La presidenta del Comité de Lucha de la Cuenca de Inambari, Olga Cutipa, alertó que la empresa Egasur todavía tiene intenciones de construir una central hidroeléctrica en la zona. Según la dirigente, trabajadores de dicha empresa brasileña hacen diversos ofrecimientos a los pobladores a cambio de apoyo al proyecto.
Como se recuerda, el Estado declaró concluida y extinguida la concesión temporal de dicha central, además, el Ministerio de Energía y Minas señaló -el año pasado- que el proyecto será postergado hasta el 2020, sin embargo, la empresa habría iniciado una campaña para sacar adelante la obra.
Cutipa Tutacano dijo a La República que personal de Egasur viene recorriendo varios poblados de la selva de Carabaya para proponer a los pobladores diversos beneficios, como comprarles los terrenos que tienen en posesión, a cambio de un departamento de vivienda en otra región del país.
Según la dirigente, la campaña se trata de un plan para dividir a la población y quebrar la unidad de rechazo a la construcción de la hidroeléctrica. “A toda costa quieren dividirnos. A cada sector están repartiendo promesas”, aseguró Cutipa.
Según la abogada de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), Carmen Heck, si bien el procedimiento de participación ciudadana para la elaboración del EIA del proyecto de CH Inambari fue declarado en abandono en el 2011 -disponiéndose su archivo definitivo-, no existe impedimento legal para que la empresa EGASUR, u otra empresa, inicie un nuevo trámite para la elaboración del EIA y obtener la certificación ambiental necesaria para solicitar la concesión definitiva.
UNA GRAN HIDROELÉCTRICA
La Central Hidroeléctrica de Inambari, que posee una capacidad de 2 200 megavatios, comprende la construcción de una represa que inundará 41 mil hectáreas de bosques. El dique estaría en la frontera de Puno, Cusco y Madre de Dios. El proyecto desplazaría a 15 poblados, decenas de colegios y 90 kilómetros de la Carretera Interoceánica.
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