirección Forestal y de Fauna Silvestre (DRFFS) del Gore Ayacucho, el oso andino se había refugiado en la copa de un árbol de eucalipto, tras intentar escapar de los comuneros, quienes -atemorizados por su presencia- lo habían capturado.

De acuerdo con el documento, el oso andino permanecía en un árbol que habría trepado para protegerse, cerca de los domicilios de los vecinos de la comunidad. Tras alerta al Serfor, se iniciaron las coordinaciones y gestiones necesarias con la Dirección Forestal y de Fauna Silvestre del GORE Ayacucho, a fin de vigilar al oso andino a la espera de que bajara para regresarlo a su hábitat.

Foto: Serfor

Sin embargo, luego de dos días, el oso andino continuó trepado en el árbol, por lo que el Serfor y WCS decidieron enviar a un médico veterinario y un biólogo para apoyar en el rescate de este animal silvestre y concretar el regreso a su hábitat.

Tras una previa evaluación y acondicionamiento del área para evitar herirlo al momento de la captura, se lanzaron dardos sedantes que cumplieron con el objetivo de controlar al oso y proceder a su rescate.

Con el apoyo de los bomberos y personal policial de Ayacucho, se logró bajar al oso usando un arnés y cuerdas desde el techo de una casa colindante al árbol. El ejemplar fue revisado por los especialistas del Serfor y se constató que se trataba de un oso macho, juvenil de aproximadamente un año de edad y de unos 50 kilos de peso.

Respecto al estado de salud del mamífero, el diagnóstico fue favorable, aunque sí mostró signos de agotamiento debido al tiempo que permaneció en el árbol: un total de tres días.

Foto: Serfor

Tras su rescate y revisión, el oso andino fue llevado a los bosques húmedos de la región, en el Valle del río Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), donde se esperó que despertara y se recuperara totalmente de la sedación para ser liberado ante la alegría de todos.

Luego de este acontecimiento, la población de Huaynacancha conoció el importante rol que cumple este mamífero en los ecosistemas donde habita, debido que al alimentarse y movilizarse, dispersa las semillas de los frutos y ayuda a la regeneración de sus bosques andinos, por lo que es apodado “arquitecto de los bosques”.

La población también se comprometió a conservar al oso andino y sus hábitats, además a comunicar y comprometer a sus paisanos en esta importante tarea y lo necesario que resulta la convivencia armónica con esta especie.

Foto: Serfor

Sobre el oso andino ukumari

El oso andino es también conocido como oso frontino, oso de anteojos o ukumari. Respecto a su alimentación, su dieta es básicamente vegetariana, con raciones de frutos y brotes tiernos de bromelias (conocido como achupallas), entre otras especies.

Esta especie es protegida por el Estado peruano, categorizada como vulnerable por la legislación nacional e incluida en el Apéndice I de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres-CITES. Además, se cuenta con un Plan Nacional de Conservación, aprobado en el 2016, al tratarse también de la única especie de oso que habita en Sudamérica.

Cabe recordar que la Ley 29763, Ley Forestal y de Fauna Silvestre, y el Reglamento de infracciones y sanciones en materia forestal y de fauna silvestre, establece como una infracción muy grave la caza, captura, tenencia, comercio y tráfico ilegal de fauna silvestre, cuyas multas oscilan entre 10 a 5000 UIT.