- Epicentro TV publicó un reportaje que revela las posibles causas del derrame de petróleo ocurrido en enero del 2022. A través de transcripciones, videos e imágenes obtenidas de la caja negra del buque petrolero italiano Mare Doricum, se presentan evidencias hasta ahora desconocidas.
En enero del 2022 ocurrió el mayor desastre ambiental en el mar peruano: el derrame de petróleo durante una operación contratada por Repsol en la refinería La Pampilla. Ahora, un reciente reportaje de Epicentro TV muestra las transcripciones, videos e imágenes que captó la caja negra del buque petrolero italiano Mare Doricum y, de esta manera, revela las posibles causas del derrame del crudo.
No se amarró correctamente el buque
De acuerdo con la investigación que realizó el perito naval César Salerno Martínez, el buque italiano Mare Doricum, encargado de la descarga del crudo en la refinería La Pampilla, no fue atado conforme establece la norma.
El manual de operaciones y el estudio de maniobra del terminal 2 de La Pampilla señalan que deben ir atadas dos cuerdas por cada boya; sin embargo, en dos boyas solo había una cuerda (se refiere a la 3 y 4).
“Fue decisión de ellos, preguntados en la Capitanía, dijeron que era la práctica, que así se estaba amarrando, pero no dieron una explicación de por qué no se cumplía la norma del propio terminal”, señaló el especialista para Epicentro TV.
La importancia de que se cumpla esta norma radica en que esta configuración de amarre otorga cierta estabilidad para que el buque no se mueva durante la descarga:
“¿Por qué es importante que se cumpla? Porque cualquier cambio en esta configuración de amarre, puede hacer que este buque pueda moverse de cierta manera, y eso efectivamente sucedió cuando el cabo se rompe”, continuó César Salerno.
El cabo se rompió, pero la descarga continuó
Las imágenes obtenidas por Epicentro TV muestran que, a las 4:40 de la tarde del 15 enero, una de las cuerdas de la boya 5 se rompió. A pesar de que la alerta de este hecho provino de las lanchas auxiliares un minuto después de lo sucedido, las operaciones de descarga continuaron.
En consecuencia, el buque comenzó a desplazarse. Por ejemplo, a las 5:12, la proa ya se había movido 12 grados desde su posición inicial, aproximadamente 90 metros a su izquierda.
“Esa (rotura de la boya) es una operación simultánea que se tiene que atender, sobre todo, porque pasaron 40 minutos, la loading master (Melissa Torres) se hubiera dado cuenta que el buque había perdido posición”, precisó el perito naval César Salerno.
Hubo respuestas tardías
Las manchas de petróleo comenzaron a emerger a las 5:16; no obstante, nadie lo percibió inmediatamente. A las 5:20, el personal del buque se percató de una mancha negra en las aguas.
Durante esos minutos, se escucharon diversas conversaciones; en las que, por ejemplo, luego de observar que el crudo comenzó a rodear el buque, recién a las 5:22 pidieron cerrar las válvulas. De acuerdo con los peritajes, estas terminan cerrándose finalmente a las 5:25.
Por lo tanto, desde que la cuerda de la boya se rompe hasta que detienen totalmente la descarga, ya han transcurrido un total de 45 minutos:
“Después de 45 minutos, recién se paran las operaciones, se debieron parar en el momento en que se rompió el cabo, o sea, por 45 minutos el buque perdió posición. Es demasiado, los accidentes ocurren en segundos, no se puede reaccionar tan tarde”, agrega Salerno Martínez.
6 días después del derrame continuó la fuga de petróleo
La caja negra también mostró imágenes del momento en el que los buzos se dirigieron hasta el PLEM seis días después de ocurrido el derrame. Y se constató que continuaban las pequeñas fugas de petróleo. Además, el PLEM lucía con tuercas sueltas, con grietas y deteriorado.
Cabe indicar que el PLEM es el dispositivo que unía las mangueras del buque petrolero Mare Doricum con el ducto que transportaba el crudo hasta la refinería de La Pampilla.
Datos
- Mira el reportaje completo AQUÍ.
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