Fotos: Guardianes de árboles urbanos (GARU)

• Tras una evaluación de la planta, especialistas coinciden que existe un 50 % de probabilidad que se salve, pero se requiere acciones inmediatas.

Ubicado en la segunda cuadra de la calle Tacna en Iquitos, emerge entre el pavimento un majestuoso árbol de la especie renaco, el cual está presente desde los inicios de la ciudad y forma parte de las tradiciones y creencias de la capital loretana. Sin embargo, durante los últimos días, los medios locales han informado sobre su estado de salud, y esto ha generado inquietud en la población.

Ante ello, distintos botánicos, especialistas y sociedad civil organizada han visitado la planta para evaluar su situación, y han encontrado distintos factores que estarían acelerando su deterioro, como por ejemplo la incrustación de clavos en el tronco, así como las podas mal realizadas sin un criterio científico.

“El árbol no ha muerto”, afirma Pedro Paucarcaja, ingeniero agrónomo que, junto con otros miembros del colectivo Guardianes de Árboles Urbanos (GARU), iniciaron el pasado lunes un análisis a profundidad.

Según el colectivo, esta especie es caducifolio; es decir, pierde sus hojas en determinadas épocas del año. Sin embargo, tras el análisis se observó que gran parte de las ramas y el tronco están totalmente secos y sin vida.

“Gran parte del tallo lo tiene seco, pero hay una parte, alrededor del 30 % que todavía está circulando savia. Hemos visto que una parte del árbol bombea savia desde el tallo hasta la copa, lo cual es un indicio de que el árbol está vivo. Analizando las muestras tomadas por el equipo, hay un 50 % de probabilidad que viva, y toda dependerá que tomemos acciones inmediatas”, menciona Paucarcaja, en conversación con Actualidad Ambiental.

GARU, junto a empresas privadas y especialistas, recomendaron algunas medidas que se deben tomar para salvar al árbol, entre ellas cerrar todo el perímetro y realizar una poda cautelosa para retirar las ramas y tallos secos ya que representan un peligro para los transeúntes. Asimismo, se determinó que, debido a las grandes proporciones de la planta, se requiere una grúa para realizar este trabajo, por lo que han invitado a empresas privadas a sumarse a esta cruzada.

Posterior a la poda, el colectivo sugiere cercar con mallas el tronco, y de esta manera evitar que las personas miccionen en él, arrojen desperdicios o arranquen las últimas partes vivas del tallo. Además, recomiendan remover parte de la tierra en donde se encuentra el árbol para poder rellenarlo con guano, y de esta manera la planta podrá adquirir más nutrientes. Como última medida, GARU sugiere conectar un sistema de riego que permitirá hidratarlo. Si con todos estos cuidados la planta no logra recuperarse en tres meses, podría declararse la muerte del árbol, afirmaron los especialistas.

Finalmente, el colectivo invitó a la población y al sector privado a contribuir con la recuperación del Este árbol. Los interesados pueden comunicarse al 989-904-262.

Dato:

• El árbol tiene un valor histórico para los iquiteños, pues ha visto pasar a generaciones. Algunos de los ciudadanos más antiguos de la ciudad mencionan que lo han visto desde que eran niños, por lo que se presume que tendría más de 100 años.
• En la Amazonía existen diversas creencias en cuanto a las propiedades místicas del árbol, como por ejemplo el de juntar a las parejas para siempre; por ello es común encontrar los llamados amarres entre sus ramas.