[Especial fotográfico] Loreto: El botadero que se resiste al traslado
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La Municipalidad Provincial de Maynas tiene a su cargo el manejo de los residuos sólidos de los distritos de San Juan Bautista, Punchana, Belén e Iquitos cercado. Esta municipalidad por varios años designó como único lugar de disposición final de residuos al kilómetro 1.5 de la carretera Iquitos – Nauta
El kilómetro 1.5 de la carretera Iquitos – Nauta no fue un lugar idóneo para disponer los residuos debido a que perjudicaba la salud de las personas que vivían en su cercanía, afectaba la biodiversidad del lugar y generaba problemas que tuvieron como consecuencias pérdidas económicas significativas, como la cancelación de vuelos comerciales.
En el año 2007, el botadero fue declarado en emergencia. Por ello la Municipalidad Provincial de Maynas dispuso apresuradamente su traslado al kilómetro 30.5 de la carretera Iquitos – Nauta. Sin embargo, esta nueva ubicación se superpone a la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional Allpahuayo Mishana. Foto: Botadero RNAM 1 (imagen proveìda por la Jefatura de la Reserva Nacional Allpahuayo Mishana).
La Reserva Nacional Allpahuayo Mishana es uno de los tesoros naturales loretanos más importantes a nivel nacional, pero también es uno de los más amenazados. Sus bosques de varillales son excepcionales y albergan unas 1729 especies de planta (en una hectárea se pueden encontrar de 281 a 311 especies de árboles), 145 de mamíferos, 496 de aves, 84 de anfibios, 29 familias de peces con 106 géneros y 155 especies dentro del área natural protegida.
Desde su traslado a la zona de amortiguamiento no existe una gestión adecuada de los residuos sólidos. La empresa contratada por la Municipalidad Provincial de Maynas (M.P. Construcciones y Servicios S.R.L.) contaminaba directamente la quebrada Allpahuayo, cuyas aguas discurren cercanas a dicha zona, atraviesa la Reserva Nacional Allpahuayo Mishana y luego desemboca en el río Nanay, principal abastecedor de agua de la ciudad de Iquitos.
Ante ello, en el año 2007, Luis Salas Martínez, el entonces Jefe de la Reserva Nacional Allpahuayo Mishana interpuso una demanda de amparo (Expediente 00814-2007) ante el Segundo Juzgado Especializado en lo Civil de Maynas. Dicho proceso constitucional tuvo como objetivo evitar la vulneración del derecho a la salud y a gozar de un ambiente sano y equilibrado. Lo mismo hicieron la Fundación Peruana para la Conservación de la Naturaleza (Pronaturaleza), la Red Ambiental Loretana (RAL), el Club Amigos de la Naturaleza (CANATURA) y la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental.
En enero del 2008, el Segundo Juzgado Especializado en lo Civil de Maynas declaró fundada la demanda de amparo y, en consecuencia, ordenó el cese de vertimientos de residuos sólidos, así como la clausura del botadero.
En octubre del 2010, el Segundo Juzgado Civil de Maynas dio un plazo de dos años para cumplir con la sentencia y se implemente un relleno sanitario, de lo contrario los demandados (Municipalidad Provincial de Maynas y M.P. Construcciones y Servicios S.R.L.) pagarían una multa acumulativa de veinte unidades de referencia procesal (7500 nuevos soles aproximadamente) por cada día de atraso. El plazo otorgado se cumplió en noviembre de 2012. A la fecha no se ha clausurado el botadero ni se ha implementado el relleno sanitario.
Tomas fotográficas desde el aire, del pasado mes de junio, demuestran que la disposición de residuos se realiza de forma desordenada y sin el debido tratamiento. Las imágenes también muestran que se realiza uso de arena (no metálico) en el botadero para mezclar las toneladas de residuos sólidos que ingresan diariamente al botadero. Hasta la fecha se desconoce si se tienen los permisos necesarios para dicho uso.
A fines del mes de junio del presente año se realizó la constatación fiscal del botadero que lideró la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental (FEMA). En ella participaron instituciones como el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), Autoridad Local del Agua, Dirección Regional de Salud, Policía Nacional de Perú, Municipal Distrital de San Juan y Municipalidad Provincial de Maynas.
En la constatación las autoridades tomaron muestras de agua, suelo y subsuelo para determinar la contaminación que produce el botadero así como los impactos negativos que se generan a la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional Pacaya Samiria.
En el botadero se verificó que viven alrededor de 80 recolectores de basura (recicladores informales) que trabajan de forma inadecuada los residuos sólidos que se ingresan al botadero.
Cerca de los tractores que movilizan los residuos sólidos las autoridades encontraron bolsas con residuos hospitalarios. Dichos desechos deben tener como punto de disposición final una infraestructura registrada por la Dirección General de Salud Ambiental y, además, contar con la autorización respectiva. En el caso del botadero de Maynas no se cumple con ambos requisitos.
La infraestructura en la que se disponen los residuos hospitalarios también deberá contar con celdas de seguridad de uso exclusivo para el confinamiento de dichos residuos. Dichas celdas no existen en el botadero. Los residuos se encuentran esparcidos en el suelo y se mezclan con el resto de la basura.
La acumulación de basura es asombrosa, sobrepasa toda dimensión esperada. En algunos momentos las autoridades caminaban sobre 10 metros de basura y en otros se encontraban amenazadas por 12 metros de residuos apilados en montañas que se desbordaban. La acumulación de basura y pestilencia afecta directamente a los pobladores de la Comunidad Trece de Febrero.
El pasado viernes 18 de julio se realizó una inspección judicial con personal del Segundo Juzgado Civil de Maynas. En esta diligencia se constató la pésima administración de residuos sólidos así como la inexistencia de un relleno sanitario. En la inspección judicial también se verificó la contaminación de cuerpos de agua, donde los pobladores de la zona suelen pescar.
Hasta hoy, Organizaciones las organizaciones de la sociedad civil que plantearon la demanda en el 2007 y la misma población –sobre todo los directamente afectados–, se encuentran a la espera del cierre del botadero, así como de la construcción de un relleno sanitario en el que se manejen los residuos sólidos que se generan en la provincia de Maynas de forma sostenible y sin atentar contra la salud de sus ciudadanos.
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