Este informe de Noticia Aliadas da cuenta del Chacaltaya, uno de los glaciares más importantes de Bolivia. Un nevado que alguna vez fue centro de competencias internacionales de esquí en los años 70, y del cual hoy sólo queda el recuerdo.
El Chacaltaya se derritió seis años antes de lo previsto.
La que había sido la pista de esquí más alta del mundo ahora ya ni siquiera existe. El nevado Chacaltaya, con una altura de 5,300 msnm, ubicado a 2 horas de La Paz, terminó por derretirse seis años antes de lo que habían previsto los expertos.
El hielo del Chacaltaya —“camino frío”, en aymara— empezó a desaparecer en los años 80. Hace 10 años, el Instituto de Hidráulica e Hidrología (IHH) de la Universidad Mayor de San Andrés advirtió que el glaciar sobreviviría hasta el 2015. Sin embargo, en marzo pasado se registró su desaparición.
Edson Ramírez, director asistente del IHH, señaló en declaraciones recogidas por la agencia ALC que la desaparición del Chacaltaya se debe “a la interacción de la acumulación de los gases de efecto invernadero y la elevación de las temperaturas medias globales”.
Otros glaciares bolivianos, como el emblemático Illimani, montaña de 6,462 msnm, que se alza al sureste de La Paz, podrían derretirse en 30 años.
El 71% de los glaciares tropicales que se encuentran en la Cordillera de los Andes están en el Perú, el 20% en Bolivia, el 4% en Ecuador y el 4% en Colombia. Su desaparición pone en riesgo los suministros de agua, energía y alimentos para millones de personas.
Según Juan Carlos Sánchez, integrante del Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático de las Naciones Unidas, “probablemente la evidencia más clara y mejor documentada del cambio climático en América Latina sea la fusión de los hielos en los glaciares de la Cordillera de los Andes”.
“Por ejemplo”, sostiene Sánchez en un artículo publicado por la publicación venezolana Analítica, “Perú cuenta con 3,044 glaciares cuya área se redujo en 22% en el periodo 1970-1997, lo cual equivale a una reducción de las reservas de hielo de 11,300 millones de m³. Dicha disminución ha sido más pronunciada en el caso de los glaciares de menor tamaño ubicados en altitudes inferiores a los 5,500 msnm. Ello representa una importante pérdida de recursos hídricos de origen glaciar en el orden de 7,000 millones de m³”.
El Cotopaxi y el Antisana, en Ecuador, ya han perdido entre 30% y 50% de su cobertura de hielo.
“Para Ecuador, los glaciares son de capital importancia debido a que son fuente de abastecimiento de agua de riego en los valles centrales del país y aseguran el suministro de agua de consumo para la ciudad de Quito”, manifiesta Sánchez.
En Colombia, ocho de sus 15 glaciares se extinguieron en los últimos 50 años y en los restantes siete se ha evidenciado en los últimos cinco a 10 años un retroceso de aproximadamente 20 m por año.
“La fusión de los hielos en los glaciares somete a riesgos a los pueblos vecinos”, dice Sánchez. “En el corto plazo, el deshielo ocasiona una sobrecarga en los reservorios de agua y desprendimientos de masas de hielo que se traducen en inundaciones, avalanchas y aludes. A más largo plazo, puede ocurrir una reducción importante de la disponibilidad de agua para consumo humano, agricultura y generación hidroeléctrica. La alteración de los ecosistemas de montaña debido al deshielo coloca en riesgo de extinción a numerosas especies por el deterioro y destrucción de hábitats”.
Imagen tomada de www.unafuente.com
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OCEÁNO ARTICO SE DESHIELA PRESO DE UN CÍRCULO VICIOSO
Las emisiones de CO2 derivadas de la quema de combustibles fósiles han derretido los hielos del mar Ártico, alterando peligrosamente el equilibrio energético de todo el planeta.
»El hielo del Ártico ha alcanzado su cuarto nivel estival más bajo en los últimos cuatro años», dijo Mark Serreze, director del Centro Nacional de Datos sobre Hielo y Nieve de EE.UU.
El volumen del hielo que queda en el Ártico probablemente haya alcanzado este mes el registro más bajo de la historia, expresó Serreze a IPS.
»Reitero mis declaraciones previas en cuanto a que la cubierta helada del mar Ártico en verano experimenta una espiral de muerte. Y no se va a recuperar», agregó. No puede haber recuperación porque cada verano se suman a la región enormes cantidades de calor extra, mientras más de 2,5 millones de km2 del océano Ártico han quedado expuestos al calor del sol veraniego las 24 horas. Y a un océano Ártico más cálido no sólo le lleva más tiempo volver a congelarse, sino que además emite enormes volúmenes de calor adicional a la atmósfera, alterando los patrones meteorológicos del hemisferio norte, confirmaron ahora los científicos.
Cada vez más cálido, el océano Ártico emite enormes volúmenes de calor adicional a la atmósfera, alterando los patrones meteorológicos del hemisferio norte, concluyeron varios científicos climáticos.
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Serreze: Arctic is “continuing down in a death spiral. Every bit of evidence we have says the ice is thinning.”
September 9, 2010
UPDATE: National Snow and Ice Data Center (NSIDC) director Mark Serreze slammed the anti-science disinformers yesterday:
There are claims coming from some communities that the Arctic sea ice is recovering, is getting thicker again. That’s simply not the case. It’s continuing down in a death spiral.
Every bit of evidence we have says the ice is thinning. That means there’s less energy needed to melt it out than there used to be.
Certainly the latest analysis from the Polar Science Center bears that out
mariasabinachaman@gmail.com