Continúan los reclamos sobre el incumplimiento de Doe Run
jueves 10 de septiembre, 2009
Para la Red Muqui, el complejo metalúrgico de La Oroya necesita un nuevo gestor responsable social y ambientalmente ante los reiterados incumplimientos de Doe Run, que ha tenido muchas oportunidades para cumplir con su Plan de Adecuación y Manejo Ambiental (PAMA).
Conrado Olivera, miembro de la Red Muqui (un conjunto de instituciones que trabajan la problemática la minería en el Perú), lamentó que la Comisión Técnica de La Oroya, integrada por representantes del Estado y de la Federación de Trabajadores Mineros, esté evaluando la posibilidad de postergar una vez más el PAMA a favor de la empresa y ha anunciado que el lunes emitirá su dictamen.
Según Olivera, el problema de La Oroya es económico y no técnico (vía CNR):
“Falta una inyección de capital y si ellos no tienen esa voluntad de inyectar capital entonces no son inversionistas y no podrán dar continuidad al complejo metalúrgico. A esas alturas seguimos solicitando que el Estado no siga actuando por la presión de la empresa y de las fuerzas económicas sino que cumpla con su obligación de garantizar la salud y el medio ambiente de La Oroya”.
REUNIÓN DOE RUN – BARRETO
Precisamente, a pedido de la empresa Doe Run Perú, monseñor Pedro Barreto recibió el miércoles 9 de septiembre a los funcionarios de dicha empresa quienes expusieron principalmente el avance del PAMA y su situación económica.
Al respecto, Juan Carlos Huyhua, presidente de Doe Run, sostuvo que su pedido de ampliación del Programa de Adecuación al Manejo Ambiental, por treinta meses más, se debe a la crisis financiera que afecta principalmente a la minería, así como a las inversiones realizadas durante los últimos años en el avance de los proyectos PAMA.
En respuesta, monseñor Barreto Jimeno manifestó (vía El E-cochaski):
“La Iglesia Católica tiene como principio fundamental la defensa de la vida y la salud de la población. Ambos son derechos irrenunciables. Afirmamos que la vida es un don de Dios y debe ser el principio y fin de toda actividad económica. No es justo que en La Oroya nazcan niños con plomo en la sangre”.
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