El líder indígena que vivió su juventud en aislamiento y superó al COVID-19 a los 82 años
martes 8 de septiembre, 2020
- Hace unas semanas, Antonio Sueyo fue dado de alta luego de vencer al nuevo coronavirus. Su hijo Héctor dio detalles sobre esta dura experiencia y la historia detrás del libro inspirado en su padre y el pueblo harakbut.
Por Luis Chacón
Fueron momentos de gran angustia a la espera de malas noticias. A sus 82 años, Antonio Sueyo, líder indígena del pueblo harakbut, libró una complicada batalla contra el COVID-19, internado durante 14 días en el hospital Santa Rosa de Puerto Maldonado, en Madre de Dios, y que culminó con una milagrosa recuperación, tal como narra su hijo Héctor.
“A veces no nos explicamos cómo se salva por la cantidad de problemas que tiene (marcapaso bicameral y dolencias en la próstata). Para mí es un milagro, los doctores me decían que me despida, pues llegó con el 70% de los pulmones infectados y el mismo director del hospital me dijo que estaba difícil salvarlo, pero se dio el milagro, ni él sabe cómo se salvó. Son casos especiales”, comenta Héctor Sueyo.
Actualmente, Antonio Sueyo se encuentra estable, con sus controles médicos respectivos. En los últimos días, le ha confesado a su hijo que recurre a “cantos curativos y ancestrales” que le ayudan a curarse y que en algunas ocasiones “aparecen los espíritus de los sabios” u otras figuras mágicas representadas por otorongos y osos que también contribuyen a su mejora.
La pandemia evidenció aún más las carencias de los pueblos indígenas respecto a servicios básicos somo salud, agua y saneamiento. Por esta necesidad, hoy lamentamos la muerte de varios maestros y líderes de diversas etnias. Héctor Sueyo, por ejemplo, recuerda con tristeza la muerte de José Tijé Huarao, líder fundador de la comunidad nativa Arazaire del pueblo harakbut, víctima del nuevo coronavirus.
[Ver además ► Cultura en duelo: los sabios y líderes indígenas que el COVID-19 se está llevando]
La historia de “Soy Sontone”
En 2018 se publicó Soy Sontone, memorias de una vida en aislamiento, libro en el que Héctor Sueyo narra las vivencias contadas por su padre Antonio durante su etapa de no contactado hasta que conoció a los misioneros dominicos.
Según cuenta Héctor, la motivación para iniciar este trabajo llegó gracias a los consejos de su esposa, quien le dio la idea de escribir sobre las historias de su padre y el pueblo harakbut, por lo que decidió empezar a recopilar toda esta información en un pequeño cuaderno.
“¿Por qué no motivar a través de una escritura de los harakbut? Nació la idea de la fortaleza de otros pueblos como asháninka y shipibo-konibo. La idea era fortalecer mi identidad escribiendo un documento que quede para las próximas generaciones. Compré un cuaderno de 50 hojas y escribía todas las noches. Mi padre me narraba sus historias y así se me acabó este y otro cuaderno de más de 100 hojas. Este libro debió tener 280 páginas, pero se redujo. Fue un proceso en Puerto Bermudez, cuando estaba con mi papá”, cuenta el autor.
Como académico e investigador en temas de antropología y sociología, Héctor contrastó la información recibida por su padre con Víctor Huenco, reconocido anciano sabio del pueblo harakbut, quien se mostró sorprendido por el conocimiento que había adquirido gracias a los relatos de su padre, Antonio Sueyo.
Lo que sí recalca Héctor Sueyo es que siempre tuvo la idea de no seguir un esquema científico con el libro, sino, más bien, guiarse de los testimonios, lo que al principio le causó ciertos problemas con ciertas organizaciones y editoriales que preferían darle otro ángulo al libro.
Afortunadamente para Héctor y su padre Antonio Sueyo, el Fondo Editorial del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) y el Ministerio de Cultura mostraron su interés en el trabajo basado en el pueblo harakbut y que el reconocido politólogo Mauricio Zavaleta, encargado la revisión y el prólogo, reconoce como un libro sin precedentes.
Tal fue el interés del ministerio y de quienes tuvieron conocimiento del libro que se planteó la idea de producir un material audiovisual sobre esta publicación y que, sin duda, sería un trabajo que fortalecería el conocimiento sobre los harakbut.
“En algún momento hasta se habló de hacer un cortometraje con esta historia. Es un libro que no tiene precedentes con las vivencias de alguien que estuvo en aislamiento y vivió esa transición. En Perú, no existe otro material así, con un testimonio directo y contrastado como el que dio mi padre”, precisa Héctor.
La estructura del libro
Tal como se indica en sus primeras páginas, Soy Sontone, memorias de una vida en aislamiento está dividido en tres capítulos y cuatro anexos referidos a la organización social de los harakbut, según Antonio Sueyo, el mito del héroe Marinke, conocimientos tradicionales de este pueblo y un glosario.
En cuanto a los capítulos, Héctor Sueyo cuenta que son las fases que vivió su padre, desde antes de ser contactado por los misioneros dominicos en los años cincuenta y el duro proceso que significó formar parte de una nueva sociedad.
“Este libro es la experiencia de mi padre en tres fases: cuando vivía en aislamiento, es decir, no contactado; la segunda parte es cuando hace el contacto con la sociedad; y el tercer escenario es cuando vive en la misión dominicana, cuando empieza la minería aurífera en la comunidad Inambari. Yo he nacido en la segunda fase, durante la misión dominicana San Miguel Arcángel de Shintuya, ahora comunidad nativa de Shintuya”, narra Héctor.
Una nueva historia
Tras marcar un precedente con este libro, Héctor Sueyo anuncia que es muy probable que junto a su padre Antonio se animen a publicar nuevo material y que incluiría la lucha del emblemático miembro del pueblo harakbut, esta vez contra el COVID-19.
“Hay un montón de cosas por escribir sobre la experiencia de mi padre, sobre todo, durante este tiempo que luchó contra el COVID-19. Actualmente, estamos publicando un artículo de 18 páginas para la Pontificia Universidad Católica, pero resumiendo el libro y con el contexto actual de la pandemia, pero hasta ese momento no había enfermado”, sentencia Sueyo.
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