[OPINIÓN] Entre el CADE y el Pacto Ambiental: Cuerdas para unir la economía y el ambiente
lunes 4 de diciembre, 2017
Escribe Silvana Baldovino / Programa de Pueblos Indígenas, Biodiversidad y Desarrollo de la SPDA
La semana pasada fue bastante particular en nuestro país. Entre el miércoles y el viernes, se realizó en Paracas (Ica) el principal foro empresarial del país, el CADE, cuyo lema fue “Un solo país, no más cuerdas separadas” y, de manera casi simultánea, en Puerto Maldonado (Madre de Dios), el Primer Congreso Internacional de Justicia Ambiental organizado por la Comisión Nacional de Gestión Ambiental del Poder Judicial. ¿Qué tienen ambos eventos en común?
El CADE buscó tener una visión de preparación y de reflexión, marcando el camino hacia el Bicentenario de nuestro país. Las presentaciones de los ejecutivos fueron claras y algunas hasta motivadoras; la promoción de un país más moderno, organizado e innovador, fueron ideales compartidos; la necesidad de combatir la corrupción e impunidad, un grito desesperado; la búsqueda de igualdad de género y de condiciones para las mujeres, un gran reto.
Haciendo una revisión rápida, CADE es un evento donde el género masculino predomina, lo que evidencia cómo están ocupadas las posiciones de poder en nuestro país, salvo excepciones como el cargo de Mercedes Araoz, presidenta del Consejo de Ministros. Los grandes ausentes en esta última reunión fueron los temas ambientales y la consulta previa, que casi no se mencionaron.
De la costa a la selva
En otro lugar más lejano, precisamente en la “Capital de la Biodiversidad del Perú”, se realizó el Primer Congreso de Justicia Ambiental, que tuvo como objetivo mejorar el acceso y la aplicación especializada de la justicia ambiental en el Poder Judicial.
Realizar este Congreso en Madre de Dios es un importante mensaje, ya que esta no es solo una de las regiones más biodiversas de nuestro país, sino también una de las más afectadas por actividades ilegales como la minería ilegal, que a su vez trae consigo otros delitos como la trata de mujeres y niños, esclavitud y el sicariato. En Madre de Dios, los peruanos desaparecen, la corrupción crece y la inseguridad se respira por todos lados. Por ello, mejorar el acceso y la aplicación de la justicia es un gran reto, y hay gran camino que recorrer.
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La minería ilegal se está comiendo Madre de Dios como una plaga muy difícil de detener. El fortalecimiento de la institucionalidad es una de nuestras mejores alternativas para combatirla, así como también lo es el empoderamiento de la ciudadanía, mejorando y fortaleciendo el acceso a la justicia, reconociendo la importancia de roles como el de los comités de gestión o el de los defensores ambientales.
¿Qué tiene que ver CADE con el Congreso realizado en Madre de Dios?, ¿cómo juntamos estas cuerdas?, ¿cómo unes este país?, ¿cómo caminamos juntos hacia el Bicentenario?
Aquí es donde vienen los retos, aquí es donde empieza la tarea más difícil, la de unificar un país, donde Madre de Dios e Ica no sean realidades separadas. No solo debemos unir lo político y lo económico, debemos buscar equidad de género, acceso a la justicia, inclusión de interculturalidad, oportunidades para todos. La suma de estos factores empoderará a los ciudadanos y fortalecerá a nuestro país que necesita unificarse.
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