El pasado 25 de febrero, un grupo conformado por cuatro licenciados del Ejército peruano fue capturado por la Policía Nacional en un operativo dentro del sector denominado “La Pampa”, zona que registra cientos de hectáreas deforestadas por la minería ilegal en Madre de Dios.
Luego de la captura, la Policía informó sobre el hallazgo de fosas comunes con unos 20 cuerpos calcinados. Estos habrían sido las víctimas de los detenidos identificados como Palmer Rosell Cabrera Leon, Wilfredo Ccoylluri Diaz, David Lazo Santoyo y Omar Quillis Rodriguez.
Los acusados, excombaientes del VRAEM, llegaron a Madre de Dios contratados como seguridad por dueños de maquinarias, dragas y bares, frente a los crecientes robos y asaltos a mineros informales e ilegales. Sin embargo, se habrían dedicado a cometer una serie de delitos, entre ellos robos y asesinatos.
Hasta que realicen las investigaciones, el Juzgado de Investigación Preparatoria de Mazuko, en Madre de Dios, ordenó 18 meses de prisión preventida para los detenidos que fueron hallados portando dinero y armas de fuego.
Casi 50 desaparecidos
En una crónica, El Comercio informó que solo a partir de diciembre de 2016, el Departamento de Investigación Criminal de Madre de Dios registró 48 desapariciones. Casi todos los casos están relacionados a personas que se dedicaban a la extranción de oro en “La Pampa”.
Los detenidos formarían parte de un grupo de 20 personas que llegaron desde el VRAEM en el 2016. Estos custodiaban la trocha que permite el ingreso a la zona minera (por ello la Policía los identificaba con el apodo “Los sanguinarios de la trocha”) y cobraban a los mineros 100 soles o 40 gramos de oro a la semana, como un peaje de entrada.
Algunos entrevistados por El Comercio, quienes no quisieron identificarse por temor, señalaron que los licenciados del Ejército extorsionaban y secuestraban a los mineros, que eso era conocido por todos, pero pocos se atrevían a denunciar.
Al lugar donde encontraron las fosas llegaron familiares de algunas víctimas, quienes identificaron a través de la ropa a los desaparecidos.
El peligro de La Pampa
Según Lenin Valencia, investigador de la SPDA, desde el 2009 “La Pampa” es casi una zona liberada. “Desde hace años, las intervenciones policiales y militares no han podido desarticular las acciones de minería ilegal, ni combatir las acciones de crimen organizado asociadas a esta actividad”, explica el especialista.
“Desde la llegada de los mineros, los asaltos, robos y las acciones de amedrentamiento a quienes denunciaban la minería ilegal se han incrementado, agravando las condiciones de seguridad ciudadana en la zona. En el 2015 el reforestador Alfredo Vracko fue asesinado por sicarios contratados por mineros ilegales, y en ese mismo año el personal de guardaparques de la Reserva Nacional Tambopata se ha visto constantemente amenazado por el ingreso de grupos armados de ‘autodefensa’ dentro del área protegida”, agregó.
El investigador señala además que la población desconfía de las autoridades, ya que se han denunciado casos corrupción de agentes de la Policía y las Fuerzas Armadas en su trabajo de control de actividades ilegales. “Los Ministerios del Interior y de Defensa deberían redoblar esfuerzos para implementar una estrategia de seguridad ciudadana que proteja la vida de ciudadanos en la zona de amortiguamiento y de personal del Sernanp que resguarda las ANP”, remarcó Valencia.
Mira el reportaje de Latina:
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