- Para poder ser puestos en libertad, los animales silvestres deben cumplir una serie de condiciones como identificación taxonómica de la especie, su distribución natural y origen.
Un total de 2224 ejemplares de animales silvestres decomisados en operativos o hallados por diversas circunstancias fueron liberados en su hábitat, en 2021, informó el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor). Las acciones se realizaron en conjunto con distintos gobiernos regionales.
La lista de las liberaciones es encabezada por la rana gigante del Titicaca (Telmatobius culeus) con un total de 1745 ejemplares. Según la Dirección Información y Registro del Serfor, esta especie es traficada para ser usada como insumo en la elaboración de extractos o batidos por supuestas propiedades curativas.
A la rana gigante le sigue la liberación de 296 especies de golondrinas de mar que tras dejar sus nidos se desorientan por la contaminación lumínica y caen en jardines, parques, techos y otros lugares abiertos. Ante esta situación, muchos ciudadanos reportaron al Serfor para que estas sean liberadas en el mar, dado que se distribuyen en la corriente marina de Humboldt.
En el caso del cuy silvestre (Cavia tschudii), se reportaron 72 liberaciones, mientras que en las diversas especies de tortugas, boas, culebras y sapos también registran un número importante de liberaciones en las diversas regiones donde fueron recuperadas o halladas.
Otras especies importantes que fueron devueltas a su hábitat natural son los osos perezosos de dos y tres dedos, el oso hormiguero, un tigrillo (Leopardus pardalis), un armadillo de nueve bandas (Dasypus novemcinctus), un puerco espín (Coendou bicolor), zarigüeyas, loros, búhos y lechuzas, además de otros.
Sobre el proceso de reinserción
Para poder ser puestos en libertad, los animales silvestres deben cumplir una serie de condiciones tales como identificación taxonómica de la especie, su distribución natural y origen. Además, el ejemplar debe estar en buenas condiciones sanitarias, verificado por una atención veterinaria. El área seleccionada para la liberación no debe implicar un riesgo ni para el animal, ni para las personas del lugar.
Tal como indicamos en una nota previa, no se puede liberar a las crías de mamíferos y aves porque requieren del cuidado de sus madres, quienes les enseñan a defenderse, alimentarse y otras actividades claves para su supervivencia. Por eso, cuando se rescata una cría de oso de anteojos u otros, estos son llevados a centros autorizados para su atención y cuidados adecuados.
Cifras por región
La Administración Técnica Forestal y de Fauna Silvestre (ATFFS) Puno, órgano desconcentrado del Serfor, lidera las liberaciones con 1825 casos, seguido por la ATFFS Moquegua-Tacna con 278, la ATFFS Lima con 38, el Gobierno Regional de San Martín (que tiene las competencias forestales y de fauna silvestre transferidas) con 31 liberaciones, el GORE Loreto con 12, la ATFFS Cajamarca con 11 y el GORE Amazonas con ocho, entre otros.
Temas pendientes respecto al tráfico ilegal de fauna silvestre
Para Luis Zari, del Programa de Bosques y Servicios Ecosistémicos de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), sin duda el caso de “Run Run” acercó a la sociedad a la realidad del tráfico ilegal de fauna silvestre y la gravedad de este problema. Sin embargo, es importante tener en cuenta que existen retos pendientes como abordar este comercio que también se mueve por Internet, así como la categorización del tráfico de vida silvestre como crimen organizado.
El experto agrega que se debe reconocer la Estrategia Nacional para Reducir el Tráfico Ilegal de Fauna Silvestre en el Perú (ENRTIFS) como instrumento diferenciado de la Política Nacional Forestal y de Fauna Silvestre, entre otros puntos, siendo uno de los más importantes la aprobación de la primera ordenanza sobre esta problemática.
“El 2021 también ha terminado dejándonos la buena noticia de la aprobación de la primera ordenanza del país enfocada en la prevención y control del tráfico ilegal de fauna silvestre en la región de Tacna. Este ha sido un trabajo liderado por Serfor que, junto con el apoyo de la Embajada del Reino Unido, hemos podido ayudar a sacar adelante y seguir implementando las acciones priorizadas en la ENRTIFS. La aprobación es solo el primer paso, este año hay que trabajar para implementar correctamente la ordenanza, buscar que otros gobiernos regionales y locales repliquen la norma y seguir fortaleciendo la articulación e intervención conjunta de las autoridades competentes”, indica Zari.
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