Imagen: UNMSM

• Actualidad Ambiental conversó con Hernán Ortega del Departamento de Ictiología del Museo de Historia Natural, uno de los investigadores del nuevo pez registrado, quien respondió algunas dudas sobre este descubrimiento.

Por Luis Chacón

A través de su página web, la Universidad Nacional Mayor de San Marcos informó sobre el descubrimiento de una nueva especie de carachama (Ancistrus maldonadoi) en los afluentes menores de la cuenca del río Madre de Dios.

Según el artículo, el pez del género Ancistrus (Siluriformes: Loricariidae) fue descubierto gracias la investigación de los biólogos Alessandro Bifi del Instituto Nacional de Pesquisas da Amazonia de Brasil (INPA), y Hernán Ortega, docente e investigador del Departamento de Ictiología del Museo de Historia Natural.

En conversación con Actualidad Ambiental, Ortega destacó las labores realizadas por la institución a la que pertenece desde 1971, así como el trabajo que realizan en conjunto con investigadores que visitan nuestro país, como Alessandro Bifi, que fue el punto de inicio para este nuevo registro.

“Hace años que (Alessandro Bifi) está enfocado en diferentes grupos de lo que conocemos como carachama. En dos semanas que se quedó, separó unos lotes que nosotros los teníamos como otro tipo de especie, y es un grupo complicado. Él venía con cosas actualizadas y me pidió que lo ayude a separar en septiembre de 2017”, narra el investigador peruano.

“A finales de 2018, me dijo que hay tres formas diferenciadas. Tres meses después, informó que una sí era parte de una especie conocida, pero otra sí era nueva. Intercambiamos información y se terminó de armar el rompecabezas, luego vino el proceso de someterlo a la revista en Brasil y esperar las colecciones de especialistas y finalmente se dio luz verde, y salió publicado en nuestro país”, agrega Ortega.

El investigador peruano hace hincapié en la importancia de los trabajos a largo plazo y que muchos de los descubrimientos en los que ha participado han tardado varios años en salir a la luz.

“Tenemos historias de 10 y 12 años de espera. Eso se dio con un especialista de Washington. Yo había colectado en Pucallpa un ejemplar muy bonito con un patrón desconocido. Él me preguntó cuántos tenía y yo le dije tres, a lo que me dijo que era ‘muy poco’ y lo mejor era esperar. Luego juntamos tanto material que venía de ríos como Aguaytia, el bajo Urubamba y Madre de Dios, y resultaron un género nuevo con tres especies nuevas. Es endémico, es decir, solo vive en aguas peruanas. Entonces, las cosas bien desarrolladas toman su tiempo”, precisa Hernán Ortega.

Controversia sobre la carachama

Respecto al anuncio del descubrimiento del nuevo ejemplar de carachama, Robert Guimaraes, de la Federación de Comunidades Nativas de Ucayali y Afluentes (Feconau) del pueblo Shipibo-conibo, comentó en una publicación en Facebook que dicha especie ya es conocida.

Según Guimaraes, este tipo de carachama, incluso, tiene nombre en el idioma shipibo: “ishkin”, aunque no dio más detalles si se trataba de la misma especie anunciada por la UNMSM en cuanto a su tamaño y otros detalles.

Hernán Ortega toma con buen humor las dudas que pueda generar su descubrimiento, sobre todo, cuando provienen de grupos con los que ha convivido durante sus labores de investigación.

“Conozco a mis amigos de la selva, incluso cuando vivía allá muchos me decían que solo había tres tipos de paiches. Yo les explicaba que eran otras especies y que muchas veces por tradición se les daba el mismo nombre, pero en el campo de la ciencia nosotros debemos comparar e investigar al detalle cada especie”, aclara Ortega.

Quien también se mostró escéptico ante este descubrimiento fue Luis Maldonado, guardaparque de Reserva Comunal El Sira, que abarca los departamentos de Pasco, Huánuco y Ucayali

“En las quebradas hemos encontrado ese tipo de peces. Aquí en Ucayali es un poco más grande, pero tal como se aprecia en la fotografía, se parece bastante. No sé si será la misma especie, habría que investigar bien”, manifestó Maldonado a Actualidad Ambiental.

Ante estos comentarios, el docente e investigador del Departamento de Ictiología del Museo de Historia Natural concuerda que a simple vista muchas personas pueden confundir a las especies, en este la carachama. Sin embargo, existen características que marcan la diferencia.

“Los detalles son finos, porque hay que dirigirse a la boca y los dientes. Es una cola punta como clavito. Hay muchas variantes, incluso hay peces con dientes duros porque comen madera. Depende de las adaptaciones alimenticias, estos peces van desarrollando diferentes tipos de características. Hay que comparar la altura de la cola, el tamaño de los ojos, manchas, si hay una esquina especial en la aleta, entre otras cosas”, explica el especialista.

Homenaje en el nombre de la nueva especie

Respecto al nombre que se le dio a esta especie: Ancistrus maldonadoi, en la web de la UNMSM se indica que un homenaje “a la memoria del joven ictiólogo colombiano Javier Maldonado Ocampo, fallecido en 2019 durante una expedición en el río Vaupés”.

“Javier Maldonado fue un científico colombiano muy joven dinámico y productivo, y como persona, muy amable. Era un amigo para Alessandro y para mí. Su número de amigos era enorme, nos encontrábamos y siempre con la misma cordialidad. Había mucha cercanía y participamos en expediciones juntos. Hay mucha historia en común, entonces, ¿por qué no hacerle un homenaje serio y con mucho afecto?”, reflexiona Hernán Ortega.

Maldonado es reconocido como uno de los “los científicos más productivos en los últimos años”, además de destacar por sus labores como profesor de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá y obtener el grado de doctorado en la Universidad Federal de Rio de Janeiro, informa la nota.

DATOS:

• En la nota de la UNMSM se indica que esta especie “posee una forma de diente poco común entre los congéneres, solo compartida con Ancistrus greeni”. No obstante, esta “se distingue por un diámetro orbital más grande, un pedúnculo caudal más profundo y una columna vertebral de aleta adiposa más grande”.
• La publicación también precisa que con este descubrimiento aumenta a cinco el número oficial de especies de la cuenta del río de Madre de Dios.