En diálogo en el programa ‘La Hora N’ -el pasado 10 de octubre-, Ernesto Ráez (director de Ciencia y Desarrollo del Centro para la Sostenibilidad Ambiental de la Universidad Cayetano Heredia) y Miguel Santillana (economista del Instituto del Perú), analizaron el caso de la explotación de oro informal en Madre de Dios.
Para Ráez, en este caso, el Estado no debería buscar como un primer paso la formalización, “sino un rescate de la presencia del Estado y sus instituciones en estos enclaves mineros. Eso sólo puede ocurrir con un rescate importante, basado en inteligencia de la fuerza pública. Ahora, no se trata de irse contra las masas a disparar. Nadie plantea eso. Pero hay peses gordos sobre los cuales se debe actuar»
«Hay que quitar la concesión minera a quienes está cumpliendo durante años con lo requisitos de concesión. Muchos de los que están trabajando en Madre de Dios no pueden ofrecer garantías de que los objetivos económicos, sociales y ambientales de una minería responsable van a ser cumplidos. Estas personas tienen que salir».
Para el investigador, los invasores de la zona denominada La Pampa «se oponen a cualquier acción enérgica del Estado que permita un control de la actividad y empezar un proceso de reordenamiento minero, que va a llevar mucho tiempo, pero que tiene que empezar con garantías del Estado debe dar a todos de que esa zona está bajo el imperio de la ley».
Por su parte, Miguel Santillana señaló otro problema: «Ya está copado el 7% que ha aprobado el Estado peruano para hacer minería. Todos los días a Mazuko (punto de paso de la Interoceánica) llegan entre 200 y 300 personas que se sientes con el derecho de explotar oro»
“Por eso es que los mineros «sin tierra», a instancias de la Federación de Mineros de Madre de Dios, encontraron como solución irse a la zona de amortiguamiento de los parques nacionales o a territorio indígena», indicó.
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