El derecho humano al agua y la gobernanza hídrica: reflexiones y agenda pendiente

martes 21 de mayo, 2024

Foto: Tomas Müller / SPDA

  • En el Perú, tres millones de peruanos, es decir, el 9.2% de la población, carece de acceso a servicios de agua potable.
  • Actualmente, se viene desarrollando en Bali, Indonesia, el Foro Mundial del Agua, un espacio en el que se exploran temas relacionados con la gobernanza del agua, seguridad hídrica y más.

Escribe: Francisco Rivasplata / Programa de Política y Gobernanza Ambiental de la SPDA

 

Un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), de abril del 2024[1], evidencia que, en el año 2000, un 90.7% de la población de América Latina y el Caribe (ALC) tenía acceso al agua potable mientras que, en el 2022, este porcentaje llegó a 97,6%. Sin embargo, estos avances son menores en las zonas rurales donde el 70% de personas contaba con acceso a agua potable en el 2000 y un 91,6 en el año 2022. Estas brechas son mayores en los países con menor desarrollo económico de América Latina y el Caribe, como Haití, Nicaragua o Bolivia.

Para Perú, los datos siguen siendo desalentadores. Un artículo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) del 2021, titulado “La gobernanza del agua en el Perú”, muestra que tres millones de peruanos, es decir, el 9.2% de la población, carece de acceso a servicios de agua, además de existir una amplia brecha entre lo urbano y lo rural.

Este contexto, parece girar en torno a un círculo vicioso donde la expansión de la producción de los alimentos para atender las necesidades de la creciente población mundial genera una mayor presión sobre el agua; sumado a ello, los riesgos de inundaciones, lluvias o sequías asociados al cambio climático afectan la seguridad alimentaria, la seguridad hídrica y expone a los más vulnerables a los efectos negativos de estos fenómenos.

Frente a ello, el fortalecimiento de la gobernanza para la gestión eficiente del agua en los países en vías de desarrollo representaría una solución que aporte al ejercicio efectivo de este derecho y, de esta forma, permita avanzar hacia una justicia hídrica que considere la reducción de brechas en beneficio de los más vulnerables (poblaciones indígenas, mujeres, niños, adultos mayores, etc.) como el objetivo principal para la toma de decisiones.

¿Cómo se enfrenta los problemas asociados con la escasez del agua?

Los esfuerzos para superar los problemas asociados al agua parten desde la definición que otorga las Naciones Unidas sobre el derecho humano al agua en el año 2002. De acuerdo a la institución, “es el derecho de todos a disponer de agua suficiente, salubre, aceptable, accesible y asequible para el uso personal y doméstico”, y su posterior reconocimiento por la Asamblea de las Naciones Unidas en el año 2010.

Asimismo, en el año 2015, el Comité de Políticas de Desarrollo Regional de la OCDE publicó los principios de gobernanza del agua:

Foto: OCDE

Estos principios tienen como objetivo que las políticas públicas consigan resultados tangibles, considerando las siguientes dimensiones: efectividad, eficiencia, confianza y participación.

Por otro lado, el Banco Mundial, en el informe “Perú: acciones estratégicas para la seguridad hídrica”, establece algunos elementos claves para la seguridad del agua: a) mantener la gestión de los recursos hídricos y mejorar la calidad del agua; b) prestar servicios para las personas y la producción agrícola y; c) crear resiliencia a los crecientes extremos climáticos:

Foto: Banco Mundial

También se encuentra la Agenda Regional de Acción por el Agua 2023 de América Latina y el Caribe, que fue producto de los Diálogos Regionales del Agua, donde se estableció como una necesidad “garantizar el derecho humano al agua potable y saneamiento gestionado de manera segura a través de un gran impulso a la inversión en el sector, sin dejar a nadie atrás” y, al mismo tiempo, “promover cambios regulatorios y normativos para fomentar el acceso equitativo y asequible, y así erradicar la pobreza hídrica, con instrumentos innovadores incluyendo tarifas sociales”. Entonces, qué entendemos por gobernanza del agua.

Sobre la gobernanza del agua

La gobernanza del agua se refiere a las normas, prácticas y procesos que ordenan la toma de decisiones para una gestión de recursos hídricos que respondan a las necesidades de las personas y, a la vez, se reconozcan los conocimientos y prácticas ancestrales. Para lograr una gobernanza del agua que sea efectiva, se requiere, entre otros puntos, los siguientes:

  1. Asegurar la participación ciudadana y los impactos diferenciados para la toma de decisiones en todos los niveles

El rol de las mujeres y de las comunidades en la conservación de los ecosistemas y la puesta en práctica de sus conocimientos para la protección de las fuentes de agua es indispensable. En el Perú, existen mecanismos para que estas comunidades y grupos de personas en situación de vulnerabilidad participen de la gestión del agua a través de los consejos de cuenca, comités de regantes, juntas de usuarios, plataformas de buena gobernanza, núcleos ejecutores o en talleres participativos de proyectos de inversión que utilicen este recurso natural como insumo básico, como es el caso de la minería, la industria o la construcción de grandes carreteras.

Sin embargo, la participación en sí misma no es suficiente si no se asegura que las instituciones, encargadas de garantizar que los aportes sean incluidos en la toma de decisiones, tengan suficiente personal, presupuesto y procedimientos claros para asegurar una participación efectiva. Si bien existen avances significativos para la consideración del enfoque de género en algunas instituciones con competencias en la gestión del agua, aun es necesario que la transversalización del enfoque de género y el enfoque multicultural en el proceso de toma de decisión no sea visto como una traba sino como una forma de alcanzar la justicia hídrica.

