• “Lo recuerdo amable, apasionado por su trabajo, preocupado por generar oportunidades a las comunidades, orgulloso de la cogestión en las áreas naturales protegidas que ayudó a construir”, comenta Andrea Tello, coordinadora regional de SPDA en Loreto.

La muerte de Cristian Gonzales Tanchiva, hoy 30 de abril, significa una gran pérdida para el movimiento conservacionista en Loreto y el país. Él, biólogo de profesión, se desempeñó los últimos años como jefe de la Reserva Nacional Pucacuro, en Loreto, antes de eso fue parte del equipo que impulsó el establecimiento de un área de conservación regional en el mismo departamento.

“Christian era un gran profesional y un enamorado de la naturaleza a la cual se dedicó a cuidar la mayor parte de su vida”, recuerda Jack Flores, quien en algún momento trabajó con Cristian durante su paso por el Programa de Conservación, Gestión y Uso Sostenible de la Diversidad Biológica de Loreto (Procrel).

Gonzales Tanchiva estudió biología en la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana (Unap). Su carrera profesional y su vida la dedicó a la defensa de la Amazonía, colaborando en las iniciativas para proteger los ecosistemas y proponiendo siempre el bienestar de las comunidades que los habitan.

Por eso Andrea Tello, coordinadora regional de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA) en Loreto lo recuerda como “un extraordinario ser humano con pensamiento crítico, pero propositivo, y siempre muy preocupado por el desarrollo de la región. Él buscaba alternativas viables, justas y sostenibles”.

Tras haber pasado por el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Sernanp) y otras instituciones dedicadas a la protección de la naturaleza, se convirtió en el primer jefe del Área de Conservación Regional Ampiyacu Apayacu, área cuyo establecimiento impulsó.

Posteriormente, a mediados de 2015, sería convocado por Sernanp para liderar la gestión de la Reserva Nacional Pucacuro, como jefe de dicha área. Puesto que desempeñó con profesionalismo, entrega y mucha convicción hasta hoy.

Su partida ha dejado un vacío entre quienes pudieron trabajar con él en la defensa de la Amazonía, quienes lamentan su pronta partida. “Los que lo conocimos de cerca podemos decir que fue un gran líder, maestro y amigo”, enfatiza Jack Flores.

“Hay tanto que decir de él. Era una persona muy responsable y preocupado por su trabajo y el personal bajo su dirección. Siempre muy comprometido. Espero que donde este continué con el ímpetu que siempre lo caracterizo”, comenta afligido Jorge Leal, biólogo parte del equipo de Sernanp.