Una imagen abrumadora. Esta foto, tomada por Miguel Bellido para el diario El Comercio, muestra un paisaje desértico, salpicado de charcos cobrizos. Esta es la real escala de la deforestación que sufre Madre de Dios por acción de la minería informal: bosques destruidos, ríos desaparecidos y animales desterrados. Todo aquello que alguna vez fue verde y abundante ahora es exiguo, cuando no ausente, y pardusco.

Esta fotografía ilustra hoy la portada del diario El Comercio. El artículo de fondo, escrito por Nelly Luna, explica uno de los factores que posibilitan el problema: el uso de mercurio en la extracción de oro.

La nota otorga algunos datos adicionales:

Por cada gramo de oro se necesitan dos o tres veces más de mercurio. Un estudio reciente de Cáritas estima que en Madre de Dios se utilizarían más de 50 toneladas de este elemento al año. Pese a esta gran explotación, la evasión de impuestos debido a la informalidad es enorme: esta región recibe apenas 15.000 soles por canon minero.

Las normas nacionales establecen que todas las empresas que usen mercurio deben contar con mecanismos que permitan su recaptura y reutilización, pero nada más. No hay ningún reglamento que regule la adecuada disposición final del metal. Los expertos sostienen que lo ideal sería trasladarlo a depósitos seguros en el extranjero (Perú no cuenta con ellos). Sin normas claras, cada año continuarán ingresando más y más toneladas de este nocivo elemento para quedarse (o evaporarse) en alguna parte del país.