La ex candidata presidencial de Brasil, Marina Silva, lamentó los intentos por cambiar algunos artículos de la Ley Forestal de su país. “La aprobación de esos cambios podría significar veinte años de retroceso en legislación ambiental en Brasil”.
Silva aseguró que detrás de los cambios en la Ley está una serie de grupos económicos, sobre todo foráneos. “Esta clase de acciones resultan incongruentes en medio de una crisis económica, política y ambiental, como la que estamos viviendo”, dijo.
La Ley Forestal fue uno de los logros alcanzado por Silva durante su paso por el Ministerio del Ambiente y Desarrollo de Brasil, durante la administración de Luiz Inacio Lula da Silva. Los intentos de cambio han sido criticados duramente por diversas fuerzas políticas y organizaciones civiles. El tema viene siendo analizado, actualmente, en el Parlamento Nacional.
Silva destacó la amenaza para la región que puede significar la aprobación de estas reformas: “Brasil es el país amazónico más grande que hay. Lo que están haciendo todos estos grupos de interés es intentar darle una paliza al ‘hermano mayor’. Y cuando el vecino más fuerte lleva una paliza, el más débil debe retroceder”.
Frente a ello, la ex ministra señaló que una salida debería ser la búsqueda de acuerdos políticos a futuro: “Es necesario buscar las formas de negociar una situación política, estable en el tiempo, que busque que no se remueva el uso sostenible de los recursos y la viabilidad de la sostenibilidad”.
Diversos son los artículos que se planean modificar en la Ley Forestal. Uno de los cambios más polémicos es el que condonaría multas a propietarios que desforestaron y degradaron ilegalmente su territorio entre 1998 y 2008.
Según datos oficiales, la Amazonía brasileña perdió el pasado abril de este año unos 593 kilómetros cuadrados de selva, lo cual quintuplica la tasa de deforestación registrada en el mismo mes, el 2010.
Marina Silva brindó estas declaraciones en el marco del encuentro “Escenarios y perspectivas de la Panamazonia”, que reúne en Belén (estado de Pará, Brasil) a cerca de 350 representantes de gobiernos, empresas, organizaciones sociales y sociedad civil de los seis países que comparten la cuenca amazónica.
MANIFESTACIONES FRENTE A CRISIS MUNDIAL
Para Marina Silva, actualmente se está viviendo una serie de fuertes cambios económicos, ambientales y sociales, que están configurando una crisis compleja. “La situación actual es de gravedad. No podemos perder la perspectiva en que estamos viviendo una profunda crisis, económica y política que puede llevar 20, 30 o 40 años”.
Esta crisis ha creado nuevas formas de movilizaciones: “Eso se ve con los jóvenes de Chile, y de alguna manera tímida también en Brasil. Sé que hay un potencial muy grande. Estamos viviendo una democracia prospectiva, que supone que hoy hay miles de millones que pueden hacer prospección. Esto requiere políticas de largo plazo, políticas eficientes independientemente del partido que gobierne”.
“Los indignados de España tienen una buena frase para esto: “Nuestras voces son más grande que vuestras urnas”. Este fenómeno de movilización también se está dando en Brasil también, donde la crisis económica y política se está sintiendo en la actualidad. A esto, hay que agregar la crisis ambiental. Estamos viviendo un colapso. No se asusten, lo peor es cuando no queremos ver lo que está ocurriendo en el mundo”.
“En plena crisis ambiental y global existen bancos haciendo inversiones de infraestructura en otros países. Necesitamos una nueva calidad de representación que pueda ver estos temas. Si no, vamos a retroceder en nuestras conquistas”, añadió.
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