- Los contratos de Cesión en Uso para Sistemas Agroforestales (CUSAF) presentan una oportunidad y un gran reto para el fortalecimiento del sector forestal y la formalización de los agricultores familiares en los bosques amazónicos.
Luis Chacón y Andrea Bustamante
Entre 2001 y 2019, el promedio anual de pérdida de bosques húmedos amazónicos fue de 128 069 hectáreas, y la pérdida acumulada de estos bosques fue de 2 433 314 de un total de 78.5 millones de hectáreas que comprende la Amazonía. Según la “Estrategia Nacional sobre Bosques y Cambio Climático” (ENBCC) del Ministerio del Ambiente (Minam), entre las causas más relevantes y directas figura la expansión agropecuaria como agricultura, ganadería y cultivos de coca lícitos e ilícitos.
El IV Censo Nacional Agropecuario señala que el 30.1% de territorio nacional es de uso agropecuario, lo que equivale a 38 742 465 de hectáreas (2 213 506 en Unidades Agropecuarias – UA). De este total, la agricultura familiar representa 2 156 833, es decir, un 97% del total de UA. En la Amazonía peruana, la cifra se repite: los agricultores familiares representan el 97% del total de UA, según una investigación del Centro Internacional de Investigación Agroforestal (ICRAF).
Sin duda, existe una clara relación entre los agricultores familiares y los bosques amazónicos en el Perú, una realidad donde lo forestal y lo agrario conviven, y por ello es necesario que existan alternativas que beneficien a la pequeña agricultura de origen familiar y que, a su vez, disminuyan la deforestación. Una de esas opciones son los contratos de CUSAF (Cesiones en Uso para Sistemas Agroforestales).
Tal como hemos explicado en un anterior reportaje, las CUSAF son un tipo de contrato o título habilitante previsto en la Ley 29763, Ley Forestal y de Fauna Silvestre (LFFS). Este contrato busca promover el manejo sostenible de dichas tierras y evitar la conversión de más bosques a tierras agrícolas. Según lo estimado por ICRAF, cerca de 123 mil familias de agricultores podrían beneficiarse con los contratos de CUSAF en la Amazonía.
El reto es que las CUSAF sean más atractivas y beneficiosas para los agricultores familiares, desafío que han asumido diversas iniciativas de cooperación entre las que se encuentra el proyecto AgroFor (Consorcio para la Promoción de Cesiones en Uso para Sistemas Agroforestales). Dicho proyecto actualmente trabaja de la mano de los gobiernos regionales (GORE) y el gobierno nacional para identificar y fortalecer los procesos de otorgamiento, registro y monitoreo de las CUSAF, brindar una adecuada y sostenida asistencia técnica a los agricultores familiares, así como promover incentivos financieros y oportunidades comerciales que le den sostenibilidad a las CUSAF a través de prácticas agroforestales y un manejo sostenible de la tierra.
Consolidar esta labor es un gran desafío, pero también representa una gran oportunidad para fortalecer a las instituciones y la normativa asociadas a las CUSAF, ya que hasta la fecha solo se han otorgado 33 contratos CUSAF en San Martín. Con el proyecto AgroFor, se podría ampliar la cifra no solo en esta región, sino en Amazonas y Loreto, regiones priorizadas por contar con el mayor potencial número de beneficiarios y de superficie total conservada de bosques mediante las CUSAF. De esta manera, la idea a futuro será replicar el modelo en las demás regiones amazónicas donde viven miles de familias agricultoras.
LAS COMPETENCIAS
Son muchas las instituciones que están involucradas en el éxito de las CUSAF. Entre ellas se encuentra el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), el Organismo de Supervisión de los Recursos Forestales y de Fauna Silvestre (Osinfor), el Minam, el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), y las Autoridades Regionales Forestales y de Fauna Silvestre (ARFFS) de las regiones amazónicas, como las de los GORE de San Martín, Loreto y Amazonas que forman parte del proyecto AgroFor.
De acuerdo con los artículos 13 y 14 de la LFFS, el Serfor es la autoridad nacional forestal y de fauna silvestre y entre sus funciones se encuentra el dictar las normas sobre cómo se otorgan y registran las CUSAF. En el caso del Osinfor, según el artículo 18 de la LFFS, es competente para supervisar “los alcances y el estado de los títulos habilitantes otorgados” como las CUSAF.
La labor del Osinfor va de la mano con la de las ARFFS, las cuales se encargan de “planificar, promover, administrar, controlar y fiscalizar el uso sostenible, conservación y protección de la flora y la fauna silvestre” junto a los gobiernos locales, además de promover la mejora de los productores, en este caso familiares, cuando hablamos de las CUSAF (artículo 19 de la LFFS). En el caso de las competencias del Minam, estas se centran en los temas de servicios ecosistémicos y cambio climático.
