• A la fecha, el Perú ya tiene 43 olas protegidas legalmente. Sin embargo, la meta es incluir a las 144 rompientes identificadas por la Federación Nacional de Tabla.
• El Perú es el único país del mundo que cuenta con un sistema legal para proteger sus rompientes.

 

Diez nuevas olas ingresaron al registro de protección por la Ley 27280, Ley de Preservación de las Rompientes apropiadas para la Práctica Deportiva, norma que define a las rompientes como Patrimonio Natural del Perú. Según las resoluciones directorales de la Marina de Guerra del Perú, las rompientes están ubicadas en las playas de Puerto Viejo, en Lima; Bermejo y Playa Grande, en Áncash; Máncora, Órganos y El Ñuro, en Piura; y Bahía Blanca, en el Callao.

La inscripción legal de esta olas no solo es beneficiosa para la práctica deportiva como el surf, sino que resguarda el ecosistema natural que la rodea e incentiva el turismo sostenible y las actividades económicas alrededor de estas. En el caso de El Ñuro, por ejemplo, se puede realizar avistamiento de tortugas marinas, mientras que en Los Órganos se observan a las ballenas que llegan desde la Antártida.

La protección de rompientes en el país es respaldada por la Ley 27280, que establece la preservación de estas para la práctica deportiva. Cuando las olas son incluidas dentro del Registro Nacional de Rompientes (Renaro), le corresponde a la Dirección de Capitanías y Guardacostas (Dicapi) su debido resguardo. Sin embargo, para que una ola sea registrada, se debe generar un expediente técnico por cada espacio propuesto para la protección.

Para registrar las diez nuevas olas, se tuvo que presentar expedientes técnicos a la Dicapi, cuya elaboración implica un costo que va de 8 a 15 mil soles por cada rompiente. La recaudación para estas olas fue posible gracias a la donación de la ciudadanía, deportistas, empresas y amantes de las olas, y canalizada a través de HAZla por tu Ola, campaña de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA) que se encarga de hacer el seguimiento para los estudios técnicos correspondientes y los trámites para el registro.

Hasta el momento, la iniciativa que empezó en junio del 2015, ha logrado en total la protección de 43 olas. La primera rompiente protegida a nivel mundial fue la de Chicama (La Libertad) en el 2016, y le siguieron las olas de Huanchaco (La Libertad), Costa Verde (Lima) y Cabo Blanco (Piura).

Ley de rompientes: una norma que protege las olas

Según la coordinadora de HAZla por tu Ola y campeona mundial de windsurf, Carolina Butrich, las rompientes del país no solo contribuyen a generar ingresos económicos de las comunidades a través del turismo sino también a la formación de futuros deportistas.

“Las olas son estadios naturales que crean campeones mundiales. Proteger estos espacios es importante porque genera para los usuarios una conexión intensa con la naturaleza”, menciona la especialista.

A esto, explica Butrich, se le agrega el valor del bienestar y aumento de calidad de vida que genera la industria del surf en ciudades como Lima, por ejemplo, donde las construcciones mal planificadas no respetan los límites de la marea.

Actualmente, HAZla por tu Ola viene impulsando la protección de las olas de Negritos, ubicadas en Talara, Piura. Para ello, en alianza con la Asociación de Surf La Brea Negritos (ASLBN) y O’Neill Perú, están recaudando fondos para realizar los estudios barimétricos y su inscripción ante la Renaro, mediante la adquisición de polos.

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