Mapa final del concurso de registro de árboles, cada punto verde corresponde a un árbol. Foto: Identiarbol.

• Exitoso concurso escolar de registro de árboles permitió actualizar el inventario de árboles existentes en la capital de Loreto.

Por Mario Ramos / mramos@spda.org.pe

Con la participación de más de doscientos estudiantes del nivel secundario, se realizó en Iquitos el primer concurso de registro de árboles, a través de Identiarbol, una iniciativa liderada por un grupo de investigadores loretanos, integrado por Isaac Ocampo Yahuarcani, Angela Nuñez Satalaya y Lelis Saravia Llaja, la cual permitió registrar cerca de más de ocho mil quinientos árboles dentro del área metropolitana.

Luego de dos meses de competencia, los ganadores fueron Leya Sung Jee Ramírez Peña (primer lugar), estudiante del Colegio Nacional de Iquitos, con un total de mil trecientos setenta árboles registrados; Andrés Felipe Vargas Linares (segundo lugar), de la institución educativa Remanente de Dios, quien registró ochocientos veintidós árboles; y Thiago Konnor Suero Cárdenas (tercer lugar), del colegio Cooperativa Cesar Vallejo, con setecientos cincuenta y dos ejemplares.

Durante el concurso, lanzado la primera semana de octubre, los estudiantes debían descargar el aplicativo de Identiarbol, con el cual debían recorrer la ciudad tomando fotos para así recopilar automáticamente la ubicación georreferenciada del árbol. El registro también permitía recopilar información básica de los árboles como tamaño, especie, tipo, entre otros datos. Los únicos requisitos para participar fueron ser estudiante del nivel secundario, de entre 12 a 17 años.

Los ganadores del concurso. En los extremos, Angela Nuñez del Equipo Invéntalo, y Frank Villacorta, presidente del Capítulo Forestal CIP Loreto. Foto: Angela Nuñez

El concurso tubo como finalidad crear conciencia en los jóvenes sobre la importancia de contar con árboles y áreas verdes en la capital de la Amazonía peruana, a fin de que los mismos sean ciudadanos responsables que contribuyan a la lucha contra el cambio climático.

Por otra parte, esta información permitirá a los investigadores realizar un inventario de los árboles en la ciudad, el cual proporcionará información al software desarrollado por ellos mimos llamado Smart City, plataforma con la cual podrán identificar las áreas que requieren de arborización urbana, además de conocer cuáles son los distritos que tienen las sensaciones térmicas más elevadas. Cabe señalar que las fotos y datos registrados serán analizados por botánicos, quienes revisarán a profundidad y validarán la información científicamente.

“Nos gustaría que en el futuro Iquitos sea una ciudad sostenible, estamos abiertos para que el Gobierno se tome enserio este tema. La idea es que este servicio de los árboles esté disponible todo el año. Detectamos que el arco de fuego se aproxima a la región Loreto, este arco de fuego significa que pronto habrá incendios forestales grandes en la provincia de Ucayali–Contamana, algo que antes no se veía. Necesitamos reforzar el concepto de la importancia de tener árboles que ayuden a regular el ambiente, en el Perú pronto vamos a tener serios problemas ambientales, necesitamos enfriar Iquitos”, enfatizó Isaac Ocampo Yahuarcani, quien forma parte de la organización del concurso.

Leya Sung Jee, primer lugar. Foto: Angela Nuñez

Desde la organización se informó que el concurso tendrá una segunda edición en el 2024, debido a que en la primera etapa se recopiló información de la mitad de los árboles en Iquitos, el distrito con mayor registro de árboles. Aún quedan pendientes los distritos de Punchana y San Juan, que tuvieron menos registros. La segunda etapa está programada para ser lanzada a mediados de marzo.

Según el último estudio realizado por WWF y Periferia, en el 2019, en 22 ciudades amazónicas del Perú, Iquitos es una ciudad que cuenta con tan solo 1.48 m2 de áreas verdes por habitante, muy por debajo a los 9 m2 de áreas verdes por habitante recomendados por la Organización Mundial de la Salud. En consecuencia, esto se ve reflejado en las altas temperaturas que azotaron la ciudad durante el mes de setiembre, donde la sensación térmica bordeaba los 50 grados, por lo cual los árboles urbanos toman vital relevancia.