- En el Perú, el octopus mimus es la especie de pulpo más capturada y consumida.
- Si bien existen iniciativas de protección locales de esta especie de pulpo, el Perú aún no cuenta con una veda nacional anual u otra regulación en todo el territorio nacional.
- El Reglamento de Ordenamiento Pesquero (ROP) de los recursos invertebrados marinos bentónicos, entre los cuales se encuentra el pulpo, es un primer paso del Ministerio de Producción (Produce) para regular su captura a nivel nacional.
Por Yuri Hooker / Biólogo especialista en especies marinas de la SPDA
En el Perú, el octopus mimus es la especie de pulpo más capturada y consumida en el Perú. Si bien se encuentra en las profundas aguas costeras sobre fondos rocosos desde el norte del país hasta la costa central de Chile, el octopus mimus es capturado y consumido principalmente en las costas de Ica, Arequipa y Piura.
Más de 7 mil pescadores peruanos se dedican a la extracción de invertebrados bentónicos o mariscos, entre ellos el pulpo. Cada año aumenta el número de extractores, lo que ha llevado a la disminución de las capturas y puesto en peligro a la especie en muchas localidades.
En los últimos 30 años, el promedio de capturas ha sido de 2 mil toneladas anuales, aproximadamente. Para el periodo 2010-2020, fue de 2830 toneladas, con picos entre 5 y 6 mil toneladas en los años 2015 y 2017 a causa del calentamiento del mar por el fenómeno El Niño.
Medidas de protección
El pulpo, por su corto periodo de vida de no más de 2 años, es un recurso que puede recuperarse rápidamente pero, para ello, necesita tener normativas de conservación y control efectivas. En ese sentido, el buen manejo de la especie es la única manera de poder seguir teniéndolo en las mesas, las exportaciones y, sobre todo, en el mar peruano en abundancia.
Si bien se ha establecido desde el 2001 que, para todo el litoral, está prohibido extraer ejemplares de pulpo de menos de 1 kg de peso (RM 209-2001-PE), el pulpo no tiene una veda anual a nivel nacional que proteja su periodo reproductivo.
En este periodo, las hembras son mucho más vulnerables a la extracción pues se encuentran dentro de su guarida, cuidando los huevos, los cuales, sin el cuidado de la madre, son rápidamente depredados por los peces del entorno.
Sin embargo, existen medidas locales de protección que sí toman en consideración este periodo. En Piura y Lambayeque, la especie se encuentra en veda indefinida desde 2009, debido a la sobreexplotación y a la evidencia de captura de pequeñas tallas de gran parte de la población de pulpos en esta área (RM 483-2009-PRODUCE). No obstante, los continuos desembarques de pulpo en estas regiones indican que la medida no ha tenido efecto disuasorio importante.
Por otro lado, un gran ejemplo de manejo del pulpo es la que se ha desarrollado en Punta Coles, Moquegua, que es parte de la Reserva Nacional Sistema de Islas, Islotes y Puntas Guaneras (RNIIPG). Aquí, el área natural protegida, en coordinación con Produce, han implementado un paquete de medidas de conservación y ordenamiento para el aprovechamiento sostenible (RM 00308-2020-PRODUCE).
Estas medidas de conservación locales incluyen: cuota anual de captura, lista de pescadores y embarcaciones autorizados de pescar en esta área, cumplimiento de talla mínima, veda anual entre el 1 de noviembre hasta el 31 de diciembre de cada año, entre otros. También, existe un compromiso muy importante: no extraer a las hembras que están cuidando nidos, algo que es muy difícil que se cumpla en otros lugares de libre acceso.
Otro gran ejemplo de conservación es el que se implementó en Ancón, donde los pescadores, al ver la disminución de sus recursos, llegaron a establecer acuerdos y compromisos para establecer topes de extracción para varias especies, incluyendo el pulpo, cuya captura máxima por embarcación se acordó sea de 50 kg por salida. Luego, para mejorar la conservación de sus recursos de manera integral, en el 2015 iniciaron un programa llamado “pesca responsable” con el apoyo de The Nature Conservancy (TNC), que consistía en cerrar a la extracción a algunas de las islas donde ellos pescan, para dejarlas descansar y recuperarse.
El 2021, el Produce aprobó el Reglamento de Ordenamiento Pesquero (ROP) de los recursos invertebrados marinos bentónicos (DS 018-2021-PRODUCE), entre los cuales se encuentra el pulpo. Por medio de esta normativa los pescadores tienen la oportunidad de llegar a acuerdos de extracción y obtener un área de uso exclusivo para su actividad pesquera y así lograr desarrollar un plan de extracción, legalmente aprobado y que los proteja de la pesca ilegal y furtiva.
Retos pendientes
La organización Prodelphinus enfrenta un problema que afecta a todo el sector artesanal: la informalidad. Ellos vienen trabajando con extractores de pulpo de las islas Lobos de Afuera, en Lambayeque, y con extractores de Punta Coles, Moquegua.
Una de sus propuestas y ejes de acción es la inclusión de estos pescadores en los registros gubernamentales y, así, poder aportar con el seguimiento de la pesquería de pulpo, lo que contribuiría notablemente en la lucha contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (pesca INDNR).
Además, esta organización se encuentra generando un registro formal de pescadores para facilitar el desarrollo de capacidades y la sensibilización sobre las herramientas de gestión de la pesca del pulpo (p. ej., la cogestión) y los beneficios reales de la formalización (p. ej., acceso a créditos y bonos sociales).
Nuestro pulpo aún sigue siendo una especie con poblaciones reducidas por sobre explotación, pero las iniciativas civiles y desde el gobierno, se encaminan a su recuperación. Sigamos con el esfuerzo por conservar el pulpo que, más allá de sus beneficios pesqueros, es uno de los seres más extraordinarios del mar peruano.
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