- Medio especializado de EE. UU. entrevistó al director de fotografía de Shirampari: herencias del río, documental premiado a nivel nacional e internacional que se presentó en el último festival de Sundance.
Desde su participación en el Festival de Sundance, el evento de cine independiente más importante del planeta, Shirampari: herencias del río ha llamado la atención de la prensa nacional e internacional, no solo por haber sido elegido entre más de diez mil producciones debido a su calidad cinematográfica, sino también por la temática que aborda: la preservación de la cultura ancestral de los pueblos indígenas de la Amazonía.
El documental cuenta la historia de Arlindo y su hijo Ricky, a quien le enseña la tradicional pesca en el río en la comunidad nativa asheninka Dulce Gloria, distrito de Yurúa (Ucayali), en la frontera con Brasil.
postPerspective, un medio estadounidense especializado en la industria de la producción y postproducción en cine también se interesó por este documental dirigido por Lucía Flórez, y quiso conocer a quien estuvo encargado de la dirección fotográfica. Nos referimos a Diego Pérez, un reconocido fotógrafo y realizador nacional, especializado en temas ambientales y amazónicos.
A continuación, reproducimos en español la entrevista realizada por el mencionado portal a fines de enero de este año.
¿Qué tan temprano te involucraste en esta película?
Muy temprano, de hecho comencé el proyecto con Lucía Flórez, la directora. En el 2020 Natgeo anunció un grant para historias en bosques tropicales alrededor del mundo, también en esas semanas, Lucía (la directora) regresaba al Perú luego de terminar su maestría en cine documental, así que le propuse postular juntos con algo relacionado a Yurúa y lo de pescar con anzuelo que yo sabía que estaban haciendo allá desde el 2016. Ella aceptó, investigamos mucho y le dimos forma a un documental corto y acordamos que ella sería la directora y yo sería el director de fotografía. En febrero de 2021 nos enteramos de que ganamos la subvención y el resto es historia.
¿Cómo trabajaste con la directora? ¿Qué dirección te dieron?
Desde el principio hablamos de estilo, ella quería que el corto fuera verité e indie. Eso dictó el estilo. Compartimos diferentes documentales y películas que nos gustaban, hablamos sobre ellos y con eso trabajé en un plan de cómo íbamos a lograr una apariencia cohesiva y también cómo la cinematografía iba a favorecer la narrativa y la historia que queríamos contar.
Antes de filmar, la dirección principal que me dio Lucía fue hacer oraciones con la cámara en lugar de palabras. En el campo, antes de rodar cualquier escena hablábamos un poco de lo que era importante resaltar, y durante las tomas nos mirábamos, ella me hacía pequeñas señas o gestos para que hiciera ajustes y pasara del punto A al punto B, o acercarme, moverme, cosas así.
¿Qué pasa con el color y el trabajo con el colorista? ¿Cuáles son algunas notas que intercambiaste? ¿Quién fue el colorista?
Todos estuvimos de acuerdo en que queríamos un aspecto natural, nada del “teal and orange” del tipo Hollywood, y también queríamos dejar que las sombras fueran sombras, básicamente era darle un poco de fuerza a los colores pero no demasiado, y eso fue todo. El colorista fue César Pérez.
¿Con qué equipos hicieron la película y por qué?
Trabajamos con la cámara de cine Canon C70 y los lentes Canon EF, 16 a 35 f4IS, 24 -70 2.8 ii y 100-400 L (que ya eran míos por mi trabajo como fotógrafo). También usamos una Canon R6 para una escena submarina en la que sabíamos que íbamos a filmar con dos cámaras para la cobertura (aquí es cuando Ricky atrapa el pez)
¿Por qué? Definitivamente, el presupuesto no era enorme, no había opción para alquilar lentes de cine, y también era imprescindible que el equipo estuviera sellado contra la intemperie para filmar 15 días en la Amazonía, principalmente al aire libre y sin cámaras ni lentes de respaldo.
Había visto el lanzamiento de la cámara Canon C70 unos meses antes del rodaje, leí mucho sobre ella, el factor de forma era interesante, también sobre su sensor Dual Gain Output como el de la C300 pero la mitad del precio. En realidad, fue una decisión sencilla. Esta fue también la primera vez que trabajé con una cámara de cine, sin duda hubo una curva de aprendizaje.
¿Puedes hablar de iluminación?
Sí, en su mayoría luz natural, el 95 % de las tomas fueron iluminadas por el sol sin modificadores, confiamos en la capacidad del sensor para manejar el rango dinámico y el encuadre para tener una imagen bien equilibrada. Hay dos tomas en las que usamos un reflector para empujar la luz del sol y una en la que usamos un panel LED muy pequeño con un gel CTB en una escena nocturna, pero eso fue todo.
No había mucho espacio para modificar la luz, ya que queríamos distraer lo menos posible a los protagonistas. Cuando empiezas a construir cosas, te interpones en el camino.
¿Hay algunas escenas que sobresalen como desafiantes? ¿Puedes hablar de eso?
Antes de que comenzara el rodaje, el principal desafío que pensé que me iba a encontrar era que estar tan cerca de los personajes (a 24 mm) podría haberlos intimidado hasta el punto de afectar su desempeño. Al final esto no sucedió.
La escena más dura probablemente fue el plano de seguimiento cuando Arlindo lleva el bagre a la comunidad, porque era un reto para ellos y para mí, además del cansancio acumulado de varios días de rodaje, bastante físico y en condiciones un tanto extremas (por el calor, los mosquitos, la ausencia de baños, la comida). Llevaban un pez de casi cien kilos cuesta arriba y yo llevaba la cámara que no pesa ni un tercio pero aun así era superdifícil mantener el encuadre y enfocar mientras escalábamos ese acantilado sin tener un movimiento tembloroso. Todos terminamos exhaustos.
Una cosa para mencionar aquí es que no hubo repeticiones, todo fue filmado una sola vez y eso fue todo.
¿Algún consejo para los jóvenes directores de fotografía?
No soy un experto aquí, este fue en realidad mi primer trabajo como director de fotografía en un proyecto de cine. Pero para mí, si hay algo que puedo compartir desde mi pequeña experiencia, es que la pasión es clave, estar obsesionado, soñar con lo que harás, tener miedo a fallar, tener pesadillas, pero no dejar que esto te desanime.
Además de estar genuinamente interesado en tus personajes, si seguirás a alguien con una cámara todo el día, tiene que haber algo de fuego dentro de ti.
¿Trabajaste con un asistente?
Sí, mi mejor amigo Christian Luglio fue mi asistente de cámara y su apoyo fue clave.
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