La pesca artesanal en Ancón, una de las principales actividades en la zona, está pasando momentos difíciles: la cantidad de recursos marinos se ha reducido y, además, la contaminación ha aumentado.

En un informe presentado en Actualidad Ambiental TV, los pescadores artesanales de Ancón señalan que la sobrepesca, realizada por embarcaciones mayores a las que ellos usan, está afectando la sobrevivencia de otras especies de mayor tamaño, las que son destinadas al consumo humano.

Otro indicador de esta falta de recursos marinos, agregan, sería la contaminación que en los últimos años se ha incrementado. Los pescadores se quejan de la presencia de residuos sólidos dentro y fuera del mar. «Todo está lleno de basura, ¿qué pescado vas a encontrar ahí?», se pregunta Barrabás Flores, un buzo de la zona.

En Ancón existen tres tipos de pescadores: los buceadores (extractores de mariscos), los pinteros (pesca con cordel) y los cortineros (usan redes). Todos ellos coinciden en que antes se podía encontrar una mayor variedad de peces, pero ahora ya no.

Los afectados se quejan de la presencia de boliches que pescan en zonas establecidas solo para la pesca artesanal. «Se llevan todos los peces y lo peor de todo es que se los llevan chiquititos, o con todo y cría», reclama un pescador.

Como se sabe, la anchoveta es uno de los peces más importantes en la cadena alimenticia de los demás peces en nuestro mar. Según Carmen Heck, de la SPDA, la sobreexplotación de esta especie hace que «los peces más grandes, que son los que nosotros comemos, no tengan qué comer».

Para Heck Franco, la falta de control en los tres tipos de pesca (artesanal, mediana escala y pesca industrial) permiten que la cantidad de anchoveta se reduzca y con ello también se reducen las demás especies.

«Todos los actores tenemos que tomar medidas al respecto. Los consumidores de esos pescados tenemos parte de esa responsabilidad», puntualizó la abogada.