El pasado martes, la revista brasileña Valor informó que la firma estatal Electrobras aún se muestra ‘optimista’ sobre el proyecto para la construcción de la Central Hidroeléctrica de Inambari. Según el informe, la decisión final estaría en manos del Gobierno peruano a través del presidente electo Ollanta Humala.
«Somos optimistas de que esta decisión sea revisada y un nuevo proceso de licitación se pone en el aire. Ya hay un presidente electo de Perú, y debe ser colocado favorablemente. Entendemos que, de hecho, esto es parte de unos proyectos estratégicos en la región amazónica», señaló Claudio Magalhaes, superintendente asistente de la coordinación general de la presidencia de Electrobras.
«La Amazonía peruana y la Amazonía brasileña, naturalmente, forman parte de la estrategia integrada para la producción de energía. Así que estamos esperanzados. Esperamos acontecimientos», añadió Magalhaes.
Cabe destacar que Electrobras, Furnas (ambas estatales) y OAS (privada), forman Empresa de Generación Eléctrica Amazonas Sur (Egasur), conformada especialmente para la construcción de la Central Hidroeléctrica Inambari, proyecto enmarcado dentro del Acuerdo Energético Perú – Brasil, firmado por el entonces presidente Lula da Silva y Alan García Pérez.
Según Egasur, el objetivo de la obra es generar 2 mil MW de energía para abastecer al mercado peruano y vender los excedentes a Brasil. La inversión para esta obra es de 4.9 mil millones.
Desde sus inicios, el proyecto ha generado diversos cuestionamientos debido a los impactos ambientales que generaría. Entre los principales efectos figuran: la inundación de más de 100 kilómetros de Carretera Interoceánica, así como 460 km2 de bosque tropical, afectando la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional Bahuaja Sonene.
Además, causaría el desplazamiento de cerca de 8 mil personas de diversas comunidades, los cuales ya han mostrado su desacuerdo por dicha medida a través de continuas manifestaciones.
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