Derrame de Repsol: vecinos de la playa Miramar (Ancón) temen por su salud

Foto: Jaime Tranca/SPDA

  • Los vecinos de la popular playa contaron que los primeros trabajos estuvieron a cargo de la municipalidad y no de Repsol.

El derrame de 6 mil barriles de petróleo en la Refinería La Pampilla, operada por Repsol, ha generado una gran preocupación no solo en los vecinos de Ventanilla, donde se ubica la planta, sino en diversas zonas costeras hasta donde se ha propagado la contaminación, siendo una de las más perjudicadas Ancón.

Según el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), más de 4 mil galones de petróleo han sido extraídos hasta la fecha del mar de la bahía de Ancón. Las labores son desarrolladas en la playa Las Pocitas por aproximadamente 15 especialistas y guardaparques del, mediante el uso de dos equipos tipo skimmers de la RNSIIPG.

La situación en la playa Miramar también es preocupante, tal como manifiestan algunos vecinos. Sofía Roncal, una de las residentes de esta urbanización, asegura que además del daño a la biodiversidad, temen por su salud debido a la contaminación ocasionado cerca a sus casas.

“Es indignante la falta de acción de la empresa para la contención del derrame, lo que ha ocasionado que se expanda y llegue hasta nuestra bahía de Ancón. La afectación no es solo a la biodiversidad de nuestra bahía, sino a quienes residimos en las cercanías de la playa. Me imagino que es lo mismo con otros distritos, ya que el olor a hidrocarburo llega hasta nuestras casas y es penetrante. Algunos de nuestros vecinos son personas mayores o delicadas de salud, les causa malestares con dolores de cabeza”, indica Roncal.

Para Milagros Granados Mandujano, profesora de Derecho Ambiental de la Universidad Científica del Sur, es fundamental que las playas continúen cerradas para evitar perjudicar la salud de los vecinos.

“En efecto, la contaminación de una playa con hidrocarburos puede representar un grave riesgo a la salud de los vecinos. Por ello, se ha dispuesto el cierre de las playas, medida que debe mantenerse hasta que las autoridades tengan certeza de que los impactos han sido controlados y no habrá afectación a los pobladores”, indica la especialista.

En la playa Miramar muchos vecinos recuerdan haber visto delfines y lobos marinos por las mañanas, situaciones que temen no volver a experimentar debido a la contaminación producida por el derrame de petróleo. No obstante, tanto Sofía Roncal como otros vecinos están dispuestos a participar de los voluntariados de limpieza.

Precisamente, estudiantes de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), la Universidad Científica del Sur y la Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión se sumaron como voluntarios en la limpieza de las playas de Ancón, bajo la supervisión de Sernanp.

Demanda de la ciudadanía

Milagros Granados, de la Universidad Científica del Sur, también preció que la ciudadanía tiene distintas vías para actuar ante los perjuicios que esta situación ha generado tanto en el vía administrativa, civil y penal, tal como lo ha explicado la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA) a través de sus representantes y que comparte la institución a la que pertenece.

“En la vía administrativa, puede intervenir en calidad de tercero, en los procedimientos administrativos sancionadores que inicie el OEFA. En este caso, su papel es importante para poder determinar mejor las sanciones y las medidas correctivas a imponerse a la empresa. Asimismo, en la vía civil, puede presentar una demanda por indemnización de daños y perjuicios ante el Poder judicial. Toda persona que se considere afectada por los derrames está facultada para requerir una indemnización. Todo ello sin perjuicio de las acciones que las autoridades realicen en la vía administrativa, civil y penal”, indica la especialista en Derecho.

 



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