“No puedo trabajar ni descansar”: vecinos de Miraflores denuncian contaminación lumínica por panel publicitario
- Vecinos de la urbanización Barboncito afirman que un panel instalado a menos de 50 metros de sus viviendas causa dolores de cabeza, dificulta el trabajo, el descanso y afecta la concentración de niños.
- La luz intensa y destellos constantes obligan a mantener las ventanas y cortinas cerradas. Los reclamos de los vecinos a las autoridades y la empresa JMT Outdoors aún no tienen respuesta.
martes
18 de febrero, 2025

Por Daniel Contreras / dcontreras@spda.org.pe
“No puedo trabajar, ver televisión, y me duele constantemente la cabeza. No puedo abrir la ventana ni la cortina, porque los reflejos me impactan directamente en el rostro. Termino obligado a mantener ambos cerrados. Es un atropello, francamente”.
Así es como Rafael García, vecino de Miraflores, describe lo que es vivir con un panel LED publicitario a menos de 50 metros de distancia, iluminado durante la mayor parte del día y con destellos constantes.
El panel en cuestión se encuentra en la urbanización Barboncito, al interior de una propiedad privada en la esquina de la Avenida Paseo de la República con la calle Sevilla, e ilumina directamente la fachada norte de la vivienda de García. Otro panel lumínico, en el cruce de Paseo de la República con la calle Scipión Llona, también es una fuente adicional de luz intensa que impacta en la cara sur del edificio.
El primer panel, de la empresa JMT Outdoors, fue instalado en septiembre del 2024 y mide unos 40 metros de altura, con una dimensión de 35 a 40 m². Por su parte, el segundo panel es administrado por la empresa Citybike Miraflores, y fue instalado en 2018.
“Es más que un distractor, es algo que afecta físicamente”, dice García.

Obligados a vivir encerrados
Tras sufrir un accidente en bicicleta, Rafael García vive con movilidad reducida y pasa gran parte del tiempo en su habitación. Su cama está ubicada frente a la ventana, desde donde se observa el panel.
“Trabajo con mi laptop, pero la luz de la pantalla ya se vuelve agotadora y los destellos intermitentes del panel empeoran todo. La iluminación es tan intensa que me obliga a cerrar las cortinas, pero al hacerlo, me quedo a oscuras en mi espacio de trabajo y acabo encendiendo las luces artificiales. No puedo ni ver televisión ni concentrarme, porque es como un flash constante invadiendo todo”, cuenta el vecino.
Incluso con las ventanas y cortinas cerradas, la luz del panel se cuela por las rendijas y el techo. “Es como tener un intruso permanente e inescapable en tu casa”, explica.
García cuenta que los destellos de los paneles son tan intensos que incluso con los ojos cerrados se percibe la luz. “Estoy a veces intentando descansar y se siente el brillo y rebote de la luz. Ya no es una decisión mantener las ventanas cerradas, es una necesidad”, lamenta.

Otros vecinos del edificio también han sido perturbados por el impacto lumínico de los paneles.
Andrés Díaz tiene una hija de 8 años, que realiza sus tareas al costado de su cuarto frente a la ventana. El espacio contaba con buena iluminación, pero con el panel toda la luz que recibe va directamente hacia sus ojos.
“Antes, sus tareas las hacía en un tiempo razonable, ahora ya no porque se distrae mirando el panel. Es complicado, porque una niña en formación no se concentra más de 20 minutos seguidos. Nos vemos obligados a que termine sus tareas antes de las 7, porque en la oscuridad el panel resalta más”, señala Díaz.
En su dormitorio, Díaz tuvo que colocar una placa adicional en la ventana para bloquear la luz entrante. “Aun así, no es suficiente, porque quedan rendijas por donde la luz entra y se difunde en el techo”, dice. En el cuarto de su hija, han tenido que improvisar un parapeto para que pueda descansar mejor.
“También tenemos una bebé de un año y un mes. Para dormirla, tenemos que cerrar toda la habitación. Pero ahora que ha llegado el calor, la situación se está tornando insoportable”, afirma.
Otro vecino, Armando Fonseca, ha visto su espacio familiar invadido por la contaminación lumínica.
“En nuestro caso, la luz entra por una ventana que da al pasillo. Desde que nos mudamos, adecuamos esa habitación como un ambiente familiar, con una computadora y un lugar para el teletrabajo de mi esposa. Pero ahora, la luz del panel entra todo el día. Cambiamos la posición de su laptop, pero las luces siguen entrando por otros ángulos”, cuenta.
Al anochecer, el impacto lumínico empeora. “Antes, en ese espacio podíamos ver televisión en familia. Ahora es imposible porque la luz del panel interfiere constantemente con colores cambiantes. Perdimos ese ambiente familiar que habíamos creado”, lamenta.
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Indefensos ante la contaminación lumínica
Tanto el panel de Paseo de la República con la calle Sevilla como el panel de Paseo de la República con calle Scipión Llona se encuentran ubicados a menos de 100 metros del parque Clorinda Matto de Turner.
De acuerdo con la Ley 31316, la instalación de elementos de publicidad exterior con pantallas LED se encuentra prohibida en zonas residenciales y a menos de 500 metros de áreas verdes y parques.
Promulgada en 2021, esta ley tiene como objetivo regular las fuentes de luz artificial para proteger la salud humana, la fauna silvestre, el medio ambiente y promover la eficiencia energética y la seguridad vial. Sin embargo, a la fecha no ha entrado en vigencia debido a la falta de un reglamento.
Asimismo, según un informe técnico al que pudo acceder Actualidad Ambiental, a través de una solicitud de transparencia, en 2023 la Municipalidad de Miraflores emitió una opinión desfavorable respecto a la instalación del panel de CityBike en la calle Scipión Llona. Según el informe, su excesiva dimensión y su ubicación en una zona residencial incumplían lo establecido por la Ordenanza 527 de la municipalidad.
Por otro lado, en un informe inicial, la Municipalidad de Miraflores consideró que la instalación del panel de la empresa JMT Outdoors no era factible debido a que se encontraría a solo 99 metros del panel de CityBike en la calle Scipión Llona, violando lo establecido por la Ordenanza 2348, que exige una distancia mínima de 150 metros entre elementos publicitarios ubicados en retiros de edificaciones.
Sin embargo, la empresa argumentó que la ordenanza solo aplica a paneles ubicados en propiedad privada, mientras que el panel de CityBike se encuentra en la vía pública.
Los vecinos del edificio afectado por la contaminación lumínica de los paneles enviaron una carta al Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) para informar de la situación. Este organismo, a su vez, alertó a la Municipalidad de Miraflores, que despachó a personal de su área ambiental para realizar una inspección.
“Ellos me explicaron que elaboran un informe interno detallado, con videos, fotos y un reporte, y luego lo envían al Área de Comercialización, que es la encargada de otorgar las licencias”, explica Rafael García.
Sin embargo, a la fecha los vecinos aún no reciben una respuesta de parte de la municipalidad.
“En toda esta situación, la empresa no ha dado la cara, no reconoce el problema ni ha ofrecido soluciones”, lamenta García.
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