• Regidor de la Municipalidad de Lima, Carlos Ángeles, señaló que el alcalde Jorge Muñoz debería asumir su rol político para que este desastre no pierda vigencia hasta remediar las zonas impactadas y compensar a los afectados.

 

Tras el derrame de petróleo en el mar de Ventanilla, el pasado 15 de enero, diversos organismos del Estado se activaron para sumarse a las tareas de limpieza de las zonas afectadas, así como al rescate de fauna y a las investigaciones para determinar qué fue lo que sucedió y quiénes son los responsables.

Una de estas entidades fue la Municipalidad de Lima, que apoyó en las labores de limpieza, llevó alimentos a las ollas comunes para los cientos de pescadores que no pueden trabajar debido a la contaminación del mar y, además, a través del Parque de las Leyendas, brinda refugio a las aves que fueron impactadas por el crudo. Sin embargo, el municipio podría hacer más en este caso, según manifestó Carlos Ángeles, regidor de dicha comuna.

“[La Municipalidad de Lima] ha colaborado con la Mancomunidad de Lima Norte, y ha sumado esfuerzos para colaborar con el proceso de recuperación de la limpieza de playas pero siempre es insuficiente porque se necesita maquinaria especializada que lamentablemente no ha sido posible gestionar en estos momentos”, dijo el funcionario en conversación con Actualidad Ambiental.

¿Qué puede hacer el municipio?

Ángeles explicó que la Municipalidad de Lima, además de continuar con el apoyo a las tareas de limpieza, ha iniciado acciones legales –a través de la Procuraduría Pública– para denunciar penalmente a Repsol ante la FEMA, con el fin de que no solo haya sanción administrativa sino también penal. “Este es un proceso que se ha establecido, pero lamentablemente, por falta de decisión política, esto aún no prospera”, indicó.

El regidor, quien hasta hace poco fue Presidente de la Subcomisión de Ambiente de dicho municipio, señaló además que el alcalde Jorge Muñoz “no está haciendo lo suficiente” y su reacción ante el derrame no fue inmediata.

“Él tiene jurisdicción por todo Lima Metropolitana. Apenas se conoció que el derrame llegó a Ancón y Santa Rosa, le tomó más de un día pronunciarse al respecto. Y si no hubiese sido por la presión de los regidores, probablemente tampoco hubiera tomado las acciones legales a través de la Procuraduría Pública de Lima, y no hubiera tomado las acciones para intervenir en las playas”, afirmó Ángeles.

Sobre las acciones del burgomaestre en esta emergencia ambiental, el regidor dijo además que Muñoz debería asumir su rol político para mantener la visibilidad de este desastre ambiental y así presionar a las autoridades, por ejemplo la Fiscalía y el Poder Judicial, para que se sancione por la vía penal a los responsables.

“El alcalde de Lima es un articulador, pero finalmente él tiene un rol político, y él puede darle una relevancia al tema en medio de esta vorágine de crisis política. Él puede hacer que este tema se mantenga vigente. No puede ser posible que el peor desastre ambiental esté pasando desapercibido. Si el Gobierno central no lo mantiene en agenda, que sea el propio alcalde de Lima”, manifestó Carlos Ángeles.

Apoyo a todos los gremios

En una visita a Ancón, el regidor también sostuvo que la compensación por el daño causado debe abarcar a todos los que trabajan en actividades relacionadas al mar y no solo a pescadores, como se hace en algunas zonas.

En ese sentido, anunció que la Municipalidad de Lima se encargará de empadronar y reconocer a todos los gremios para que puedan recibir el apoyo necesario y sean considerados al momento de que la empresa pague la indemnización.

Finalmente, anunció que intervendrán en algunas playas que hasta hoy siguen siendo afectadas pero no son atendidas por Repsol o el Ministerio del Ambiente (Minam). Por ejemplo, Las Conchitas y Pasamayo. “Esto formará parte de un esfuerzo que coordinaremos esta misma semana con los ingenieros para que hagan la visita de campo, levanten el informe y luego se haga algún tipo de acción como se ha venido haciendo en las playas de Ancón y Santa Rosa”, resaltó.