El Ministerio del Ambiente (Minam) ha calculado en 200 millones de dólares el impacto medioambiental que originaría la central hidroeléctrica Inambari, cuya concesión ha sido concedida a la empresa brasilera Electrobras.

Por esta razón, de realizarse el proyecto, la empresa deberá realizar un pago anual al Perú para compensar por la destrucción de los bosques. Este dinero será destinado a un fondo para la reforestación de las áreas naturales protegidas.

“De la producción eléctrica de dicha central, la empresa deberá realizar un pago anual a este fondo”, precisó el Ministro del Ambiente, Antonio Brack.

La central de Inambari se ubicará a 300 kilómetros de la frontera con Brasil, entre los límites de los departamentos de Puno, Cusco y Madre de Dios, y de las provincias de Carabaya, Quispicanchis y Manu, respectivamente.

El valor del territorio donde se construiría dicha central se ha calculado en 5,000 dólares por hectárea, pero aún no está determinada la cantidad de hectáreas que ocuparía. Sin embargo una evolución preliminar realizada por el Minam, la central inundaría alrededor de 45,000 hectáreas de bosque.