- La pesca ha estado presente en nuestro territorio desde hace miles de años. Por ejemplo, era una actividad fundamental de la civilización Caral.
El miércoles 26 de junio, el Viceministerio de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales declaró Patrimonio Cultural de la Nación a la “Pesca Tradicional Ancestral en el litoral de Lima Metropolitana: conocimientos, técnicas y significados asociados”. Asimismo, reconoció los “conocimientos, saberes y prácticas asociados a la navegación y pesca tradicional en balsillas artesanales de madera balsa en las caletas del norte peruano”, a través de las resoluciones 172-2024-VMPCIC/MC y 173-2024-VMPCIC/MC, respectivamente.
Así, el Ministerio de Cultura considera que el pescador tradicional ancestral ha aprendido técnicas, artes y la fabricación de sus aparejos de pesca a partir de “una serie de conocimientos que son herencia de la pesca tradicional ancestral” y que la pesca en la costa peruana ha sido una actividad que ha permitido, a lo largo de la historia, el establecimiento de civilizaciones en el litoral peruano, como sucede ahora, pues esta pesca se destina al consumo humano directo.
El ministerio también destaca el respeto por la naturaleza y la conservación de los pescadores ancestrales gracias a su “relación con la naturaleza y el universo”, lo que les brinda autonomía frente a la tecnología actual. Esto ha permitido que los pescadores organizados sean agentes de apoyo al Estado para denunciar prácticas de pesca ilegales y predatorias, y las amenazas de las construcciones cercanas a la orilla.
Pesca tradicional en Lima Metropolitana
“Nosotros hacemos pesca selecta, no somos depredadores, pescamos ancestralmente, así como el Yaku, con nuestro anzuelo, el cordel, el plomito y nuestra canastita”, cuenta Ricalde Lázaro Huamaní, perteneciente a la Asociación de Pescadores Peñeros Artesanales de las Playas Chira, Conchán e impulsor del reconocimiento para Lima Metropolitana.
Huamaní comentó a Actualidad Ambiental el proceso que su organización ha seguido: “A nosotros nos invadieron. Entonces, fuimos con el Ministerio de Cultura para que nos reconozcan a nuestro tipo de pesca como un bien inmaterial, que es la pesca con pinta o espinel. Presentamos nuestro expediente desde Chorrillos y nos dijeron que no, que [el arte de pesca] debía ser de mayor extensión. Nos reunimos con los compañeros de Ancón y Pucusana, dialogamos y participaron del expediente. El 5 de diciembre de 2023 logramos presentar nuestro expediente para el litoral de Lima”.
Ricalde también señala que esta declaratoria de patrimonio les va a permitir “hacer mesas de trabajo de salvaguarda, donde participarán la municipalidad, Dicapi, el Ministerio de Producción y el Ministerio de Cultura, para que el pescador tradicional ancestral no corra riesgo”.
Asimismo, Huamaní declara que la protección de los pescadores tradicionales ancestrales está ligada a la reglamentación de la Ley de Pesca Ancestral, que su asociación también promovió, como tantas otras en la costa peruana.
“Con esta ley que está vigente, los bolichitos entran hasta milla cero a pescar. Al menos en mi asociación ya nos cansamos de reclamarle a la fiscalización de Produce; nos dicen que van a coordinar con Dicapi, pero ellos no están disponibles siempre y los bolichitos no están toda la semana ni todo el día en un solo lugar. Con esta [declaratoria como] salvaguarda ojalá que protejan nuestra pesca. Que se declare una zona de pesca exclusiva, ese es nuestro sueño, es a lo que estamos apuntando”, puntualiza el pescador.
Las balsillas del norte peruano
En el caso de las balsillas, el Mincul ha reconocido que los conocimientos de fabricación y uso de estas embarcaciones aportaron a que los antiguos peruanos de la costa norte se establezcan en dicha zona “a pesar de las dificultades que implican las altas temperaturas y la aridez del desierto costero, las que, sin embargo, a lo largo de los años, hicieron frente a través del uso creativo de los recursos hidrobiológicos y pesqueros”.
La resolución también señala que la balsilla es el símbolo más representativo de los pescadores prehispánicos del norte del litoral. Actualmente, se puede ver a pescadores usando esta embarcación ancestral en la bahía de Sechura.
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