[Fotos] Cocha Cashu: más de 50 años al servicio de la investigación en la Amazonía

martes 7 de diciembre, 2021

Foto: Diego Pérez / SPDA

  • Estación biológica del Parque Nacional del Manu es un lugar privilegiado que alberga una enorme cantidad de especies de flora y fauna.        

Por Jaime Tranca / jtranca@spda.org.pe

 

De las 76 áreas naturales protegidas que posee nuestro país, algunas son reconocidas internacionalmente porque han sido parte de la historia de la conservación del Perú y Latinoamérica. Este es el caso del Parque Nacional del Manu, un lugar que sobresale por su alta biodiversidad, la belleza de sus paisajes, por poseer todavía zonas poco o nada intervenidas por el hombre, y porque dentro de este territorio se han desarrollado importantes investigaciones debido, en gran parte, a que en el corazón del Manu se encuentra la Estación Biológica Cocha Cashu (EBCC).

La EBCC fue fundada en 1969, año en que un grupo de investigadores construyó con sus propias manos la primera versión de la estación biológica. Sin embargo, la idea para su edificación nació años atrás, cuando el parque nacional no alcanzaba esta categoría.

“La idea de una estación de investigación en Cocha Cashu fue, según me consta, de Paul V. Pierret (yo participé de todas las decisiones) y fue aceptada por Flavio Bazán, entonces jefe del Servicio Forestal”, recuerda Marc Dourojeanni, quien fue homólogo de Pierret, profesor de Parques Nacionales y Fauna Silvestre de la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM) en la década de 1960.

En un artículo publicado por San Diego Zoo Global Peru, Manuel A. Ríos, especialista en Conservación de Recursos Forestales, también resalta la importancia de Paul V. Pierret y Marc Dourojeanni en la creación de este espacio.

“La idea de una estación biológica en Cocha Cashu fue concebida por ellos, hacia finales de 1960, para que el Instituto de Investigación Forestal (de la UNALM y el Servicio Forestal) tuviera una base científica en el propuesto Parque Nacional del Manu”, señala el investigador, quien como estudiante formó parte del grupo que construyó las primeras edificaciones de la estación biológica.

“Los planos y la construcción fueron realizados por las propias mentes y manos de Rudolf Hofmann, con la ayuda de estudiantes de la Agraria, entre ellos Manuel Ríos y Richard Evans. En ese periodo (1968-1969) también llegó al Manu y participó, entre otros, Carlos Linares, que creo fue el primer responsable de la reserva”, destaca Dourojeanni.

“Ese fue un ejemplo que se aplicó mucho en los parques nacionales de Costa Rica, donde hasta el jefe máximo construía él mismo las instalaciones, dando el ejemplo a todos. Pero en el Perú no prosperó mucho a pesar de los esfuerzos en los años 1970 (con la cooperación técnica neozelandesa), de que los guardaparques, por ejemplo, usaran su tiempo libre para mejorar las trochas, carteles y mantener las instalaciones”, agrega.

[Ver además ► Opinión | ¿Cómo sería el Manu de no ser un parque nacional?]

Foto: Diego Pérez / SPDA

Importancia internacional

Paul Bertner es un microbiólogo y genetista canadiense que ha viajado por casi todos los bosques tropicales del planeta. Sin embargo, tenía un lugar pendiente en su vida: la Estación Biológica Cocha Cashu. Luego de veinte años de espera, Paul, quien también es fotógrafo profesional, logró llegar por fin en octubre pasado a esta especie de “meca” para los investigadores nacionales e internacionales.

“Cocha Cashu es uno de los mejores lugares para encontrar biodiversidad. Es una de las estaciones donde quieren ir casi todos los biólogos. Es reconocido a nivel internacional”, nos dijo Paul cuando lo encontramos en este laboratorio natural donde no hay que tener suerte ni caminar horas para ver especies de flora y fauna. Tan solo a unos metros de la estación se pueden observar nonos aulladores y maquisapas, lobos de río, caimanes, reptiles, aves, insectos, árboles centenarios, entre otros.

“Si bien podemos encontrar biodiversidad en otros lugares de la Amazonía, Cocha Cashu es especial porque tiene el espíritu de la selva. Nunca han tumbado árboles por acá, todo es salvaje”, agrega Bertner.