EL TRABAJO CON ESTAS INSTITUCIONES
El proyecto AgroFor, conformado por el Instituto Global para el Crecimiento Verde (GGGI), el Centro Internacional de Investigación Agroforestal (ICRAF) y la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), apoyan al Estado peruano a construir las condiciones institucionales, legales, técnicas y financieras que permitan que las CUSAF logren una mayor acogida en beneficio de mejorar los medios de vida de los agricultores familiares amazónicos.
Para fortalecer el marco institucional-normativo necesario, las diversas autoridades forestales competentes vienen trabajando de la mano de la SPDA. Frida Segura, especialista del Programa de Bosques y Servicios Ecosistémicos de dicha organización, explica la labor en conjunto con estas instituciones.
“Lo que buscamos es evaluar si las normas están respondiendo a la realidad y necesidades tanto de los posibles beneficiarios de CUSAF, como de los gobiernos regionales y del Serfor. Además de esa evaluación, queremos plantear mejoras normativas que permitan una mejor implementación de CUSAF en el marco del proyecto, y también pensando a nivel nacional”, explica Segura.
La especialista de la SPDA cuenta un primer desafío fue impulsar un proceso de construcción participativa multiactor que permita elaborar un diagnóstico. El trabajo liderado por el equipo técnico de ICRAF, evidencia las brechas que existen para el otorgamiento y registro de las CUSAF. Los aportes técnicos sumados al análisis legal por parte de la SPDA permitieron desarrollar una serie de talleres con el GORE de San Martín, Serfor y Osinfor, que ha permitido un primer análisis y planteamiento de posibles cambios normativos que promuevan los procesos de otorgamiento y consolidación de los contratos CUSAF.
“Hemos encontrado que algunos puntos de los lineamientos para el otorgamiento de CUSAF no precisan de manera clara el procedimiento que debe seguir la autoridad regional y a partir de esto surgen dudas sobre cómo proceder. Por ello, AgroFor está trabajando junto con el Serfor y el GORE de San Martín para plantear las precisiones normativas que permitan que su trabajo sea más eficiente, en beneficio de las familias que pueden acceder a CUSAF”, indica Frida Segura.
Por otro lado, ante la importancia de contar con un modelo de seguimiento y monitoreo del estado de conservación de nuestros bosques, bajo criterios e indicadores apropiados para el modelo de actividades agroforestales, AgroFor ha identificado con Osinfor una serie de acciones a ser desarrolladas en el corto y mediano plazo a fin de construir un modelo de supervisión forestal que responda a la realidad de las CUSAF.
Desde ICRAF se viene trabajando de la mano con el gobierno nacional y los GORE en la generación de evidencia científica que permita fortalecer a las instituciones competentes, por un lado, en el registro para las CUSAF y, por otro lado, brindar opciones de asistencia técnica desde la autoridad forestal que permita fortalecer la capacidad de los agricultores para implementar agroforestería y un manejo sostenible de la tierra.
Incrementar el número de agricultores familiares de la Amazonía peruana que accedan a las CUSAF representa un importante desafío a nivel institucional. Así lo afirma Martín Reyes, investigador de ICRAF. “Desde AgroFor se trabaja de la mano con el Serfor, Osinfor y los GORE de San Martín, Loreto y Amazonas por un fortalecimiento institucional que involucre diversos aspectos normativos y técnicos. Desde ICRAF se viene trabajando de manera coordinada con los GORE y el Serfor en la identificación y priorización de zonas con potencial para el otorgamiento de CUSAF, para realizar pilotos que permitan generar evidencia científica para un mejor otorgamiento y registro de CUSAF. Esto implica identificar las tecnologías más costo-efectivas para el mapeo de las CUSAF y el registro de los beneficiarios”, afirma el especialista.
Asimismo, ICRAF trabajará con los GORE en generar herramientas para el cálculo y estimación de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), teniendo como finalidad contar con capacidades de monitoreo que permitan evitar la deforestación.
Debemos considerar, además, que desde ICRAF ya se habían realizado estudios en años anteriores, como el Diagnóstico de los productores familiares en la Amazonía Peruana, esenciales para entender la heterogeneidad de este sector tanto por las zonas en las que viven y trabajan, los cultivos que producen y el uso que le dan (consumo propio o venta local), entre otras características. Sin duda, es primordial entender a los potenciales beneficiarios de las CUSAF: comprender sus orígenes, a qué se dedican y sus motivaciones; elementos que son necesarios para diseñar opciones de asistencia técnica y una alternativa que los oriente a la formalización, lo que a su vez apoyaría a reducir la deforestación a pequeña escala.
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