Defensoría: de 115 conflictos sociambientales, 94 están ligados a la minería
martes 8 de septiembre, 2015
En su informe correspondiente al mes de agosto, la Defensoría del Pueblo registró 213 conflictos sociales (153 activos y 60 latentes), de los cuales 115 son de carácter socioambiental.
En el documento defensorial se puede observar además que del total de conflictos socioambientales, 94 están ligados a las actividades mineras, 21 a hidrocarburos y 10 a energía.
Apurímac es la región que concentra la mayor cantidad de casos (22 casos), seguida de Puno (21), Áncash (20), Cusco (16) y Piura (15).
Por otro lado, la Defensoría registró 34 alertas tempranas, con el fin de que las instituciones competentes realicen acciones de prevención. Entre ellas se encuentran el caso Tía María (Arequipa), Espinar (Cusco), Tintay (Ayacucho), Antapaccay (Cusco), entre otros.
En relación a la violencia en los conflictos, entre el 1 y el 31 de agosto se registraron 72 heridos y dos muertos. “La Defensoría del Pueblo lamenta estos sucesos y exhorta a todos los actores involucrados en conflictos sociales a continuar la vía del diálogo como una forma de gestionar sus casos”, indica el organismo.
Entre los conflictos nuevos se encuentran los ocurridos en Cusco (las comunidades campesinas del distrito de Coporaque exigen al Estado y a la empresa minera Hudbay se considere al distrito dentro del área de influencia directa del proyecto minero Constancia); Loreto (El Frente Patriótico y otras organizaciones sociales de Loreto, reclaman que se otorgue la operación del Lote 192 a favor de la empresa Petróleos del Perú – PETROPERÚ S.A.); y Moquegua (la comunidad campesina Aruntaya exige a la empresa minera Aruntani SAC cumplir con un plan de responsabilidad social a favor de la comunidad antes de su retiro de la zona).
En el caso del proyecto Tía María, en Arequipa, la Defensoría aún lo señala como un conflicto que no tiene diálogo. Asimismo, resalta los últimos sucesos ocurridos en Islay, como la campaña de Southern para socializar el proyecto y la negativa de los habitantes de Islay, quienes hace poco se reunieron para convocar a un nuevo paro en el valle.
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