Foto: Archivo SPDA

Debido a las fuertes precipitaciones producidas por el fenómeno El Niño, la Autoridad Nacional del Agua (ANA) supervisa actualmente unas 820 lagunas de la Cordillera Blanca (Áncash) debido a posibles desembalses.

Según la Unidad de Glaciología de la ANA, las que presentan mayor peligro son las lagunas Palpacocha y Parón, cercanas a Huaraz y Caraz, respectivamente. En la primera ya se trabaja la reducción de volumen mediante tuberías. En la segunda hay una compuerta instalada en los años 70, que sería abierta en caso aumente el nivel del agua.

El monitoreo, según información de El Comercio, forma parte del Sistema de Alerta Temprana (SAT), diseñado el 2011 para el Proyecto Glaciares 513, de la Cooperación Perú-Suiza. La iniciativa lleva ese nombre por haberse probado en la laguna 513, ubicada en el nevado Hualcán.

De acuerdo con el ANA, la vigilancia se mantendrá por tiempo indefinido. Además de Palcacocha y Parón, se prevé supervisar el nivel de agua de otras lagunas como Mullaca, Pacliash y Ocshapallca, estas últimas ubicadas en la quebrada de Ishimca (río Paltay), al pie de los nevados del mismo nombre.