Cinco dragas fueron intervenidas y capturadas en el río Napo, gracias al operativo conjunto denominado “Mercurio” liderado por la Marina de Guerra del Perú, que contó con la participación de la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental, el Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana, así como representantes del Ministerio del Ambiente, la Dirección Regional de Salud y la Policía Nacional del Perú.

Las dragas, embarcaciones utilizadas para excavar materiales debajo del nivel del agua y elevarlos hasta la superficie, fueron detectadas en las inmediaciones de los poblados Sara Isla y San Lorenzo realizando la extracción de oro y gavilla de madera ilegalmente.

El operativo, realizado entre el 7 y 11 de febrero último, supuso un trabajo previo de inteligencia por parte de los agentes de la Marina. Gracias a ello, se pudo incautar una serie de equipos como bombas, mangas de succión, pailas con coladeras, equipos de buzos e insumos químicos los cuales fueron decomisados por los representantes del Ministerio Público y la PNP.

En tanto que los encargados de manejar las dragas fueron puestos a disposición del Ministerio Público y su identidad se daría a conocer en los próximos días. Estos sujetos podrían ser acusados de delito por contaminación ambiental, el cual se encuentra contemplado en el código penal.

Cabe señalar que para este operativo intervinieron 100 efectivos de la Marina de Guerra así como 2 unidades fluviales, 5 lanchas rápidas, 1 helicóptero y 2 patrullas de infantería.

Sin embargo, la minería informal es un problema que afecta no sólo a la zona del río Napo, en el norte del país, sino que ha extendido sus tentáculos hasta otros departamentos como Cusco, Arequipa, Cerro de Pasco, Puno y Madre de Dios.

Madre de Dios es una de las zonas donde se concentran la mayor cantidad de estos mineros informales. Debido a ello es que en enero pasado el Ministerio del Ambiente aprobó una zona de exclusión minera en dicha región, en la cual se estará permitido la extracción aurífera. Según el ministro Brack esta acción permitiría ordenar el crecimiento económico del lugar y controlar la contaminación.

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Foto cortesía Marina de Guerra