• Ante la emergencia sanitaria por la gripe aviar, Serfor, Senasa y el Minsa informaron sobre los protocolos de bioseguridad que deben seguir tanto las municipalidades como la ciudadanía.

 

El Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) informó que, del 17 al 5 de febrero, se atendieron 239 reportes de lobos marinos varados en Lima, un incremento de casi cinco veces respecto a años anteriores en la misma época. Estos avisos de ciudadanos se realizaron desde las playas de Asia, Chorrillos, Cerro Azul y Chilca, principalmente.

Tras confirmar el contagio de influenza del tipo A H5N1 en lobos marinos, delfines y hasta un león, las autoridades competentes han señalado la importancia de seguir los protocolos de bioseguridad para evitar la diseminación del virus con el fin de prevenir contagios en humanos y reducir afectación a más animales.

¿Qué protocolo debemos seguir?

El Serfor, el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) y Ministerio de Salud (Minsa) alertó a la ciudadanía evitar cualquier tipo de contacto con lobos de mar y aves marinas como pelícanos, gaviotas, guanayes, piqueros y otras.

“Se pide a la población que no toquen a estos animales silvestres, que no intenten alimentarlos, llevárselos a otro lugar, ni menos, devolverlos al mar, porque pueden contagiarse y diseminar el virus”, señaló Serfor en un comunicado.

Asimismo, las autoridades exhortan que también debemos evitar que otras personas o animales domésticos, como perros, se acerquen a estas especies marinas. En ese sentido, la bióloga del Programa Punta San Juan, Susana Cárdenas, recomendó que es mejor “no llevar los perros a la playa para evitar las interacciones entre aves y lobos con estos u otras mascotas».

Además, la especialista agregó que, para evitar cualquier posibilidad de contagio y comportamiento agresivo o inesperado de los lobos marinos como mordidas, debemos mantener una distancia prudente. “Hay que darles su espacio, un radio de 3 metros aproximadamente”, puntualizó.

Por su parte, el biólogo de Gobernanza Marina de la SPDA, Yuri Hooker, afirmó que “los lobos marinos son animales muy dóciles cuando están en el agua. No es común que ataquen en el agua. Hay distintas teorías que explican que la posible agresividad reportada por algunos individuos sea por enfermedad, pero para tener certezas se necesitan programas sanitarios e investigación permanente de animales marinos silvestres”.

Respecto a las acciones desplegadas con autoridades locales, el Serfor ha informado que está realizando una serie de capacitaciones con las municipalidades de Lima y Cañete, donde se ofrecen recomendaciones para evitar la diseminación de este virus.

Protocolos de bioseguridad con las municipalidades

Por su parte, los biólogos consultados recuerdan a las municipalidades, que actualmente recogen las especies muertas, la importancia de que sigan los protocolos de bioseguridad ya utilizados en la emergencia sanitaria por influenza aviar en noviembre de 2022.

Es decir, las personas manipulen a los lobos marinos deben contar con mamelucos tyvek con capucha, botas, guantes, mascarillas KN95 y lentes protectores. Además, los cadáveres deben ser incinerados o enterrados en huecos profundos de 2 a 3 metros o más, y cubiertos con cal.

¿Qué hago si veo un lobo marino en la orilla de la playa?

Ante el avistamiento de lobos de mar varados en las orillas de las playas, el Serfor se pide a la ciudadanía reportarlo al WhatsApp de ‘Alerta Serfor’ (947-588269), a través de mensajes escritos donde se adjunten fotos del animal, ubicación, persona de contacto y descripción breve sobre la situación.

Andrea Collantes, bióloga del Programa de Bosques y Servicios Ecosistémicos de la SPDA, resaltó la importancia de «acatar todas las disposiciones sanitarias de las autoridades para evitar el contagio a humanos”. Asimismo, señaló que «es importante tomar en cuenta que los mamíferos marinos son poblaciones que, de por sí, se encuentran vulneradas por distintos factores como contaminación marina, pérdida de hábitat, capturas incidentales, lesiones por hélices de las embarcaciones, entre otros. Por ello, esta situación es también una oportunidad para sensibilizar a la población sobre el estado de conservación de estas especies y cómo podemos contribuir a su conservación”.