La provincia de Paucartambo se ubica a más de 100 km. al este del Cusco, en el límite con Madre de Dios. Uno de los 6 distritos que la conforman es Kosñipata, que cuenta con bosques donde habita fauna endémica como monos choro, gallitos de las rocas, osos andinos y ranas; además de distintos tipos de águilas y orquídeas. Los bosques de montaña del área son cabeceras de cuenca y generan agua para las 5 mil personas del valle de Kosñipata. Para preservar el espacio y los servicios ecosistémicos que brinda, a inicios del 2013 la Asociación de Jóvenes Conservacionistas de Alto Pilcomayo (AJCAP) solicitó a la Dirección General Forestal y de Fauna Silvestre (DGFFS) una concesión para conservación.
“Se ha visto muchos bosques de la zona afectados por personas que se dedican a fines ilícitos como la tala ilegal de madera o la caza en dicha área solicitada. En vista de eso, para que en lo posterior se conserve ese bosque y tengamos un clima que nos va a favorecer, solicitamos la concesión”, dijo a Actualidad Ambiental Abraham Quispe, presidente de la AJCAP y secretario general de la Federación Distrital de Campesinos del Valle de Kosñipata, quien señaló que las más de 20 personas de diferentes comunidades de la zona que conforman la asociación se comprometieron a patrullar el área, monitorear los campos e hitos y hacer que se respete el lugar.
El objetivo de la AJCAP era proteger el área y contribuir con una concesión para conservación más (originalmente de 4510 hectáreas) a las únicas 3 que actualmente existen en el Cusco y a las 60 a nivel nacional, según información del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor). Sabían, entonces, que los trámites para aprobar una concesión de este tipo toman entre 1 y 1.5 años regularmente, y eventualmente llegan a demorar entre 3 y 4 años. Sin embargo, entonces, el 8 de enero del 2013, cuando presentaron su solicitud ante la Dirección General Forestal y de Fauna Silvestre, no imaginaron que el trámite llegaría a extenderse tanto.
El proceso
1. El área inicialmente solicitada para la concesión (4510 hectáreas) se superponía con un predio privado y una comunidad campesina. Se tuvo que ajustar las dimensiones.
2. El área también se superponía con una concesión para conservación solicitada por una persona que había fallecido y no había podido concluir el proceso. Su esposa pidió seguir con la solicitud y la Dirección General Forestal y de Fauna Silvestre no sabía si ese pedido estaba permitido legalmente. Tomó entre 4 y 5 meses determinar que no era posible.
3. Luego la Dirección General Forestal y de Fauna Silvestre señaló que en el área no había una zonificación de capacidad de uso mayor de los suelos. La entidad encargada de hacerlo era la Dirección de Asuntos Ambientales Agrarios del Ministerio de Agricultura. Realizarlo tomó entre 3 y 4 meses.
4. La Dirección de Asuntos Ambientales Agrarios del Ministerio de Agricultura demoró 6 meses en emitir su informe.
5. Luego se crea el Serfor, que transfiere sus funciones a la Administración Técnico Forestal en Cusco. Esta entidad indicó que recibieron los expedientes pero no sabían cómo tratar una solicitud de concesión para conservación porque no habían realizado un trámite así. El proceso se vuelve a demorar.
6. Se debía publicar en la municipalidad local un anuncio dando a conocer los detalles de la concesión. El alcalde de la municipalidad se negó a esta publicación porque confundió el derecho de concesión con un título de propiedad. Convencer al alcalde y hacer la publicación tomó entre 2 y 3 meses.
7. Dos personas presentaron observaciones. La oficina del Cusco tomó entre 4 y 5 meses para ubicar a estas personas y desestimar sus reclamos.
8. A estas alturas, la oficina del Cusco determinó que la AJCAP había cumplido con presentar todos los requisitos y recomendaba que se otorgue la concesión.
9. En setiembre del 2015 son publicados los 4 reglamentos de la nueva Ley Forestal y de Fauna Silvestre, que hacen entrar en vigencia a la nueva ley.
10. La oficina del Cusco pide a Serfor (Lima) una opinión por la solicitud de concesión. Luego de 3 meses, Serfor responde indicando que no era posible otorgar la concesión porque debía adecuarse a la nueva Ley Forestal y esperar la categorización de la zonificación forestal. Este proceso tomaría entre 3 y 5 años.
La concesión solicitada por la AJCAP no es la única que se encuentra en esta situación. Son alrededor de 40 las concesiones “en proceso” a las que la entrada en vigencia de la nueva Ley Forestal y de Fauna Silvestre interrumpió.
Las alternativas
La AJCAP viene gestionando con el Ministerio de Justicia la posibilidad de que el mismo Serfor pueda generar normas complementarias que hagan viable la solicitud para acceder a la concesión para conservación. La otra posibilidad es que se determine, vía un Decreto Supremo, que los procesos iniciados antes de aprobado el reglamento de la nueva Ley Forestal y de Fauna Silvestre no se estanquen hasta la espera de la zonificación (que tomaría entre 3 y 5 años). Las dos alternativas se vienen manejando en paralelo. Se espera que este tema se defina en junio de este año para que el próximo mes la AJCAP tenga claridad sobre si su espera para lograr una concesión para conservación terminará con una concesión que conservar.
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