- Investigación de Oceana y ProDelphinus afirma que sustitución en la venta de pescados alcanza el 72% en la costa peruana.
- Según el estudio hecho en Piura, Chiclayo y Lima, las especies más sustituidas son la cabrilla, tollo y mero.
Las organizaciones de conservación marina Oceana Perú y ProDelphinus publicaron un informe que revela una mala práctica realizada por mercados, supermercados y restaurantes del país: la sustitución de especies marinas. Es decir, ofrecen un pescado (a veces de un precio elevado) y te dan otro (de mucho menor precio y de menor calidad).
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La investigación se realizó en 39 puntos de venta en Lima, Chiclayo y Piura. El equipo científico extrajo muestras de pescados de filetes frescos y platos como el cebiche y tiradito en restaurantes, supermercados y mercados distritales.
El informe «Fraude y sustitución en la venta de pescados en Perú» resalta que el 72% de las 225 muestras analizadas en laboratorio no correspondía con el nombre de venta. Especies de gran demanda y valor, como el mero, fueron reemplazadas por otras más baratas como la basa, proveniente de la acuicultura. Asimismo, se detectó que el tiburón martillo está siendo vendido como tollo, pese a estar en época de veda. También se halló que la anguila del Atlántico estaba siendo comercializada, pese a ser una especie en peligro de extinción.
“Este es un diagnóstico inicial de la magnitud de este problema que impacta en la economía del consumidor, pero también atenta contra la sostenibilidad de nuestro mar, ya que incentiva la sobreexplotación de especies, podría permitir el ‘lavado’ de pesca ilegal y va en contra de los esfuerzos por conservar especies amenazadas”, explicó Joanna Alfaro, directora de ProDelphinus. Estos resultados superan a los que evidenció la primera investigación realizada por ambas organizaciones en el 2018 en Lima, que reveló un 43% de sustitución.
Alfaro añadió que, bien hay especies de pescados cuyo parecido físico puede llevar al error, existe también el fraude deliberado motivado por el mayor valor de algunas especies. “Más de la mitad de las muestras son un posible fraude. El perico es la especie que ha sido más utilizada para este fin, siendo vendida como corvina, mero o fortuno”, detalló.
El cebiche es, según el estudio, el camuflaje favorito para el fraude y sustitución, ya que el 74% de las muestras extraídas de este tipo de plato no correspondía con el nombre de venta.
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¿Qué podemos hacer?
Según Oceana, la cadena de comercialización de pescados en el Perú involucra a una diversidad de actores desde la captura en el mar hasta llegar al consumidor final. La identificación de especies se hace de forma declarativa, en base al conocimiento de pescadores, comercializadores y los nombres de las especies cambian según el lugar dónde son desembarcadas.
“El vacío de información y la falta de mecanismos para el control en la cadena de comercialización hacen de este un problema complejo. Necesitamos implementar un sistema que garantice la identificación específica del pescado a lo largo de esta ruta; esto es clave para la trazabilidad”, indicó Juan Carlos Riveros, director científico de Oceana Perú.
“En este sistema se exigiría a los intermediarios reportar información sobre qué, cómo, cuándo, quién, y dónde se pesca, procesa o venden los recursos marinos. Esta sería una forma efectiva de garantizar que pagamos lo justo, impedir la entrada de pesca ilegal y reducir la sobreexplotación de especies”, agregó.
Para tener una población más informada y autoridades que puedan hacerle frente a este problema, Oceana Perú y ProDelphinus coinciden en tres recomendaciones: realizar un estudio que nos permite saber qué nombres y en qué lugares se usan; crear una lista oficial de pescados comerciales en base a este estudio y a los que ya los inventarios de especies que ya existen; y elaborar estudios similares con los Gobiernos Regionales, Ministerio de la Producción (Produce), Instituto del Mar del Perú (Imarpe) y la sociedad civil.
DATOS:
- El estudio se realizó entre noviembre del 2018 y febrero del 2019. Se extrajeron muestras de filetes o trozos de pescados frescos y platillos en base a pescado fresco. Por cada platillo, se obtuvieron tres muestras para descartar que hubiese cortes de diversas especies.
- El método de análisis usado es el código de barras ADN, una tecnología líder mundial que utiliza una secuencia genética muy corta del ADN y luego la coteja con un banco de información genética global de especies. Un mecanismo similar al usado en supermercados con los escáneres que distinguen las rayas negras del Código Universal de Producto.
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