Delfines de río en Sudamérica corren peligro de extinguirse debido a los altos niveles de caza

Foto: WWF Ecuador

  • Solo el 1 % del total de delfines son usados para consumo, el 64 % es destinado como carnada del pez mota y el 35 % para usos medicinales.

 

Una reciente investigación científica identificó los lugares donde se realizan prácticas ilegales con delfines de río: cacería, comercio, uso medicinal y consumo. El trabajo realizado en las cuencas de los ríos Amazonas, Orinoco y Tocantins, estuvo a cargo de por 23 especialistas de diversos países, incluyendo a un grupo de la Iniciativa de Delfines de Río de Sudamérica.

En total fueron registrados 57 sitios donde se realizan estas prácticas ilegales de forma incidental: 33 en la cuenca amazónica, 22 en Orinoco, dos en Tocantins y dos más en la costa atlántica de Brasil. Respecto al uso de los delfines, el 64 % fue destinado como carne de monte (carnada del pez mota), el 35 % para usos medicinales (ojos y aceite para enfermedades respiratorias) y el 1 % para consumo.

Cabe señalar que se tuvieron que analizar 57 estudios previos sobre las amenazas a los delfines de ríos durante los últimos 40 años, basadas en entrevistas a investigadores de países de la región como Bolivia, Brasil, Colombia, Perú y Venezuela.

Según Federico Mosquera, líder del estudio y biólogo de la Fundación Omacha, el problema con el comercio indiscriminado de los delfines estaría ligado al modelo extractivista que existe en la Amazonía desde la Colonia y que habría influido en la sobrepesca, afectando a los cetáceos de agua dulce.

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Son ocho áreas núcleo identificadas por el estudio: cuatro en la cuenca amazónica, halladas en la confluencia de los ríos Napo-Amazonas, confluencia de los ríos Loretoyacu-Amazonas y el complejo del humedal Tarapoto, río Iténez, y río Tapajos. Otras tres en la cuenca Orinoco: ubicadas en el río Guayabero, confluencia de los ríos Guaviare-Inírida y confluencia de los ríos Meta-Bita-Orinoco. La última se encuentra en la cuenca baja de Tocantins.

El trabajo también determinó que el área total que habitan los delfines abarca más de 1 millón de kilómetros, encontrándose un 15 % en áreas protegidas, lo que pone en mayor peligro a otras poblaciones. A la caza y comercio del delfín se suman otros factores que contribuirían a su extinción: los altos porcentajes de deforestación e incendios en zonas inundables, efectos negativos del cambio climático en el pulso de inundación de los ríos y la minería.

Foto: WWF

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La investigación también revela que el hábitat de los delfines está amenazado por la construcción y operación de represas en las tres cuencas, 307 en Amazonía, 10 en Tocantins y 4 en Orinoco, lo que aumenta la probabilidad de que las poblaciones de delfines de río continúe disminuyendo.

Ante esta situación, Perú, Brasil, Bolivia, Colombia y Venezuela han formulado planes para mitigar las amenazas. El trabajo espera contribuir a la propuesta del Plan de Manejo y Conservación (CMP, por su sigla en inglés), liderada por los gobiernos de Colombia, Brasil, Perú y Ecuador, con apoyo de la Iniciativa de Delfines de Río de Sur América (SARDI, por su sigla en inglés), presentada este año en el Comité Científico de la Comisión Ballenera Internacional.

La investigación señala que “es urgente que los tomadores de decisiones direccionen políticas de mitigación de las condiciones socioeconómicas y culturales asociadas a las prácticas ilegales que afectan a las poblaciones del delfín de río en Sur América”.

Dato:

  • La Iniciativa Suramericana de Delfines de Río (SARDI) es una cooperación creada en 2017 y está integrada por científicas/os de las organizaciones Faunagua de Bolivia; Fundación Omacha de Colombia; Prodelphinus y Solinia de Perú; el Instituto Mamirauá y el Instituto Aqualie, de Brasil y WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza).


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