- Con el Fenómeno del Niño, Senamhi anuncia escasez de lluvias para los próximos meses en la región amazónica, y esto afectaría, principalmente, las actividades productivas.
- Gobierno Regional de Madre de Dios y Municipalidad de Tambopata son las únicas entidades que cuentan con un avance del plan de contingencia.
Por Wuilmar Briceño / wbriceno@spda.org.pe
A diferencia de otras regiones (Piura, Tumbes, Lambayeque, etc.) con pronósticos de precipitaciones pluviales por encima del promedio histórico para el verano de 2024, según el último informe técnico de Escenario Probabilístico de Lluvias, del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi), en Madre de Dios y la zona suroriental del Perú se tiene previsto escasez de lluvia por debajo de lo normal. Frente a este escenario, que pondría en riesgo las actividades productivas, como la agricultura y piscicultura, el gobierno regional ni los municipios provinciales y locales han presentado su plan de prevención y reducción del riesgo de desastres.
Estos documentos, de acuerdo con el Instituto de Defensa Civil (Indeci), contienen «procedimientos específicos prestablecidos de coordinación, alerta, movilización y respuesta ante la ocurrencia o inminencia de un evento particular para lo cual cada entidad que lo elabora tiene escenarios definidos”.
En conversación con Actualidad Ambiental, el coordinador de enlace en Cusco del Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (Cenepred), William Mendoza, informó que en marzo de este año su institución alertó a funcionarios de Madre de Dios sobre los pronósticos de déficit hídrico en la región. “Nosotros alcanzamos los escenarios de riesgos, frente al Fenómeno del Niño, que es una condicionante,que desencadena déficit hídrico: incrementa los incendios forestales y por ende la pérdida de la agricultura”, indicó.
Posteriormente, recordó Mendoza, en mayo sostuvieron un encuentro presencial con representantes del Gobierno Regional de Madre de Dios (Goremad), la Municipalidad Provincial de Tambopata y otros distritos del departamento. En este encuentro, se hizo el pedido de elaboración de “sus planes específicos para la gestión de riesgo de desastres”. Sin embargo, a la fecha, ninguna de estas entidades hizo la entrega de los referidos planes.
Mendoza apuntó que algunos funcionarios aún piensan que la gestión de riesgos es regalar ollas o alimentos. “Hay que gestionar el riesgo antes que se transforme en desastre. Trabajar en medidas de prevención y reducción del riesgo”, exhortó.
Solo el Goremad y la Municipalidad de Tambopata han consultado con el Cenepred a fin de terminar sus respectivos planes. En el caso del primero, anunciaron que presentarán este documento a mas tardar la primera semana de octubre; mientras que la comuna se encuentra en la etapa de diagnóstico.
Desde la Municipalidad Distrital de Las Piedras, la jefa de la oficina de Defensa Civil, Rosmery Bustinza, explicó que la anterior gestión no les dejó ningún documento o información respecto a las situaciones de riesgo registradas en esta jurisdicción. Asimismo, refirió que en 2022 no se contempló un presupuesto que les permita contratar en este año a una persona que se encargue de elaborar el plan en cuestión. De momento, el municipio terminará de elaborar un informe detallando las zonas de riesgos donde la escasez de lluvia tenga mayor impacto, así la Gerencia de Desarrollo Económico del municipio ayude a las personas afectadas.
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En el caso de Inambari, uno de los once distritos de Madre de Dios, la Contraloría General de la República emitió un informe de orientación de oficio dirigido a su alcalde distrital, Juan Tovar, en julio de 2023. A la falta del plan de prevención y reducción del riesgo de desastres, el organismo no encontró el plan de preparación, de operaciones de emergencia y de rehabilitación, así como el plan de continuidad operativa. En el citado informe se solicitó al burgomaestre tomar las acciones “preventivas o correctivas adoptadas y por adoptar respecto a las situaciones adversas identificadas”.
Acerca de la falta de prevención por parte de los gobiernos locales, el jefe de Defensa Civil del Goremad, Edgar Cáceres, comentó que los municipios no destinan “recursos para peinar todo el ámbito de su distrito y rebotar la información que compartimos con ellos, y puedan, en alguna medida, mitigar este impacto”. Además, advirtió que con la rotación de personal en cada nueva gestión se dificulta la labor de esta área por falta de conocimiento. “Primero hay que trabajar en la inducción de ese personal”, recomendó.
Actividades productivas corren peligro
“El riesgo por el déficit hídrico es, primero, el incremento de incendios forestales que se van a suscitar, porque no va a haber agua”, advirtió el representante del Cenepred, quien también hizo énfasis en la afectación del sector agrícola y pecuario, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria. En este contexto, William Mendoza reveló que “hemos recomendado que (los municipios) deberían tomar actividades de mantenimiento de infraestructura hídrica, limpiar y mejorar los canales”.
El jefe de Defensa Civil del Goremad advirtió que otro de los sectores que serían golpeados por la escasez de lluvias sería la piscicultura. “En las quebradas no habrá renovación de agua”, lo que provocaría un sobrecalentamiento de los estanques donde se crían a los peces, provocando su muerte. Con esta información, esta oficina alertó a las direcciones regionales de Agricultura y Producción a tomar sus precauciones en sus sectores.
Sobre esta alerta, el director regional de Agricultura de Madre de Dios, Carlos Ortega, espera que el Gobierno Central declare en emergencia el sector agrícola y ganadero en Madre de Dios. De acuerdo con el funcionario, que en la primera gestión (2015 – 2018) del actual gobernador Luis Otsuka Salazar también ocupó este mismo cargo, con la declaratoria podrían acogerse al “programa Punche Perú para promover proyectos de inversión pública. Vamos a solicitar el apoyo del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego para (ejecutar) proyectos de sistemas de riesgo y cosechas de agua en Madre de Dios”.
“No hay otra forma para que podamos asistir a los productores, sino declaramos en emergencia. De esa forma viene inversión y presupuesto”, insistió el funcionario, que, además, anunció la creación de un componente en uno de sus proyectos que vienen formulando, el cual incluiría un sistema de piso forrajero (pastizales cultivados y mantenidos para proporcionar alimento de calidad al ganado), en favor de los ganaderos de la provincia Tambopata.
Acerca de lo mencionado por Ortega, el coordinador de Cenepred aclaró que el estado de emergencia no obliga al Ejecutivo Nacional transferir recursos. “Las declaratorias de estado de emergencia nos ayudan a acelerar trámites administrativos para modificar recursos (…) En realidad no nos otorgan presupuestos adicionales, siempre va a ser con los recursos propios que tiene cada gobierno regional o local”.
No obstante, señaló que si en el plan de acción definido por la entidad se incluye la declaratoria de emergencia, “sí convendría” solicitarla.
Datos:
En los años 1982-1983 y 1997-1998, Madre de Dios también fue afectada por el Fenómeno del Niño. A diferencia de lo pronosticado por el Senamhi para el verano de 2024, en aquellos años se registraron niveles de lluvias significativamente más altos, con acumulados de 6 mil mm y 8 mil mm, respectivamente. Para dar una idea de la magnitud, durante 1997-1998, las regiones más afectadas fueron Tumbes, Piura y Lambayeque, con un acumulado de 3 mil mm de lluvia. En ese periodo, tanto Madre de Dios como Ucayali experimentaron niveles elevados de precipitaciones, aunque no fueron tan severas debido a su geografía, la baja densidad poblacional y la infraestructura limitada.
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