Hugo Cliff, investigador inglés que actualmente trabaja en un estudio relacionado a una familia de lobos de río de la cocha, también resalta la fama de la estación en otros países debido a su riqueza natural que impresiona a cualquiera que ha tenido la oportunidad de llegar a este sitio por el río Manu.

“Esta estación es especial porque está rodeado de fauna. De todos los lugares que he conocido en Perú, aquí he encontrado más fauna. Aquí te sientes realmente conectado con el lugar porque la intervención humana es mínima”, afirma Cliff.

En la actualidad, la Estación Biológica Cocha Cashu, administrada por San Diego Zoo Global Peru, es una de las zonas más productivas del mundo científico. En sus más de 50 años de fundación, ha recibido cientos de investigadores de diversas disciplinas y países. Hasta la fecha son más de 800 publicaciones científicas relacionadas a las especies que habitan alrededor de este espacio.

“Los temas más populares han sido primates, aves y dinámica de bosques, con más de cien publicaciones sobre cada una. Gracias a esta productividad y diversidad de temas, la ecología de la zona de Cashu es la mejor documentada de la Amazonía”, resaltó John Terborgh en un artículo para San Diego Zoo Global Peru.

John Terborgh, quien dirigió la estación por varios años, es un renombrado ecólogo tropical, promotor de las áreas naturales protegidas del Perú. Como investigador, ha formado varias generaciones de profesionales en la estación biológica y su trabajo ha contribuido a que las áreas protegidas sean prioridad en el planeta. Debido a su trayectoria, el 2020 fue reconocido por el Premio Carlos Ponce como “Personalidad Ambiental”.

[Ver además ► [Fotos] Parque Nacional del Manu: Conoce más sobre su megadiversidad]

Foto: Diego Pérez / SPDA

Estación única en el Perú

La enorme biodiversidad de Cocha Cashu se debe sobre todo a su ubicación privilegiada. La estación se encuentra alejada de centros poblados o comunidades indígenas. Quienes han llegado al lugar pueden dar fe de la enorme cantidad de especies que habitan en la cocha que da el nombre a la estación o alrededor de los 52 kilómetros de trochas habilitadas para los investigadores.

En Cocha Cashu, la construcción de madera solo es la indispensable; posee un comedor, laboratorio, biblioteca, vestidores y servicios higiénicos. No existen habitaciones; los investigadores y visitantes duermen en carpas que se colocan sobre tarimas de madera. La idea es no perturbar el paisaje natural ni alterar los procesos ecológicos.

“No conozco el detalle de la elección del sitio preciso en que fue construida Cocha Cashu. Hasta donde recuerdo eso fue decisión final, in situ, de Paul Pierret y Rudolf Hofmann en 1968. Obviamente procuraban una laguna de buena dimensión y no muy lejana al río. No hay duda que el sitio fue propuesto por alguno de los materos o boteros que los acompañaban ya que en aquellos tiempos no se disponía de fotografías aéreas del lugar”, detalla Dourojeanni.

Además de su excelente ubicación, su excepcional riqueza biológica y por ser una zona casi intocada por el hombre, la estación biológica del Manu –en palabras de Marc Dourojeanni– resalta por otras tres características.

Una de ellas es “la suerte de encontrar un John Terborgh, quien dedicó gran parte de su vida a Cocha Cashu, atrayendo científicos del mundo todo y brindando la fama que ahora tiene. Es decir, parte del éxito fue la constancia y presente permanencia de científicos”.

Otra de las características especiales de Cocha Cashu es su asociación con la Universidad Agraria La Molina y sus convenios con importantes universidades de EE. UU. Asimismo, Dourojeanni también destaca “el apoyo del Gobierno peruano, desde la fundación hasta el presente, con el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp). Y las buenas relaciones entre la estación y la jefatura del parque”.

Finalmente, resalta “la obtención constante, en base al prestigio ganado, de financiamiento internacional”, para su gestión. Esto permite que la estación pueda seguir recibiendo a los investigadores que colocan a Cocha Cashu dentro sus metas en la vida.

Dato:

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