  1. Garantizar el financiamiento para la conservación de las fuentes de agua

La reciente modificación del Decreto Legislativo 1280, “Ley de acceso universal al agua potable y saneamiento”, ha incorporado una novedad, incluyendo a las fuentes de agua como parte del sistema de agua y saneamiento. Esto promueve la movilización de financiamiento para gestionar adecuadamente su conservación, en el entendido de que, sin las fuentes de agua, no se puede asegurar los demás elementos del sistema de agua potable y saneamiento: captación, almacenamiento y distribución y, por tanto, el servicio de agua potable no sería sostenible

Esta tarea, sin embargo, no es únicamente de los actores públicos, el rol del sector privado también será clave en el desarrollo, ejecución y financiamiento de proyectos de conservación de las fuentes de agua. Este enfoque de intervención debe ser una prioridad para asegurar la sostenibilidad de distintas actividades y, por tanto, requiere un mayor involucramiento de este sector en las iniciativas para la conservación de fuentes de agua de la mano con el sector público y la sociedad civil. Asimismo, es necesario continuar fortaleciendo la institucionalidad de los mecanismos de los cuales ya se tiene resultados concretos, como el Mecanismo de Retribución por Servicios Ecosistémicos, que permite retribuir económicamente a quienes contribuyen con la conservación de los ecosistemas.

  1. Identificar las brechas y oportunidades normativas e institucionales para alcanzar una cobertura universal de agua y saneamiento

El Perú está avanzando hacia un marco normativo para el fortalecimiento de la gobernanza del agua. Ejemplo de ello es la reciente publicación de los Criterios de Priorización de Humedales, el proceso de actualización de la Política y Estrategia Nacional de Recursos Hídricos y el Plan Nacional de Recursos Hídricos, el proceso de elaboración de la Política Nacional de Glaciares y Ecosistemas de Montaña o la reciente modificación del Decreto Legislativo 1280, a cargo del Ministerio de Vivienda y Construcción.

En el caso del Perú, las brechas normativas, de políticas e institucionales han sido analizadas en diferentes documentos como el informe del Banco Mundial “Perú: acciones estratégicas para la seguridad hídrica” y, principalmente, en el artículo de “Gobernanza del agua en el Perú”, del año 2021.

Foto: Francisco Rivasplata / SPDA

¿Por qué es importante el Foro Mundial del Agua?

El Foro Mundial del Agua también es un espacio de discusión e intercambio de información fundamental entre los tomadores de decisión de los sectores públicos, privados y sociedad civil de todos los niveles. Este Foro se viene desarrollando desde el año 1997.

El Foro Mundial del Agua (FMA) es la reunión internacional más importante sobre el tema, donde se congregan participantes de todos los niveles, incluyendo políticos, instituciones multilaterales, academia, sociedad civil, sector privado, entre otros. El Foro incluye una fase de preparación de tres años, una fase de evento de una semana y una fase de síntesis, donde se presentan los resultados con el apoyo continuo de la acción colectiva.

Este año, el Foro se desarrolla en Bali, Indonesia, del 18 al 25 de mayo del 2024. Este evento será una oportunidad para que los participantes compartan sus conocimientos, experiencias y prácticas con respecto a los temas que se discutirán en este espacio. Indonesia, como coanfitrión, liderará el debate explorando soluciones innovadoras a los desafíos relacionados con el agua, centrándose en los siguientes subtemas: seguridad hídrica y prosperidad; seguridad y prosperidad del agua; agua para las personas y la naturaleza; reducción y gestión de riesgos de desastres; gobernanza, cooperación e hidrodiplomacia; financiamiento sostenible del agua y; conocimiento e innovación.

Agenda pendiente

Las brechas de acceso al agua potable en América Latina se han ido acortando desde el año 2000 hasta la fecha. Sin embargo, aún son muy profundas en las zonas rurales y en los países con desarrollo económico bajo, lo que muestra una desigualdad en el acceso al agua potable para las poblaciones más vulnerables.

Como hemos visto, una gobernanza del agua fortalecida contribuye al ejercicio efectivo del derecho humano al agua. Es clave, entonces, una articulación y sinergia entre actores públicos, privados, academia, sociedad civil y comunidades para la efectividad de este derecho fundamental. 

A nivel nacional e internacional, existen avances tanto en la definición del alcance del derecho humano al agua, sus principios, la hoja de ruta para el cierre de brechas, la articulación de diversos actores, y el impulso a plataformas de discusión y análisis entre los países, empresas, sociedad civil y tomadores de decisión para explorar nuevas herramientas para solucionar los retos mundiales relacionados con el agua.

Por último, no se debe perder de vista que el ejercicio del derecho humano al agua no solo implica contar con un abastecimiento continuo y suficiente, sino también de calidad, y que sea accesible para todos y todas. Necesitamos fortalecer nuestros esfuerzos hacia la conservación del recurso que es fundamental para nuestra supervivencia y el desarrollo humano de todos y todas.

 

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[1] CEPAL, “América Latina y el Caribe ante el desafío de acelerar el paso hacia el cumplimiento de la Agenda 2030: Transiciones hacia la sostenibilidad”, Séptimo informe sobre el progreso y los desafíos regionales de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible en América Latina y el Caribe. Disponible en <https://repositorio.cepal.org/server/api/core/bitstreams/5d78ae51-ddf7-4660-bd04-fced65d36f9b/content>

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